Toma medidas para prevenir quemaduras al momento de usar velas, generadores y manejar combustible

Tomando en cuenta que la emergencia que atraviesa Puerto Rico tras el embate del huracán Fiona propicia un aumento de emergencias por quemaduras o muertes por incendios, la Unidad de Quemados del Hospital Menonita de Aibonito ofreció consejos para que la población prevenga circunstancias como esas.

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El doctor Amin Jaskille, quien dirige dicha división, resaltó que la principal causa para las quemaduras implica el uso de generadores eléctricos durante la emergencia, seguido del uso de agua caliente y estufas de gas manipuladas incorrectamente.

“En medio del tipo de emergencia que implica el paso de un huracán, aumentan las quemaduras, principalmente, en pacientes adultos. La quemadura principal es por generadores, pero, también, vemos quemaduras en niños y es importante tomar medidas”, resaltó el médico, quien cuenta con más de 10 años de experiencia en el campo.

Jaskille, quien también es miembro activo de la Asociación Americana de Quemaduras (ABA, en inglés), enumeró varios escenarios que dan paso a quemaduras leves o letales.

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A continuación, los detallamos:

Generadores eléctricos

Al igual que el Colegio de Peritos Electricistas de Puerto Rico, Jaskille señaló que la principal causa de quemaduras al usar un generador eléctrico es la manera incorrecta en la que las personas reabastecen el instrumento con combustible.

Este tipo de accidente puede provocar quemaduras leves o letales, como ya se ha reportado esta semana tras el paso de Fiona. Aconsejó, ante eso, apagar la máquina y esperar a que se enfríe antes de volver a llenar el tanque.

“Con esa misma situación, tenemos pacientes que llegan con quemaduras porque se iluminan con teléfonos celulares mientras reabastecen el generador con combustible. Esa es la misma razón por la que las gasolineras nos dicen que no se puede usar celulares, porque los teléfonos descargan estática y entonces se enciende la persona, también”, resaltó el doctor.

Añadió que, también, han atendido quemaduras de pacientes provocada por el incendio de un combustible al tener una vela cerca.

“Increíblemente, tenemos personas que (para reabastecer de combustible su generador) se iluminan con velas o a veces no son ellos, sino otra persona que los ilumina y ahí se provoca el fuego”, apuntó.

Uso de velas

El uso de velas tradicionales es una de las causas que ocasionan un número considerable de quemaduras y pérdidas de vida anualmente, según el doctor.

Para prevenir tragedias similares, aconsejó utilizar velas de baterías, de modo que se evite el uso del fuego para iluminarse ante la ausencia del servicio eléctrico.

Las velas tradicionales encendidas se pueden pegar a una cortina, se prenden y provocan una tragedia.

En caso de emergencia por quemaduras o incendios, recuerde llamar al Sistema de Emergencias 9-1-1. Asimismo, puede llamar al (787) 954-8040 para preguntar acerca de qué hacer si usted, algún familiar o persona cerca sufre una quemadura.

Uso del gas

La segunda causa de quemaduras durante emergencias es el uso de gas natural o propano para cocinar. Este producto, como cualquier derivado del combustible, es seguro si se maneja correctamente.

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“La mayoría de los puertorriqueños están acostumbrados a usar una estufa eléctrica y no una estufa de gas. Y cuando llegan estos momentos (de emergencia) no revisan las líneas o están encendiendo una hornilla de gas afuera de su casa que, por efectos del viento, no se puede encender bien, eso provoca que se forme una nube de gas alrededor de la persona y cuando se activa el encendedor se crea la llama y provoca una quemadura”, describió el galeno.

Las quemaduras por incendios que involucran el uso de gas natural o propano ocurren durante todo el año, pero se exacerban durante las emergencias y afectan, mayormente, a personas sin conocimiento previo con respecto a cómo usar el gas para cocinar, según el doctor.

Además del uso responsable, el sentido común es importante cuando se trata de la manipulación de estos productos. Además, el Negociado de Bomberos recomienda revisar las líneas de flujo de gas en todos los equipos, en aras de prevenir cualquier fuga que propicie una combustión.

El olor fuerte a huevo podrido puede ser una señal de que ocurrió un escape de gas o que está en desarrollo. En ese momento, se recomienda abrir ventanas para disipar la acumulación del gas y, posteriormente, llamar al Negociado de Bomberos o al 9-1-1.

Agua caliente para bañarse

El ejercicio de hervir el agua para consumo humano o para bañarse no solo es aconsejado, como medida para prevenir enfermedades, sino además peligroso para adultos y niños.

Jaskille indicó que la mayoría de los pacientes que llegan de emergencia por quemaduras con agua caliente comentan que sufrieron las heridas al intentar bañarse con agua caliente.

“La quemadura se puede producir cuando calentamos agua en un envase, vamos caminando con el envase para bañarnos, nos tropezamos y nos cae el agua caliente encima. Con esas circunstancias, también, se reportan muchas quemaduras de niños, porque tropezamos con ellos o porque les salpica”, mencionó.

Aconsejó que las personas esperan más de una hora si quiere consumir el agua para beber o cocinar y, al menos, 10 minutos si la intención es bañarse.

“Si tienen un termómetro para medir la temperatura, deben asegurarse que el agua debe estar a menos de 120 grados, más de 120 grados es demasiado caliente”, sostuvo.

Quema de escombros

Este tipo de situación se da cuando, para deshacerse de los escombros acumulados por los daños del huracán, las personas optan por echarles gasolina y encenderlos con fuego.

“La gente, por limpiar rápido, les echan gasolina y se prende en fuego. Eso puede provocar quemaduras para quien o haga”, advirtió Jaskille.

Aprende a manejar tus emociones en momentos de crisis

El paso del huracán Fiona por la isla se ha convertido en una pesadilla de grandes proporciones para cientos de familias que han perdido sus hogares y pertenencias, una estela de desastres que incluye ríos desbordados e inundaciones en carreteras y comunidades, deslizamientos de tierra, así como falta de agua potable y de electricidad, entre muchos otros problemas que se intentan resolver.

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Una situación muy similar a la que se vivió en la isla luego del paso del huracán María hace ya cinco años, sin contar las múltiples dificultades que se han vivido desde entonces -como los terremotos o la pandemia de coronavirus-, y que han predispuesto a la ciudadanía a desarrollar síntomas de mucha ansiedad, tensión y desesperanza. Emociones que también generan malestar social y violencia, lo que tiene un efecto en la calidad de vida de todos.

“Hay mucha incertidumbre en la ciudadanía, la gente está llorosa y hay mucho desespero entre las personas. Eso da paso a lo que se conoce como retraumatización porque estamos viviendo un tiempo en donde muchas de las imágenes que estamos viendo hoy día se asemejan o tienen una similitud bastante grande con el huracán María”, señala el psicólogo clínico del Hospital Menonita CIMA, doctor Humberto Cruz, tras puntualizar que es bastante común que las personas experimenten reacciones emocionales intensas ante eventos como los que se viven en estos días.

Según el psicólogo, el ser humano responde a un sistema que siempre está alerta ante el peligro. Y es que, cuando el cerebro detecta una amenaza, se activa una respuesta fisiológica en la que el sistema nervioso simpático hace que el corazón bombee más deprisa para que envíe más sangre a las distintas partes del cuerpo que la podrían necesitar.

De la misma forma, a través de una combinación de señales nerviosas y hormonales, las glándulas suprarrenales liberan una oleada de hormonas, como la adrenalina y el cortisol que preparan el organismo para “luchar o huir”. Pero cuando esas hormonas son constantes y se mantienen por mucho tiempo, se incrementa el riesgo de padecer problemas de salud, tales como ansiedad, depresión, dolores de cabeza, tensión y dolor muscular, enfermedad cardíaca, hipertensión y accidente cerebrovascular, insomnio, aumento de peso y deterioro de la memoriay de la concentración.

“Ahora mismo todo el mundo está en actitud de alerta, buscando responder a un mecanismo sumamente primitivo que es la supervivencia. Y la llegada de un huracán puede aumentar esta respuesta y causar estragos en la salud”, advierte el psicólogo, quien cree que es importante normalizar las emociones que estamos sintiendo “porque son mecanismos de defensa normales para que podamos combatir el agravio que tenemos de frente”.

Esa normalización puede ayudar a no estigmatizar los sentimientos y emociones porque son respuestas a eventos extremos. “Ahora mismo estamos en un proceso de shock y de negación. Son respuestas típicas ante este desastre natural, pero que se agrava a consecuencia de eventos del pasado (como el huracán María). Lo que a veces nos lleva a no querer reconocer que algo ha ocurrido porque es demasiado estresante, de tal manera que no lo puedo manejar. Así que, típicamente, los sentimientos cobran mucha intensidad, son impredecibles y los patrones de pensamiento y de conducta se van agravando a consecuencia de ese trauma”, explica el doctor Cruz, quien es consciente de que, en estos días, muchas personas están limpiando sus casas, sacando escombros y evaluando sus pérdidas.

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“Pero no debemos reprimir el deseo de lamentar las pérdidas materiales. Tampoco debemos olvidar la resiliencia que está en el ADN colectivo de los puertorriqueños, porque ya pasamos por esto. Y eso es importante porque un ser humano que vuelve a pasar por un evento de esta magnitud se supone que haya ganado las respuestas de afrontamiento necesarias para viabilizar otra estrategia o volver a repetirlas. Es como sacar de mi caja de herramientas una que necesito en este momento”, propone el psicólogo clínico para resaltar que, aunque estamos pasando por un momento difícil, sabemos que podemos salir hacia adelante. Por eso cree que es momento de aprovechar esas destrezas que utilizamos en el pasado para salir airoso de los retos que estamos viviendo ahora.

El reto de volver a la rutina

En estos momentos, en que sentimos que vivimos un caos como consecuencia del huracán Fiona, es muy importante intentar establecer una rutina, luego de evaluar las diversas situaciones y pérdidas debido al huracán, recomienda el psiquiatra y director médico interino del Hospital Panamericano, Ángel Martínez. “La rutina es una herramienta muy útil para sentir que tenemos el control de algo y así influenciar lo que sucede hoy y lo que sucederá mañana”.

Para lograrlo, el psiquiatra resalta la importancia de estar en un lugar donde podamos recuperarnos para evaluar qué cosas “se me quedaron por hacer, qué se pudo haber hecho mejor o qué preparativos debo tener en cuenta para la próxima vez”. Esto es importante porque vivimos en una isla tropical que todos los años tiene huracanes y el riesgo de que uno nos afecte es muy alto. Por eso, el psiquiatra enfatiza en la importancia de anticipar posibles problemas.

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“Cuando nos preparamos emocionalmente para las cosas, podemos enfrentarlas un poco mejor”, añade el también presidente electo de la Asociación de Psiquiatras de Niños y Adolescentes de Puerto Rico.Una forma de anticipar, agrega, es tener a mano los medicamentos que tomamos a diario, ya sea para el tratamiento de una enfermedad mental o una física, como puede ser la diabetes o la hipertensión, entre otras.

“Una condición que se puede ver mucho es el trastorno de estrés postraumático que involucra haber pasado por una experiencia traumática, que la vida estuvo en peligro y que tiene otros síntomas como de hipervigilancia, de sentir que las cosas nos asustan o lo asociamos a ese evento y nos puede dar pesadillas, nos vienen imágenes de lo que vivimos como si estuvieran sucediendo ahora. También podemos sentir que queremos evitar todo contacto con el exterior o con personas y cualquier cosa que asociemos con tormenta, como la lluvia, nos puede causar la misma ansiedad porque estamos acondicionados para eso y pensamos que va a suceder lo peor, además de eso nos podemos poner cínicos, irritables y nos puede dar mucha tristeza y ansiedad”, detalla el doctor Martínez, quien dice que si ese es el caso, debemos buscar una evaluación con un experto de salud mental porque la persona puede requerir tratamiento con medicamentos y psicoterapia.

Si son síntomas leves o son personas que tienen lo que se conoce como pensamientos rumiantes -esos que “no nos los podemos sacar de la cabeza”-, el psiquiatra dice que algo tan sencillo como una caminata bajo el sol y estar en contacto con la naturaleza nos puede ayudar a calmar esas ideas o pensamientos rumiantes.

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Estrategias que ayudan

“Hacer ejercicios puede complementar el tratamiento de una persona que está pasando por síntomas de tristeza. Si tiene ansiedad, se puede beneficiar de la meditación y la atención plena, así como de técnicas de relajación y de respiración: puede inhalar tres segundos hacia adentro, exhalar seis segundos, y visualizando un lugar que simbolice paz para ellos, soltando los músculos y dejándolos más relajados para soltar la tensión”, propone el doctor Martínez, para indicar que, según la fe que se practique, la oración o conversar con un guía espiritual también puede ser de mucha ayuda.

Además de eso, el psiquiatra dice que la escritura “y hacer una narrativa de todas las emociones que sintieron durante el evento y de todo lo que ocurrió, los hace sentir que ganan un poco de control sobre la situación”. De la misma forma, afirma que las personas que no han sufrido grandes daños por el huracán y están en una posición altruista de ayudar a otros, ya sean vecinos o familiares, deben dejarles saber que están disponibles para lo que necesiten.

“A veces con solo escucharlos sin juzgar y de manera empática, puede ayudar a que la otra persona sienta que no está sola en esta situación y que pueden buscar ayuda. Erróneamente, se nos ha enseñado que buscar ayuda es un signo de debilidad, cuando es todo lo contrario. En ocasiones los pacientes nos dicen que no quieren ser una carga o tienen pensamientos de que no valen lo suficiente”, recomienda el doctor Martínez, quien enfatiza que buscar ayuda es un fortaleza del ser humano y es parte de la inteligencia emocional y de ser resiliente.

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También es importante, aconseja el médico, conectar a la persona con servicios de salud mental si es lo que necesita o de salud física, además de los recursos que hay en la comunidad. Además, se debe tener en cuenta a los más viejos de la familia o los que padecen de alzhéimer y demencia senil que se pueden poner muy intranquilos en momentos como los que se viven hoy, sin electricidad ni agua potable.

“Cuando hay algún tipo de demencia se complica más el cuadro. Muchos de estos pacientes van a necesitar seguimiento más corrido de su médico primario y, a veces, también de un neurólogo, de un psiquiatra o de un trabajador social. Ahora mismo están las líneas de crisis de AMSSCA que están disponibles las 24 horas y ellos también pueden buscar en la comunidad quién puede ayudar con cualquier situación”, explica el doctor Martínez, al destacar que, dependiendo de cuán intranquilo o agresivo esté el paciente, se debe visitar una sala de emergencia de un hospital para que decidan si hace falta tomar otras medidas, como hospitalizar en una unidad de salud mental.

Si el anciano solamente está intranquilo o con ansiedad, el psiquiatra recomienda que se validen sus emociones y se escuchen sus preocupaciones. El psiquiatra también menciona que algunos pacientes de demencia tienen unos síntomas conocidos como “Sundowning” o “síndrome del ocaso” que se refiere a la ansiedad e inquietud que aparece al atardecer cuando cae el sol. Las personas que padecen este síndrome presentan agitación y comportamientos como tirar, coger o manosear objetos, además de pronunciar monólogos o provocar discusiones subidas de tono.

“Y a distintas horas del día les puede cambiar el ánimo y pueden desorientarse de repente. Una de las cosas que hacen en hogares de envejecientes es, por ejemplo, es recordarles la hora y el día que es, ponerles luces más brillantes y puedan reconocer los objetos que tienen cerca y el lugar por el que caminan”, recomienda el médico, quien también resalta que el cuidador de ese paciente debe recibir ayuda porque va a llegar un punto en que se va a sentir agotado.

Algunas medidas

Los eventos estresantes son parte de la vida. A lo que se suma que vivimos en una isla tropical que, anualmente, tiene una temporada de huracanes activa y el riesgo de sufrir el embate de un evento meteorológico mayor, es muy real. Sin embargo, sí podemos tomar medidas para manejar la forma en que nos afectan estos eventos. Aquí algunas estrategias para manejar el estrés que propone el doctor Humberto Cruz, psicólogo clínico del Hospital Menonita CIMA:

– Distanciarse un poco de los medios noticiosos. “Ver constantemente repeticiones de las imágenes del desastre, puede aumentar mucho más el estrés y la ansiedad”, advierte Cruz, quien propone que se establezca un horario o una rutina para mantenerse informado.

– Trata de comunicar tu experiencia de la forma más natural posible. Si estás en un proceso de duelo y sientes mucha tristeza, debes ser honesto y hablarlo con alguien de confianza “porque cuando hablamos del dolor que tenemos, pierde fuerza sobre nosotros”.

– Evita las maneras poco saludables de manejar el estrés, como el consumo excesivo de alcohol, cigarrillos, sustancias o comida en exceso. Si te preocupa, consulta con un profesional de la salud.

– Mantener contacto con familiares y seres queridos. “Eso es algo que nos da paz y si puedes llegar a sus casas, ya sea a pie o en carro, visítalos porque te va a dar tranquilidad, al igual que a ellos”.

– Conversa con los hijos. “Involucrar al niño en la elaboración de plan familiar de cómo se van a repartir los quehaceres de la casa. Le puedes dar una escoba o que recoja las horas, por ejemplo. Lo importante es incluirlo porque eso normaliza lo que está pasando”, recomienda Cruz, quien enfatiza en la importancia de aclarar sus dudas sobre lo que está pasando.

– Ayuda a los viejos de la familia. “Es importante explicarles lo que está pasando y que entienda que no se va a estar solo. Si es un paciente con demencia, puede ponerle una música suave y convierta la experiencia en un proceso ameno. También es importante asegurarse que tiene todos sus medicamentos y si usa oxígeno, que tenga el tanque que se puede usar si no hay electricidad”, agrega el psicólogo.

– Mantener una dieta saludable, hacer ejercicio regularmente y dormir suficiente.

– Practicar técnicas de relajación, como el yoga, la respiración profunda, los masajes o la meditación.

Las lluvias asociadas al potencial ciclón tropical 6 comienzan a llegar a la isla

Las lluvias asociadas al potencial ciclón tropical 6 comenzaron a llegar a Puerto Rico como parte de las bandas de nubosidad que se extienden hacia el oeste-noroeste del sistema, indicó el Centro Nacional de Huracanes (NHC, en inglés).

La agencia estableció en el boletín de las 2:00p.m. que el sistema podría convertise en una tormenta tropical más tarde en el día de hoy, aunque independientemente de su intensidad Puerto Rico experimentará aguaceros y tronadas mientras pase el disturbio cerca o sobre la isla.

El sistema se encuentra en la latitud 16.6 grados Norte, longitud 64.8 grados Oeste, mientras se mueve hacia el oeste-noroeste a razón de 18 mph.

El director del Servicio Nacional de Meteorología (SNM) en San Juan, Roberto García, explicó en rueda de prensa al mediodía que el mayor impacto asociado al posible ciclón serán sus lluvias y el deterioro de las condiciones marítimas.

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García resaltó que una de las estaciones del SNM registró una ráfaga de 47 millas por hora en Yabucoa, en relación con las bandas delanteras asociadas al disturbio.

Por su parte, el director interino del Negociado de Manejo de Emergencias y Administración de Desastres, Nino Correa, detalló que muchos de los alcaldes ya han establecido su plan de trabajo ante la cercanía de la onda tropical. “Este sistema se está comportando con nosotros bastante bien, gracias a Dios. Lleva mucho tiempo que está al borde (de intensificarse), pero se está moviendo más rápido y eso nos ayuda a nosotros a que esa acumulación de lluvia no sea tan grave”, precisó.

El SNM estableció más temprano esta mañana que independientemente del desarrollo de esta onda tropical, Puerto Rico recibirá un evento de lluvias fuertes, vientos en ráfagas por encima de las 45 mph, y oleaje de entre siete a 12 pies de altura.

Los preparativos ya deben estar completados a estas alturas. Las lluvias seguirán siendo sobre el este y sur de dos a tres pulgadas y para el resto de la isla de una a dos. Cantidades aisladas son posibles, pero no es algo que pasarían las cinco pulgadas”, detalló la meteoróloga Fernanda Ramos Garcés a El Nuevo Día.

“Se espera que esté presentando vientos que vayan desde a las 25 a 35 millas por hora de forma sostenida. En Puerto Rico eso se estará sintiendo en forma de ráfagas con los aguaceros y tronadas más fuertes. Esas tronadas tendrán ráfagas con intensidad de tormenta tropical que se podrían experimentar a través de toda la isla”, abundó sobre el evento de vientos.

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El estimado de la agencia sugiere una acumulación de entre dos a cuatro pulgadas de precipitación, con zonas aisladas que podrían recibir entre cinco a seis pulgadas, que pudiesen provocar inundaciones urbanas y de pequeños riachuelos. El SNM también exhortó a tomar precauciones en zonas de la montaña, ante el riesgo de deslizamientos en terrenos que ya estén saturados por las lluvias de los pasados días.

Entretanto, el oleaje recibirá el mayor impacto de este sistema, debido a que podría aumentar sobre los siete pies de altura en todas las aguas locales.

“El oleaje se verá bien afectado. Hay un aviso de tormenta tropical para todas las aguas locales, porque esperamos de siete a 12 pies y oleaje ocasional de hasta 14 pies. Eso sería mayormente en todas las aguas”, indicó Ramos Garcés.

La experta exhortó a la población a estar pendiente a los productos que emita el SNM en San Juan para no caer en la desinformación o rumores de otras páginas en redes sociales que no están aprobadas o certificadas por la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, en inglés).