Recomendaciones para prevenir lesiones en la población pediátrica durante esta época

El Programa de Emergencias Médicas Pediátricas, junto con el programa de Residencia de Pediatría de la Escuela de Medicina del Recinto de Ciencias Médicas (RCM) de la Universidad de Puerto Rico (UPR), anunció este martes el lanzamiento de su campaña “Navidad segura”, una iniciativa que ofrece recomendaciones a los padres a la hora de elegir los juguetes que le regalarán a sus hijos para prevenir lesiones en la población pediátrica.

Este año, la campaña se realiza en colaboración con Neomed Center y el Municipio de Trujillo Alto, quienes se han unido para realizar el evento Navidad segura, este jueves, 15 de diciembre, en el Coliseo Rubén Zayas de Trujillo Alto desde 9:00 a.m. a 12:00 p.m., una actividad libre de costo y abierto al público, pero con espacios limitados.

Según la doctora Milagros Martín, directora de Emergencias Médicas Pediátricas, “en las salas de emergencias continúan llegando pacientes pediátricos con lesiones relacionadas con juguetes”. “Las normas para la seguridad de los juguetes se hacen cumplir por la Comisión de Seguridad de Productos de Consumo (CPSC por sus siglas en inglés). Algunas de las recomendaciones que brinda la CPSC incluyen límites a sustancias tóxicas en los productos para niños, los requisitos de tamaño de los juguetes para los niños pequeños, las etiquetas de advertencia sobre los peligros de asfixia con globos desinflados o rotos, medidas para mantener los imanes y baterías inaccesibles, patinetas y otros juguetes para montar”, explicó en un comunicado de prensa la doctora Martín.

Este año, la campaña se realiza en colaboración con Neomed Center y el Municipio de Trujillo Alto, quienes se han unido para realizar el evento Navidad segura, este jueves, 15 de diciembre, en el Coliseo Rubén Zayas de Trujillo Alto desde 9:00 a.m. a 12:00 p.m., una actividad libre de costo y abierto al público, pero con espacios limitados.

Según la doctora Milagros Martín, directora de Emergencias Médicas Pediátricas, “en las salas de emergencias continúan llegando pacientes pediátricos con lesiones relacionadas con juguetes”. “Las normas para la seguridad de los juguetes se hacen cumplir por la Comisión de Seguridad de Productos de Consumo (CPSC por sus siglas en inglés). Algunas de las recomendaciones que brinda la CPSC incluyen límites a sustancias tóxicas en los productos para niños, los requisitos de tamaño de los juguetes para los niños pequeños, las etiquetas de advertencia sobre los peligros de asfixia con globos desinflados o rotos, medidas para mantener los imanes y baterías inaccesibles, patinetas y otros juguetes para montar”, explicó en un comunicado de prensa la doctora Martín.

Este año, la campaña se realiza en colaboración con Neomed Center y el Municipio de Trujillo Alto, quienes se han unido para realizar el evento Navidad segura, este jueves, 15 de diciembre, en el Coliseo Rubén Zayas de Trujillo Alto desde 9:00 a.m. a 12:00 p.m., una actividad libre de costo y abierto al público, pero con espacios limitados.

Según la doctora Milagros Martín, directora de Emergencias Médicas Pediátricas, “en las salas de emergencias continúan llegando pacientes pediátricos con lesiones relacionadas con juguetes”. “Las normas para la seguridad de los juguetes se hacen cumplir por la Comisión de Seguridad de Productos de Consumo (CPSC por sus siglas en inglés). Algunas de las recomendaciones que brinda la CPSC incluyen límites a sustancias tóxicas en los productos para niños, los requisitos de tamaño de los juguetes para los niños pequeños, las etiquetas de advertencia sobre los peligros de asfixia con globos desinflados o rotos, medidas para mantener los imanes y baterías inaccesibles, patinetas y otros juguetes para montar”, explicó en un comunicado de prensa la doctora Martín.

La lactancia materna se asocia con un menor riesgo de enfermedad cardiovascular en la vejez

En un metanálisis de más de 1 millón de madres, quienes amamantaron a sus hijos tenían un riesgo de 11% a 17% menor de desarrollar enfermedad cardiovascular, enfermedad coronaria o ictus y de fallecer por enfermedad cardiovascular en la vejez, en comparación con las madres que no amamantaron.

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En promedio, las mujeres tenían dos hijos y habían amamantado durante 15,9 meses en total. La lactancia materna más prolongada se asoció con un mayor beneficio para la salud cardiovascular.

Este metanálisis de ocho estudios de diferentes países se publicó en versión electrónica el 11 de enero en una edición del Journal of the American Heart Association dedicada al impacto del embarazo en la salud cardiovascular de la madre y el niño.

Se sabe que la lactancia materna se asocia con un menor riesgo de fallecimiento por enfermedades infecciosas y con menos infecciones respiratorias en los bebés, escribieron los investigadores, pero lo que no es tan conocido es que también se asocia con un menor riesgo de cáncer de ovario y de mama y diabetes de tipo 2 en las madres.

El estudio actual mostró una clara asociación entre la lactancia materna y la reducción del riesgo de enfermedad cardiovascular en la vejez, comentaron a Medscape Noticias Médicas los autores principales, Lena Tschiderer, Ph. D., y el Dr. Peter Willeit, Ph. D.

Específicamente, las madres que habían amamantado a sus hijos en cualquier momento tenían 11% menos riesgo de enfermedad cardiovascular, 14% menos riesgo de cardiopatía coronaria, 12% menos riesgo de ictus y 17% menos riesgo de fallecer por enfermedad cardiovascular en el futuro, en comparación con otras madres.

Con base en la evidencia existente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la lactancia materna exclusiva hasta que el bebé tenga 6 meses, seguida de la lactancia materna más alimentación complementaria hasta que el bebé tenga 2 años o más, escribieron los investigadores.

“Creemos que los beneficios de la lactancia materna para la madre se comunican mal”, señalaron Tschiderer y el Dr. Willeit, de la University of Innsbruck, en Innsbruck, Austria.

“Los efectos positivos de la lactancia materna en las madres deben comunicarse de manera efectiva, debe aumentar la conciencia sobre las recomendaciones de lactancia materna y deben implementarse y reforzarse las intervenciones para promover y facilitar la lactancia materna”, concluyeron los investigadores.

“No debe ser ignorado”

Dos cardiólogos invitados a comentar, que no participaron en la investigación, señalaron que este estudio proporciona información sobre un tema importante.

“Este es otro cuerpo de evidencia y con la población más grande hasta la fecha, que muestra que la lactancia materna protege a las mujeres y puede brindar importantes efectos beneficiosos en términos de riesgo cardiovascular“, comentó a Medscape Noticias Médicas la Dra. Roxana Mehran.

“Las reducciones de riesgo fueron de 11% para los eventos de enfermedad cardiovascular y de 14% para los eventos de enfermedad coronaria; estos son números impresionantes”, señaló la Dra. Mehran, de la Icahn School of Medicine en Mount Sinai, en la ciudad de Nueva York, Estados Unidos.

“La advertencia es que estos son datos de varios ensayos, no obstante, esta es una observación muy importante que no debe ignorarse”, destacó.

El estudio no abordó la cantidad definitiva de tiempo de lactancia y su correlación con la mejora del riesgo de enfermedad cardiovascular, pero mostró que para toda la vida, cuanto más tiempo es mejor.

“Los efectos beneficiosos pueden tener relación con las hormonas durante la lactancia, así como la pérdida de peso asociada con la lactancia y el restablecimiento del metabolismo materno, como sugieren los autores”, añadió.

Los médicos y los empleadores “deben proporcionar formas de educar a las mujeres sobre la lactancia materna y facilitar que las mujeres que están en el lugar de trabajo se extraigan y proporcionarles recursos cuando sea posible”, destacó la Dra. Mehran.

La Dra. Michelle O’Donoghue, maestra en salud pública, señaló que en los últimos años ha habido un gran interés en los posibles beneficios para la salud de la lactancia materna tanto para la madre como para el niño.

Hay plausibilidad biológica para algunos de los posibles beneficios maternos porque los efectos cardiovasculares favorables de la prolactina y la oxitocina apenas comienzan a entenderse mejor, indicó la Dra. O’Donoghue, del Brigham and Women’s Hospital y Harvard Medical School, en Boston, Estados Unidos.

“El metanálisis actual proporciona un gran conjunto de datos que ayuda a respaldar el concepto de que la lactancia materna podría ofrecer algún beneficio cardiovascular para la madre”, estuvo de acuerdo.

“Sin embargo, en última instancia, será necesaria más investigación, ya que este método de combinación de datos entre ensayos depende de la solidez del método estadístico en cada estudio. Aplaudo a los autores por destacar este importante tema”, agregó.

Aunque los beneficios de amamantar parecen continuar con el tiempo, “es increíblemente difícil para las mujeres continuar amamantando una vez que regresan al trabajo. Las mujeres en algunos países fuera de Estados Unidos tienen una ventaja debido a la mayor duración de la licencia por maternidad”, puntualizó.

“Si queremos fomentar la lactancia materna debemos asegurarnos de implementar los apoyos adecuados. Las mujeres necesitan lugares protegidos para amamantar en el lugar de trabajo y lugares para almacenar su leche. Lo que es más importante, las mujeres necesitan que se les permita dedicar tiempo para que esto suceda”, enfatizó la Dra. O’Donoghue.

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Primer estudio grande de enfermedad cardiovascular en madres

Los estudios individuales emergentes sugieren que las madres que amamantan pueden tener un menor riesgo de enfermedad cardiovascular en el futuro, pero los estudios han sido inconsistentes y no está claro si una lactancia más prolongada fortalecería este beneficio, señalaron los autores.

Para examinar esto combinaron datos de los siguientes ocho estudios (con el acrónimo del estudio, el país y las fechas de inscripción de referencia entre paréntesis): 45&Up (Australia, 2006-2009), China Kadoorie Biobank (CKB, China, 2004-2008), European Prospective Investigation into Cancer and Nutrition (EPIC, multinacional, 1992-2000), Gallagher y colaboradores (China, 1989-1991), Nord-Trøndelag Health Survey 2 (HUNT2, Noruega, 1995-1997), Japan Public Health Center-based Prospective Study (JPHC, Japón, 1990-1994), Nurses’ Health Study (NHS, Estados Unidos, 1986) y Woman’s Health Initiative (WHI, Estados Unidos, 1993-1998).

En promedio, las mujeres tenían 51,3 años (rango: 40 a 65 años) cuando se inscribieron en el estudio, y fueron monitoreadas durante una mediana de 10,3 años (rango: 7,9 a 20,9 años, en los estudios individuales).

En promedio, tuvieron su primer hijo a los 25 años y tuvieron de dos a tres hijos (media: 2,3); 82% había amamantado en algún momento (desde 58% de las mujeres en los dos estudios estadounidenses hasta 97% en CKB y HUNT2).

Las mujeres habían amamantado durante una media de 7,4 a 18,9 meses durante su vida (excepto las mujeres del estudio CKB, que habían amamantado durante una mediana de 24 meses).

Entre las 1’192.700 mujeres hubo 54.226 incidentes de enfermedad cardiovascular, 26.913 incidentes de enfermedad coronaria, 30.843 incidentes de ictus y 10.766 decesos por enfermedad cardiovascular durante el seguimiento.

Los investigadores reconocieron que las limitaciones del estudio incluyen el hecho de que podría haber un sesgo de publicación, ya que había menos de 10 estudios disponibles para agrupar. Hubo una heterogeneidad significativa entre los estudios para los resultados de enfermedad cardiovascular, enfermedad coronaria e ictus.

También faltaban datos a nivel de participantes y la lactancia materna fue autoinformada. Es posible que haya habido factores de confusión residuales no contabilizados y los beneficios de la lactancia materna durante más de 2 años a lo largo de toda la vida no están claros, porque pocas mujeres en esta población amamantaron tanto tiempo.

La investigación fue financiada por Austrian Science Fund. Los investigadores y Mehran y la Dra. O’Donoghue han declarado no tener ningún conflicto de interés económico pertinente.

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La importancia de implementar programas de duelo perinatal

“La experiencia de una muerte prenatal durante el embarazo o el parto es una tragedia que no se aborda de manera suficiente en las agendas, las políticas ni los programas financiados a nivel mundial” considera la Organización Mundial de la Salud (OMS), que estima que cada año se producen casi 2 millones de muertes prenatales en el mundo, una cada 16 segundos.

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La OMS establece el periodo de muerte perinatal desde la semana 22 de gestación (154 días) hasta el término de las primeras 4 semanas de vida neonatal (28 días). Tiene consecuencias psicológicas para las mujeres y sus familias, entre las que se encuentran, entre otros, el trastorno por estrés postraumático o la sintomatología depresiva, y puede considerarse un tema tabú que necesita ser visibilizado y requiere una atención sanitaria multidisciplinar.

Para hablar sobre el duelo perinatal, desde Univadis España hemos entrevistado a Anna Torres Giménez, psicóloga clínica y perinatal, quien se formó como Psicólogo Interno Residente en el Hospital Clínic y empezó a trabajar en Perinatal en el año 2009. Actualmente desempeña su labor en la Unidad de Salud Mental Perinatal del Hospital Clínic de Barcelona, España, tanto en consultas externas como en el Hospital de Día Madre-Bebé del mismo centro. De forma más estructurada ejerce desde 2019, año en el que se instauró el modelo integral de atención al duelo perinatal, ofreciendo tratamientos intensivos y multidisciplinares. Su misión es tratar a aquellas mujeres con duelo perinatal en riesgo de desarrollar un trastorno depresivo o postraumático.

¿Tenemos datos de cuántas muertes perinatales se producen al año en España?

Uno de los problemas para estimar las muertes perinatales es que no existen a nivel internacional unos criterios homogéneos de definición de muerte perinatal. Según datos del Instituto Nacional de Estadística, se estimó una tasa de mortalidad perinatal de 4,2 por 1.000 nacimientos en el año 2018, en este caso se incluyen todos los fallecidos desde las 22 semanas de gestación hasta los 7 días de vida.

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¿Qué efectos psicológicos sufren los padres ante esta pérdida?

La pérdida perinatal es un duelo, por lo tanto se manifiestan las características propias de la pérdida de un ser querido: tristeza, sentimientos de anhelo, alteraciones en el apetito o el sueño. El duelo es una respuesta normal, pero a veces puede complicarse por ser muy duradero y/o muy intenso. También puede alargarse por la aparición de algún trastorno, como un trastorno depresivo o por estrés postraumático.

¿Cuánto tiempo puede durar este duelo?

En general, cuando se habla de duelos se estima una duración aproximada de un año. Cuando hablamos de un año, estamos hablando de estadística y de medias, ni todo el mundo va a tardar un año, ni todas las personas tienen las mismas vivencias, ni el hecho de tardar más de un año es necesariamente patológico. Del mismo modo, también de media, los primeros seis meses tienden a ser los de mayor intensidad del duelo. El duelo perinatal, al igual que el resto de duelos, también debería guiarse por estos mismos tiempos.

¿En qué consiste un programa de duelo gestacional perinatal? ¿Qué profesionales sanitarios están implicados?

Algunos hospitales realizan una atención específica a las situaciones de pérdida perinatal con el fin de facilitar el proceso de duelo, legitimarlo y no invisibilizarlo o desautorizarlo. Todos los profesionales sanitarios que atienden los partos están implicados. En estas situaciones es muy importante tanto el lenguaje que se emplea, como el facilitar la despedida en un lugar en que se minimice el ruido ambiental (por ejemplo, llantos de bebés) y el poder tener cajas de recuerdos, que son unas cajas en que se guardan objetos físicos de recuerdo del bebé o de la estancia en hospitalización, como fotografías o huellas de las manos o de los pies. La atención psicológica puede resultar de ayuda tanto para acompañar el duelo normal, como para identificar situaciones en las que ya se requiere una intervención.

¿Hay algún protocolo sanitario establecido en caso de duelo perinatal?

Actualmente, en España no existe una atención sanitaria protocolizada para atender el duelo perinatal. En Cataluña existe la Guía de acompañamiento al duelo perinatal del Departamento de Salud de la Generalitat de Catalunya. También hay otras guías como la de Atención profesional a la pérdida y duelo durante la maternidad del Servicio Extremeño de Salud, publicada en abril de 2015 para orientar a los profesionales que trabajan en este área o la guíarealizada por la Asociación de apoyo para la muerte perinatal y neonatal, Umamanita, y la entidad El Parto es Nuestro. A nivel internacional, hay recomendaciones recogidas en las Guías de Práctica Clínica de Salud Mental Perinatal, como la guía del National Institute for Health and Care Excellence(NICE) del Reino Unido.

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Según su experiencia ¿por qué es importante la implantación de este tipo de programas?

Para autorizar un duelo que está desautorizado, es decir, que a pesar de conllevar una pérdida no recibe la misma comprensión por parte del entorno social que otros procesos. Este tipo de programas son necesarios para facilitar el proceso del duelo. No existe una evidencia clara de que el empleo de buenas prácticas (despedirse del bebé, cajas de recuerdos, etc.,) prevenga los efectos posteriores en salud mental. Sin embargo, los estudios subrayan que las madres y padres perciben como una experiencia positiva la atención en unidades especializadas en pérdida fetal (con tratamiento individualizado y percepción de accesibilidad y disponibilidad).

¿Cree que tenemos una sociedad que le da la espalda a la muerte? ¿Cree que la sociedad no comprende, ni reconoce, e invisibiliza este duelo?

Sí, vivimos en una sociedad que le da la espalda a la muerte, la niega. Existen muchos ejemplos de incomprensión, frases como “ya tendrás otro hijo” o “tienes que superarlo”, “estas triste, ¿todavía es por eso?”, no ayudan. Tenemos que evitarlas.

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A los padres que sufren la pérdida de un hijo se les da una baja por depresión o ansiedad, pero no por duelo. Solo Nueva Zelanda, India y Filipinas ofrecen una baja por duelo gestacional. En España, el permiso de maternidad por muerte perinatal existe cuando el tiempo de gestación es superior a los 180 días y el bebé pesa más de 500 gramos. El duelo perinatal caería dentro de esta categoría. ¿Es esta medida suficiente especialmente en casos de abortos espontáneos y duelo perinatal?

No es suficiente e invisibiliza todas las pérdidas que no cumplen los requisitos para el permiso por maternidad. En el momento actual, si una madre necesita un tiempo para recuperarse y su pérdida es menor a 180 días su baja es por enfermedad común (depresión o ansiedad). Esto es muy discutible, puesto que no necesariamente tienen un trastorno mental por el que tienen que estar de baja. Todas las personas en situación de duelo necesitan un tiempo para recuperarse, pero esto no está contemplado en nuestro sistema. Además, en el caso concreto del duelo perinatal, la madre necesita un tiempo para recuperación psicológica y física. Una de las consecuencias de empezar antes de tiempo sería que el trabajo podría emplearse como una estrategia de evitación, que funciona a corto plazo, pero a largo plazo no ayuda a procesar el duelo.

Este contenido fue originalmente publicado en Univadis, parte de la Red Profesional de Medscape.

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Nuevos conocimientos sobre convulsiones psicógenas en adolescentes

Los adolescentes con convulsiones psicógenas no epilépticas sufren acoso grave tanto por parte de sus compañeros como del personal de la escuela, según sugieren los resultados de un pequeño estudio.

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La experiencia escolar de los adolescentes con convulsiones psicógenas no epilépticas es abrumadoramente negativa, indicó a Medscape Noticias Médicas la investigadora del estudio, Andrea Tanner, Ph. D., becaria posdoctoral de Indiana University School of Nursing, en Indianápolis, Estados Unidos.

La investigadora espera que estos resultados estimulen un esfuerzo de colaboración entre los estudiantes, las escuelas, las familias y los proveedores de atención médica “para desarrollar un plan eficaz para ayudar a estos adolescentes a enfrentar y manejar esta afección y con suerte, alcanzar la libertad de convulsiones”.

Los hallazgos se presentaron en el 75° Congreso Anual de 2021 de la American Epilepsy Society (AES).

Ansiedad, perfeccionismo

Aunque las convulsiones psicógenas se parecen a las convulsiones epilépticas, tienen una base psicológica y a diferencia de la epilepsia, no son causadas por una actividad eléctrica anormal del cerebro.

Si bien la experiencia escolar ha sido identificada previamente como una fuente de factores predisponentes, precipitantes y perpetuadores de las convulsiones psicógenas no epilépticas, se sabe poco sobre la experiencia escolar de los adolescentes con el trastorno y el papel que puede desempeñar en el manejo de las convulsiones psicógenas no epilépticas, señalaron los investigadores.

Durante sus 20 años como enfermera escolar, Tanner vio de primera mano cómo el personal de la escuela luchaba por responder adecuadamente a los adolescentes con convulsiones psicógenas no epilépticas. “Querían llamar al 911 cada vez; querían responder como si fuera un ataque epiléptico”.

Para el estudio entrevistó a 10 adolescentes con convulsiones psicógenas no epilépticas, de entre 12 y 19 años, a quienes encontró principalmente a través de grupos de apoyo de Facebook, pero también a través de folletos. Todos los participantes se habían sometido a video electroencefalograma y habían sido diagnosticados con convulsiones psicógenas no epilépticas.

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A partir de las entrevistas, Tanner y sus colaboradores llevaron a cabo un análisis de contenido cualitativo y descubrieron temas “generales”.

Un tema principal fue el estrés, en el que algunos entrevistados se centraron en la intimidación por parte de los compañeros o el acoso por parte del personal de la escuela, gran parte del cual estaba relacionado con acusaciones de que los niños “fingían” ataques para llamar la atención, dijo Tanner.

Algunos adolescentes informaron que se les prohibió asistir a eventos escolares, como excursiones, por temor a que fueran una “distracción”, lo que los llevó a sentimientos de aislamiento y exclusión, destacó Tanner.

Las investigaciones apuntan a una incidencia creciente de convulsiones psicógenas no epiléptica entre los adolescentes. Esto puede deberse a que ahora se reconoce mejor, o puede deberse a los factores estresantes únicos que enfrentan los adolescentes de hoy, indicó Tanner.

Los adolescentes hablaron sobre las presiones que sienten para ser los mejores en todo. “Querían ser buenos en atletismo; querían ser buenos en lo académico; querían ingresar a una buena universidad”, añadió Tanner.

Algunos participantes del estudio se habían sometido a psicoterapia, incluida la terapia cognitivo-conductual y otros habían investigado la terapia basada en la atención plena. Sin embargo, no todos estaban recibiendo tratamiento. Para algunos, esa atención era inaccesible, mientras que otros habían intentado una intervención de atención de salud mental, pero la habían abandonado.

Aunque todos los participantes del estudio eran de sexo femenino, Tanner entrevistó a hombres fuera de este estudio y encontró que sus experiencias son similares.

Su próximo paso de investigación es intentar cuantificar los hallazgos. “Me gustaría comenzar a ver cuáles serían los desenlaces apropiados si tuviera que hacer una intervención para mejorar la experiencia escolar”.

Su mensaje para los médicos es ver a las enfermeras escolares como un “socio” o “aliado” que “puede unir el mundo de la salud y la educación”.

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Investigación importante y novedosa

Al comentar sobre la investigación para Medscape Noticias Médicas, la Dra. Barbara Dworetzky, jefa del Departamento de Epilepsia en el Brigham and Women’s Hospital y profesora de neurología de Harvard Medical School,señaló que es “importante y novedosa”.

El estudio se centra en los principales factores, o temas, que conducen a un mayor estrés, como el acoso, el aislamiento y “no ser creído”, que probablemente sean desencadenantes de las convulsiones psicógenas no epilépticas, indicó la Dra. Dworetzky.

El estudio también es importante porque se centra en factores que ayudan a que las niñas “se sientan apoyadas y protegidas, por ejemplo, que el personal se tome los episodios en serio”, dijo.

Las medidas cualitativas del estudio “son una forma válida de entender a estas niñas y darles una voz”, destacó la Dra. Dworetzky, añadiendo que el estudio proporciona “información práctica” que podría ayudar a orientar los tratamientos para mejorar los resultados en este grupo.

Una limitación del estudio fue que tuvo una cohorte muy pequeña de adolescentes seleccionada solo a través de familias en grupos de apoyo de Facebook o volantes, comentó.

“Es probable que haya muchos otros grupos que ni siquiera tienen familias que intenten ayudarlos. Cohortes más grandes sin este tipo de sesgo pueden ser los próximos pasos”, agregó.

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La diversidad de bacterias intestinales en los lactantes se relaciona con reducción de las alergias alimentarias

Los lactantes con mayor diversidad de bacterias en las heces tienen menos tendencia a presentar alergias a alimentos como huevo, leche o cacahuate, dijeron los investigadores.

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Los hallazgos podrían dar lugar a nuevas estrategias para prevenir la alergia alimentaria mediada por inmunoglobulina E, según Christine Joseph, Ph. D., maestra en salud pública, epidemióloga del Henry Ford Health System, en Detroit, Estados Unidos, y sus colaboradores.

“La colonización bacteriana es un factor que puede ser modificable en la trayectoria causal a la alergia alimentaria mediada por inmunoglobulina E”, escribieron en su artículo publicado en Pediatric Allergy and Immunology.

Las alergias alimentarias pueden presentarse cuando la exposición a alimentos específicos activa las células cebadas y los basófilos. Las alergias pueden causar eccema atópico en lactantes y rinitis y asma a una edad posterior.

En los lactantes sanos las proteínas alimentarias interactúan con células presentadoras de antígeno, pero las células T reguladoras suprimen las respuestas inmunitarias, previniendo las alergias, señalan los investigadores.

La relación entre bacterias intestinales y alergias es compleja. Los oligosacáridos de la leche humana inducen la producción de interleucina-10 e inmunoglobulina A y también estimulan el desarrollo de Bifidobacterium y Lactobacillus, de acuerdo con los investigadores. Clostridia activa la liberación de factor de crecimiento transformante beta-1 que ayuda a inducir a las células T reguladoras a suprimir las reacciones inmunitarias indeseables. Las bacterias intestinales también ayudan a fermentar carbohidratos complejos al generar ácidos grasos de cadena corta, lo que influye en la célula B y la función de barrera intestinal.

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Estudios previos han revelado asociaciones entre la composición de la microbiota intestinal y las sensibilidades alimentarias. Han indicado que el retraso de la colonización de las bacterias en el intestino puede provocar irregularidades en el desarrollo de los tejidos linfoides asociados al intestino.

Para comprender mejor esta relación, Joseph y sus colaboradores analizaron los datos del Programa de Investigación sobre Microbios, Alergia, Asma y Mascotas de la cohorte de nacimiento del Estudio Longitudinal de Alergia y Asma del Entorno Sanitario del Condado Wayne.

Los investigadores reclutaron a mujeres embarazadas de 21 a 45 años en el área metropolitana de Detroit que recibían atención prenatal en las clínicas obstétricas del Henry Ford Health System entre septiembre de 2003 y noviembre de 2007. Obtuvieron muestras de sangre de los lactantes en las visitas domiciliarias a los 6 y 12 meses. En una consulta en la clínica a los 24 meses, determinaron inmunoglobulina E sérica específica de alérgenos, administraron pruebas de alergias por punción cutánea y entrevistaron a los padres para indagar los antecedentes personales patológicos de sus hijos, los alimentos que evitaban, los síntomas digestivos y las reacciones a los alimentos. Los investigadores obtuvieron muestras de heces a 1 mes y a los 6 meses de edad.

Un panel de dos alergólogos certificados revisó los datos clínicos y de las entrevistas desde el nacimiento hasta los 3 a 5 años de edad para clasificar a los lactantes en categorías de probabilidad o no probabilidad de tener alergia alimentaria mediada por inmunoglobulina E. Un tercer alergólogo dictaminó en los casos de desacuerdo.

De los 447 niños con datos suficientes, a 44 se les diagnosticó alergia alimentaria mediada por inmunoglobulina E. De ellos, 59% era alérgico a un alimento, 30% a dos alimentos y 11% a tres alimentos. La alergia más común era al huevo (en 73% de los niños alérgicos), seguida de la alergia al cacahuate (59%) y a la leche (20%).

En los niños de 3 a 5 años las muestras de heces de los alérgicos mostraban una diversidad sustancialmente menor de la microbiota intestinal, en comparación con los no alérgicos, sobre todo a la leche y al cacahuate. La diferencia fue estadísticamente significativa (todos los valores de p ajustados con respecto a covariables para las métricas alfa < 0,007).

Al analizar las bacterias específicas de los lactantes de 6 meses, los investigadores encontraron menos abundancia de 20 unidades taxonómicas operativas individuales en los niños alérgicos, principalmente de los órdenes Bacteroidales y Clostridiales. Por otra parte, estos niños tenían más abundancia de Bifidobacteriales.

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El hallazgo podría dar lugar a nuevas estrategias para prevenir las alergias a los alimentos, señaló la Dra. Vivian Hernández-Trujillo, directora de alergias e inmunología en el Nicklaus Children’s Hospital, en Miami, Estados Unidos, quien no intervino en el estudio.

“Es un poco prematuro, pero no hay duda de que es necesario continuar la investigación en este campo dado que sería increíble la posibilidad de intervención en las alergias alimentarias mediadas por inmunoglobulina A”, comentó a Medscape Noticias Médicas. “Estudios como este nos brindan la esperanza de que podremos prevenir las alergias a los alimentos”.

Todavía no contamos con suficientes datos para recomendar algún tratamiento (como probióticos) que pudiera influir en la microbiota intestinal de los lactantes, destacó.

Hasta ahora la mejor estrategia para prevenir las alergias al cacahuate es comenzar a introducir alimentos sólidos en general y productos derivados del cacahuate específicamente, a una edad temprana del lactante, dijo la Dra. Hernández-Trujillo, citando las Addendum Guidelines for the Prevention of Peanut Allergy in the United States: Report of the National Institute of Allergy and Infectious Diseases.

La Dra. Hernández-Trujillo refiere relaciones económicas con DBV Technologies y Kaléo. Joseph ha declarado no tener ningún conflicto de interés económico pertinente.

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Síndrome del corazón roto: en aumento, especialmente en mujeres de 50 a 74 años

Como nefróloga pediatra, la Dra. Elaine S. Kamil está acostumbrada a pasar largas horas ayudando a niños y adolescentes con una variedad de problemas, algunos muy serios y también hace tiempo para retribuir a su especialidad.

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A finales de 2013 estaba en Washington D. C., Estados Unidos, planeando una reunión de la American Society of Nephrology. Cuando los organizadores decidieron en el último minuto que se necesitaba otra sesión, ella se quedó hasta tarde preparándola. Luego se subió a un avión y regresó a su casa en Los Ángeles, Estados Unidos, un sábado por la noche.

Justo después de la medianoche, la Dra. Kamil supo que algo andaba mal.

“Tenía un dolor de pecho muy fuerte. Tengo reflujo y sé lo que se siente. Esto fue mucho más intenso. Me dolió mucho”, señaló. Pensó: “¿Debería despertar a mi marido?”.

Pronto el dolor empeoró tanto que tuvo que hacerlo.

En el hospital, un electrocardiograma resultó levemente anormal, al igual que un análisis de sangre que mide el daño al corazón. A continuación se hizo un angiograma, una técnica de imágenes para visualizar el corazón. Una vez que los médicos vieron la imagen en la pantalla durante el angiograma, supieron el diagnóstico: síndrome del corazón roto, conocido médicamente como miocardiopatía por síndrome de Takotsubo o miocardiopatía inducida por estrés. Como sugiere su nombre, se desencadena por un estrés extremo o una pérdida.

Los síntomas son dolor en el pecho que parece provenir de un ataque cardiaco, dificultad para respirar y desmayos. La pista reveladora del diagnóstico es la aparición de las paredes del ventrículo izquierdo del corazón, su principal cámara de bombeo. Cuando la afección está presente, el ventrículo izquierdo cambia de forma, desarrollando un cuello estrecho y un fondo redondo, que se asemeja a una olla en forma de pulpo llamada takotsubo, utilizada por los pescadores en Japón, donde la afección se reconoció por primera vez en 1990.

Como la mayoría de los afectados, la Dra. Kamil, ahora de 74 años, está bien; todavía está trabajando activamente como investigadora y profesora emérita en Cedars-Sinai Medical Center y profesora clínica de ciencias de la salud de pediatría en UCLA. Pero ahora se enfoca más en la reducción del estrés.

Afección en aumento

Una nueva investigación de Cedars-Sinai sugiere que el síndrome del corazón roto, aunque todavía no es frecuente, no es tan raro como se pensaba. Y va en aumento, especialmente entre las mujeres de mediana edad y mayores.

Este grupo “medio”, las mujeres de 50 a 74 años, tuvo la mayor tasa de aumento durante los años estudiados, 2006 a 2017, indicó la Dra. Susan Cheng, autora principal del estudio, publicado en Journal of the American Heart Association.[1] Es directora del Institute for Research on Healthy Aging en Smidt Heart Institute at Cedars-Sinai Medical Center, en Los Ángeles, Estados Unidos.

La Dra. Cheng y su equipo utilizaron datos de hospitalización de nosocomios nacionales con más de 135.000 personas diagnosticadas con la afección durante los 12 años del estudio. Más de 88% de todos los casos se dio en mujeres, especialmente en personas de 50 años o más. Cuando los investigadores analizaron más de cerca, encontraron que el diagnóstico ha aumentado al menos de 6 a 10 veces más rápidamente para las mujeres en el grupo de 50 a 74 años que en cualquier otro grupo.

Por cada caso de la afección en mujeres más jóvenes o en hombres de todos los grupos de edad, los investigadores encontraron 10 casos adicionales en mujeres de mediana edad y seis casos adicionales en mujeres mayores. Por ejemplo, si bien el síndrome se presentó en 15 mujeres más jóvenes por millón por año, ocurrió en 128 mujeres de mediana edad por año.

Los grupos de edad que se encuentran en mayor riesgo fueron sorprendentes, indicó la Dra. Cheng, quien esperaba que el riesgo fuera mayor en el grupo de mujeres de mayor edad, las mayores de 75 años.

Si bien los médicos ahora son más conscientes de la afección, “no se trata solo del mayor reconocimiento. Algo está sucediendo que ha impulsado el aumento continuo. Probablemente tenga algo que ver con los cambios ambientales”, señaló.

Las hormonas y las diferencias hormonales entre hombres y mujeres tampoco cuentan toda la historia, agregó. Su equipo lo estudiará más a fondo, con la esperanza de encontrar eventualmente quién podría tener más probabilidades de contraer la afección al hablar con quienes la han tenido y recopilar pistas. “Probablemente exista alguna predisposición genética subyacente”.

“Las hormonas neurales que impulsan la respuesta de huir o luchar (como la adrenalina) definitivamente están elevadas. El cerebro y el corazón están hablando entre sí”, destacó.

Los expertos añadieron que estas hormonas del estrés en aumento esencialmente “aturden” el corazón y afectan su funcionamiento. La pregunta es qué hace que las mujeres sean particularmente más susceptibles a alterarse excesivamente cuando se exponen al estrés. Eso no está claro, comentó la Dra. Cheng.

Si bien la afección es una experiencia aterradora, “el pronóstico general es mucho mejor que tener un ataque cardiaco común”, añadió.

Pero los investigadores todavía están averiguando los resultados a largo plazo y ella no puede decir a los pacientes si es probable tener otro episodio.

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Hallazgos de investigación reflejados en la práctica

Otros cardiólogos dicen que no les sorprenden los nuevos hallazgos.

“Creo que es muy consistente con lo que estoy viendo clínicamente”, indicó la Dra. Tracy Stevens, cardióloga del Saint Luke’s Mid America Heart Institute, en Kansas City, Estados Unidos. En los últimos 5 años ha diagnosticado al menos 100 casos. Está de acuerdo en que el aumento se debe en parte, pero no del todo, a una mayor conciencia de los médicos sobre la afección.

Si una mujer posmenopáusica llega al hospital con dolor en el pecho, es más probable que se sospeche de la afección ahora que en el pasado, señaló la Dra. Stevens, quien también es directora médica del Muriel I. Kauffman Women’s Heart Center en Saint Luke’s. Es difícil pasar por alto la imagen parecida a una olla de pulpo.

“Lo que vemos en la base del ventrículo izquierdo es que se aprieta mucho, se infla”, destacó.

“Probablemente vemos al menos de cinco a diez por mes”, añadió el Dr. Kevin Bybee, profesor asociado de medicina en University of Missouri-Kansas City School of Medicine.

Es posible que el aumento en las cifras encontrado por los investigadores de Los Ángeles ni siquiera capture la imagen real de cuántas personas han contraído esta afección, destacó. Sospecha que algunas mujeres cuyos fallecimientos se atribuyen a la muerte súbita cardiaca en realidad podrían haber tenido el síndrome del corazón roto.

“Siempre me he preguntado cuántos no llegan al hospital”, indicó.

El Dr. Bybee, quien también es director médico de servicios cardiovasculares en St. Luke’s South, en Overland Park, Estados Unidos, se interesó en el síndrome durante su beca en la Mayo Clinic cuando diagnosticó a tres pacientes en solo 2 meses. El especialista y su equipo publicaron los reportes de casos de siete pacientes en 2004.[2] Desde entonces se han publicado muchos más informes.

Los investigadores de Texas utilizaron la misma base de datos nacional que los investigadores de Cedars para analizar los casos de 2005 a 2014 y también encontraron un aumento.[3] Pero el coautor del estudio, el Dr. Abhijeet Dhoble, cardiólogo y profesor asociado de medicina en UT Health Science Center y Memorial Hermann-Texas Medical Center, en Houston, Estados Unidos, cree que un mayor reconocimiento explica la mayor parte del aumento.

Y la pandemia ahora está jugando un papel en el aumento de casos, destacó.

“En los últimos 2 años hemos notado un número creciente de casos, probablemente debido a la pandemia”, anotó.

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Perfiles de casos

A lo largo de los años, el Dr. Bybee ha recopilado información sobre lo que sucede antes de que el corazón comience a volverse loco.

“Entre 15 y 20% de las veces no hay un desencadenante obvio”, indicó.

Otras veces un evento emocional estresante, como el deceso de un cónyuge o un accidente automovilístico grave, puede desencadenarlo.

Una paciente con un miedo extremo a hablar en público tuvo que dar una charla frente a un grupo grande cuando era nueva en un trabajo. Otra mujer perdió dinero en un casino antes de que fallara el corazón, comentó el Dr. Bybee. Otro paciente sacó a su perro a pasear por el bosque y el perro quedó atrapado en una trampa para mapaches.

Argumentos intensos y fiestas sorpresa han desencadenado la afección, señaló el Dr. Bybee. Los problemas físicos, como el asma o la sepsis, una complicación potencialmente mortal de una infección, también pueden desencadenar el corazón roto.

“Es un desafío porque es impredecible”, señaló.

Tratamiento y recuperación

La afección rara vez es fatal, dicen los expertos de Harvard y Mayo Clinic, pero algunos pacientes pueden tener complicaciones como insuficiencia cardiaca.

No existen pautas estándar para el tratamiento, agregó Dhoble, de Memorial Hermann. “Damos fármacos para mantener la presión arterial en el rango óptimo”. Los médicos también pueden recetar fármacos para reducir los lípidos y anticoagulantes. “La mayoría de los pacientes se recuperan en 3 a 7 días”.

“Por lo general en un mes, su función cardiaca vuelve a la normalidad”, señaló la Dra. Stevens.

Recuperar toda la energía puede llevar más tiempo, como descubrió la Dra. Kamil. “Pasaron unos 6 meses antes de que me pusiera al día”, indicó.

Charla de sobrevivientes

Mirando hacia atrás, la Dra. Kamil se da cuenta ahora de lo estresada que estaba antes de su episodio.

“Cuidé de niños con enfermedades crónicas”, dijo, y se preocupó por ellos. “Soy una especie de mamá gallina”.

Además de la atención al paciente y la planificación de reuniones entre los condados, viajaba de ida y vuelta a Florida para atender a su madre, que tenía problemas de salud crónicos. También administraba el premio anual de medios de ese año en una universidad de San Diego que ella y su esposo establecieron después del fallecimiento de su hijo adulto varios años antes.

“Estaba ocupada con eso y es una experiencia agridulce”, indicó.

Está tratando de seguir el consejo de su cardiólogo de bajar la velocidad.

“Solía tener fama de decir: ‘Necesito hacer una cosa más'”, agregó.

Joanie Simpson señaló que ella también ha bajado el ritmo. Le diagnosticaron el síndrome de corazón roto en 2016, después de una avalancha de eventos estresantes. Su hijo se enfrentaba a una cirugía de espalda, su yerno había perdido su trabajo y su pequeño Yorkshire terrier Meha falleció. Y ella y su esposo, Benny, tenían problemas con su propiedad de alquiler.

Ahora, con 66 años de edad y jubilada en Camp Wood, Estados Unidos, ha aprendido a disfrutar de la vida y a preocuparse un poco menos. La música es una forma de lograrlo.

“Somos Parrotheads“, indicó, haciendo referencia al apodo que se les da a los fans del cantante Jimmy Buffett. “Escuchamos a Buffett y música de los sesenta, setenta y ochenta. Bailamos en la casa. No somos de ir a tabernas, así que bailamos alrededor de la sala y esperamos no caernos de la mesa de café. Hasta ahora todo bien”.

Tienen planes de comprar un pequeño pontón e ir a pescar. Benny ama especialmente esa idea, dice riendo, ya que descubre que es la única vez que ella deja de hablar.

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Reducir la frase: “¿Qué pasaría si…?”

Los pacientes tienen una pregunta y una preocupación en común: ¿Y si vuelve a ocurrir?

“Definitivamente me preocupaba más al principio”, señaló la Dra. Kamil. “¿Podría tener daño cardiaco permanente? ¿Seré una persona con discapacidad cardiaca?”. Su preocupación se ha calmado.

Si sospecha de la afección, “acuda a un médico que la conozca”, comentó.

Es muy probable que los cardiólogos sospechen de la afección, comentó el Dr. Bybee, al igual que los médicos que trabajan en un Departamento de Urgencias de gran volumen.

La Dra. Stevens, de St. Luke’s, es directa y dice a sus pacientes lo que se sabe y lo no se sabe de la afección. Recomienda que sus pacientes vayan a rehabilitación cardiaca.

“Les da esa confianza para saber lo que pueden hacer”, indicó.

También da consejos sobre el estilo de vida, sugiriendo a los pacientes que obtengan un baumanómetro para medir la presión arterial en casa y lo usen. Sugiere prestar atención a la buena nutrición y el ejercicio y no levantar nada tan pesado que requiera hacer mucho esfuerzo.

Concéntrese en proteger la salud del corazón, dice la Dra. Cheng a los pacientes. Los anima a encontrar el plan de reducción del estrés que les funcione. Lo más importante es que les pide a los pacientes que comprendan que no es su culpa.

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Moderna anuncia los primeros datos de eficacia de su vacuna anti-COVID-19 en niños de 6 a 11 años

Moderna anunció que su vacuna de ARN mensajero contra la COVID-19 desencadena una fuerte respuesta inmune en niños de 6 a 11 años, comparable al refuerzo informado anteriormente en adolescentes y adultos.

Los resultados de estos primeros estudios provisionales de fases 2/3 también muestran que la vacuna tiene un perfil de seguridad favorable en este grupo de edad.

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La tasa de respuesta serológica de 99,3% en los participantes de 6 a 11 años en el estudio KidCOVE, por ejemplo, estuvo dentro de 0,6% de la tasa observada en los adultos jóvenes en el ensayo de fase 3 de Moderna.

Un total de 4.753 niños sanos participaron en el estudio KidCOVE aleatorizado, enmascarado y controlado con placebo. Los investigadores evaluaron los niveles de anticuerpos neutralizantes después de dos dosis de 50 microgramos de la vacuna mRNA-1273 de la compañía administradas con 28 días de diferencia.

El cociente de media geométrica (GMR) de anticuerpos neutralizantes del SARS-CoV-2 que compara la respuesta en niños con la respuesta en adultos jóvenes del estudio de fase 3 COVE fue de 1,5 (intervalo de confianza del 95% [IC 95%]: 1,3 a 1,8). Estos resultados demuestran una fuerte respuesta inmune en esta cohorte de niños 1 mes después de la segunda dosis y cumplieron los criterios de valoración coprimarios de inmunogenicidad, según un comunicado de prensa de la empresa.

Moderna planea enviar estos datos a la Food and Drug Administration (FDA) de Estados Unidos y otras agencias reguladoras en todo el mundo como parte de su solicitud de autorización de la vacuna en este grupo de edad.

“Nos alienta el perfil de inmunogenicidad y seguridad de mRNA-1273 en niños de 6 a menos de 12 años y nos complace que el estudio cumpliera con sus criterios de valoración primarios de inmunogenicidad”, dijo Stéphane Bancel, director ejecutivo de Moderna en el comunicado de prensa.

El anuncio de Moderna se produce solo tres días después de que la FDA descubrió que los beneficios superaban los riesgos asociados con dos dosis de la vacuna de ARN mensajero de Pfizer/BioNTech en niños de 5 a 11 años. También la semana pasada, la Casa Blanca anunció sus planes para vacunar a los niños estadounidenses.

En el estudio KidCOVE, mRNA-1273 fue generalmente bien tolerada con un perfil de seguridad y tolerabilidad que también coincide en general con el estudio de fase 3 COVE en adolescentes y adultos, informa la compañía. La mayoría de los eventos adversos fueron de gravedad leve o moderada e incluyeron fatiga, dolor de cabeza , fiebre y dolor en el lugar de la inyección.

Los participantes continuarán siendo vigilados por seguridad y efectividad durante 12 meses después de su segunda dosis. Aunque la inscripción en KidCOVE está completa para los niños de 6 a 11 años, el reclutamiento de niños de 6 meses a menos de 6 años continúa.

Damian McNamara es un periodista con sede en Miami. Cubre una amplia diversidad de especialidades médicas, que incluyen enfermedades infecciosas, gastroenterología y reumatología.

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Asociación Puertorriqueña de Psiquiatras decreta en emergencia salud mental de niños en la Isla

A razón de la pandemia del COVID-19, la Asociación Puertorriqueña de Psiquiatras de Niños y Adolescentes (APPNAAPPNA) anunció que se une a la declaración de emergencia de salud mentaldecretada por la Academia Americana de Pediatría por el significativo aumento de casos de niños y adolescentes que requieren atención de psiquiatras. 

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“La demanda es exponencial en los servicios de salud mental pediátricos”, así lo indicó la Dra. Karen Martínezpresidenta de la APPNA, quien hizo un llamado a las autoridades nacionales a ofrecer una respuesta de emergencia que vincule a todos los sectores de la comunidad médica para sumar esfuerzos, puesto que no existe una estrategia clara.

Dra. Karen Martínez, presidenta de la APPNA.

“Al momento no exista una estrategia clara de cómo se va a atender esta emergencia nacional en Puerto Rico. En la Asociación Puertorriqueña de Psiquiatras de Niños y Adolescentes estamos claros que no hay suficientes psiquiatras en la isla para atender esta necesidad”, explicó. 

Estadísticas recientes  indican que en Estados Unidos las tasas de problemas de salud mental infantil y suicidio aumentaron constantemente entre 2010 y 2020 y para 2018, siendo el suicidio la segunda causa principal de muerte entre los jóvenes de 10 a 24 años.

Martínez mencionó que a razón de esto, un grupo de investigadores de Puerto Rico publicaron un estudio el cual reveló un aumento en síntomas de estrés postraumático y síntomas depresivos en la población pediátrica. De igual modo, los sismos en el sur de la isla también han dejado huellas en la salud mental de los más vulnerables. 

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El comunicado indica lo siguiente: 

La Asociación Puertorriqueña de Psiquiatras de Niños y Adolescentes (APPNA) se unió a la Academia Estadounidense de Pediatría (AAP), la Academia Estadounidense de Psiquiatras de Niños y Adolescentes(AACAP) y la Asociación de Hospitales Infantiles (CHA) en la declaración de un Estado Nacional de Emergencia en Salud Mental Pediátrica. 

Los desafíos que enfrentan los niños, niñas y adolescentes están causando disfunción en la vida de nuestra población pediátrica por lo que hacemos un llamado a los legisladores en todos los niveles de gobierno y defensores de los niños y adolescentes para que se unan a nosotros en esta declaración y aboguen por lo siguiente:

·   Aumentar los fondos estatales y federales dedicados a garantizar que todas las familias y los niños, desde la infancia hasta la adolescencia, puedan acceder a exámenes, diagnósticos y tratamientos de salud mental, basados en la evidencia, para abordar adecuadamente sus necesidades de salud mental, con especial énfasis en satisfacer las necesidades de las poblaciones de escasos recursos.

·   Abordar los desafíos regulatorios y mejorar el acceso a la tecnología para asegurar la disponibilidad continua de telemedicina para brindar atención de salud mental a todas las poblaciones.  Esto incluye, en Puerto Rico, mejorar los sistemas para poder brindar recetas de medicamentos de manera electrónica.  

·   Aumentar la implementación y la financiación sostenible de modelos eficaces de atención de la salud mental en las escuelas, incluidas las estrategias clínicas y los modelos de pago.

·   Acelerar la adopción de modelos efectivos y financieramente sostenibles de atención integral de salud mental en pediatría de atención primaria, incluidas estrategias clínicas y modelos de pago.

·   Fortalecer los esfuerzos emergentes para reducir el riesgo de suicidio en niños y adolescentes a través de programas de prevención en escuelas, atención primaria y entornos comunitarios.

·   Abordar los desafíos constantes de las necesidades de atención aguda de niños y adolescentes, incluida la escasez de camas y el alojamiento en salas de emergencia, ampliando el acceso a programas de reducción de la dependencia de pacientes hospitalizados, unidades de estabilización de corta estancia y equipos de respuesta basados en la comunidad.

·   Financiar por completo el sistema de atención integral basado en la comunidad que conectan a las familias que necesitan servicios y apoyos de salud conductual para sus hijos con intervenciones basadas en evidencia en su hogar, comunidad o escuela.

·   Promover y pagar los servicios de atención basados en trauma que apoyan la salud relacional y la resiliencia familiar.

·   Acelerar las estrategias para abordar los desafíos de aumentar la fuerza laboral en salud mental-infantil, incluidos programas de capacitación innovadores, reembolso de préstamos y esfuerzos intensificados para reclutar poblaciones subrepresentadas en profesiones de salud mental, así como atención al impacto que la crisis de salud pública ha tenido en el bienestar de los profesionales de la salud.

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Por: Yolimarian Torres  

Promover políticas que garanticen el cumplimiento y la aplicación de las leyes de paridad de salud mental.