¿Te late mucho el ojo?

Sentir un temblor en el párpado es una sensación que muchos experimentan a diario y que a algunos les despierta el temor de tener un problema de salud. Este latido se caracteriza por aparecer de repente, en cualquier momento generando una gran molestia e incomodidad.

“El cuerpo funciona a veces como un auto, cuando el motor se calienta, se prende una luz roja que indica que hay que parar: con el cuerpo pasa lo mismo. Que te pase esto habla de que hay que bajar las revoluciones” , cuenta el Dr. Rogelio Ribes Escudero, jefe de trasplante de córnea del hospital Alemán.

Asimismo, explica el profesional que cuando “late o tiembla” el párpado ocurre lo que en medicina se denomina mioquimias palpebrales -pequeños espasmos o contracciones espontáneas de la musculatura palpebral que ocurren de manera involuntaria-; un trastorno que se produce cuando el músculo que rodea el párpado en lugar de contraerse y cerrarse hace que las fibras oculares tiemblen.

Otro de los grandes temores de quienes lo sufren es que se note el latido a simple vista. Los profesionales aclaran que esos movimientos son casi imperceptibles y que incluso hay ocasiones en las que no hay movimiento ocular aunque la sensación de temblor existe y hace pensar que es visible. “Lo que ocurre es una especie de fasciculación o palpitación de varias partes del párpado que duran períodos breves de tiempo y suele suceder mayormente en el inferior. No se llega a mover el ojo en sí sino que solo hay sensación de que se contrae como si uno tuviera una lombriz debajo de la piel”, explica Alejandro Guillermo Andersson médico neurólogo y director del Instituto de Neurología Buenos Aires.

Asimismo, destaca el Dr. Andersson que hay que diferenciar las mioquimias de un blefaroespasmo -espasmo de todo el músculo completo que rodea al ojo- que hace que se cierre totalmente y que en casos puede generar ceguera funcional.

Por otro lado y respecto a las mioquimias, el Dr. Ribes Escudero explica que el temblor no es exclusivo del ojo sino que a veces también puede ocurrir en otras partes del cuerpo como puede ser en el hombro o la pierna

Las causas más comunes

El cansancio y el estrés son las causas más comunes según explican los especialistas. Precisamente por esto, se aconseja bajar un cambio: la prevención está más relacionada con una mejora en la calidad de vida. “Esto también ocurre por cuadros de ansiedad o por el consumo de sustancias estimulantes como la cafeína, el té, el mate o similares que producen las mioquimias”, destaca el Dr. Andersson.

¿Qué se hace una vez detectado el temblor en el ojo? El profesional recomienda siempre consultar con un un oftalmólogo para hacer exámenes y descartar cualquier otro tipo de diagnóstico.

“Es una consulta muy frecuente porque los pacientes vienen muy nerviosos y piensan que tienen algo en el ojo. Les explico que se queden tranquilos y que generalmente es producto de la ansiedad o el estrés. No tienen que darle mucha importancia porque sino se ponen nerviosos y alimentan esta mioquimia “, sostiene el doctor.

Tampoco está relacionado con la presión ocular ni con el riesgo de accidente cerebrovascular. Incluso puede durar segundos o repetirse durante días o semanas, pero en algún momento termina desapareciendo.

Tratamientos

Según la American Academy of Ophthalmology existen algunas opciones para tratar esta condición en caso de ser demasiado molesto y persistir. El tratamiento más eficaz que señalan es con inyecciones de toxina botulínica en los músculos del ojo, que actúan como un relajante muscular. Entre un día y dos semanas después de la inyección los temblores empiezan a desaparecer y el alivio dura por lo menos 3 meses. Si las inyecciones no son recomendadas, el médico oftalmólogo puede indicar una combinación adecuada de medicamentos para ayudar a disminuir el latido del ojo.

Fuente: Primera Hora

La meditación es equivalente a la medicación de primera línea para la ansiedad

La reducción del estrés a partir de una terapia basada en atención plena es tan efectiva para reducir la ansiedad como el antidepresivo de primera línea escitalopram, según muestra una nueva investigación.[1]

“Animaría a los médicos a poner en la lista la práctica de la meditación como una posible opción de tratamiento para los pacientes a los que se les diagnostican trastornos de ansiedad. Los médicos deberían sentirse cómodos recomendando clases de meditación grupales en persona”, dijo a Medscape Noticias Médicas la investigadora del estudio, Dra. Elizabeth A. Hoge, directora del Programa de Investigación de Trastornos de Ansiedad del Georgetown University Medical Center, en Washington, D. C., Estados Unidos.

Los hallazgos se publicaron en versión electrónica el 9 de noviembre en JAMA Psychiatry.

Se recomienda el cribado

Los trastornos de ansiedad, como la ansiedad generalizada, la ansiedad social, el trastorno de pánico y la agorafobia, son el tipo de trastornos mentales más frecuentees y afectan aproximadamente a 301 millones de personas en todo el mundo. Debido a su alta prevalencia, la Comisión de Servicios Preventivos de Estados Unidos (USPSTF) recomienda el cribado para detectar trastornos de ansiedad.

Los tratamientos efectivos para los trastornos de ansiedad incluyen medicamentos y terapia cognitivo-conductual. Sin embargo, no todos los pacientes tienen acceso a estas intervenciones, responden a ellas o se sienten cómodos buscando atención en un entorno psiquiátrico.

La meditación con atención plena, que ha ganado popularidad en los últimos años, puede ayudar a las personas que experimentan pensamientos intrusivos y ansiosos. “Al practicar la meditación consciente, las personas aprenden a no sentirse abrumadas por esos pensamientos”, dijo la Dra. Hoge.

El estudio incluyó a 276 pacientes adultos con un trastorno de ansiedad, en su mayoría ansiedad generalizada o ansiedad social. La edad promedio de la población de estudio fue de 33 años; 75% era de género mujer, 59% era caucásico, 15% era negro y 20% era de ascendencia asiática.

Los investigadores asignaron al azar a 136 pacientes para la terapia de reducción del estrés basada en la atención plena y a 140 para recibir el inhibidor selectivo de la recaptación de serotonina escitalopram, fármaco de primera línea para tratar los trastornos de ansiedad.

La intervención de la terapia de reducción del estrés basada en la atención plena incluyó una clase semanal de 2,5 horas y una clase de fin de semana de un día completo. Los participantes también completaron sesiones diarias de meditación guiada de 45 minutos en casa. Aprendieron ejercicios de meditación de atención plena, incluida la conciencia de la respiración, la exploración del cuerpo y el movimiento consciente.

Los del grupo de escitalopram inicialmente recibieron 10 mg del fármaco vía oral cada 24 horas. Si se toleraba bien, la dosis se aumentó a 20 mg diarios en la semana 2.

El criterio de valoración principal fue la puntuación en la escala de Impresión Global Clínica de la Gravedad (CGI-S) para la ansiedad, evaluada por médicos enmascarados a la asignación del tratamiento. Este instrumento mide la gravedad general de los síntomas en una escala del 1 (nada enfermo) al 7 (la mayoría extremadamente enfermo) y se puede utilizar para evaluar diferentes tipos de trastornos de ansiedad, observó la Dra. Hoge.

Entre los 208 participantes que completaron el estudio, la puntuación para la ansiedad media inicial fue de 4,44 para la terapia de reducción del estrés basada en la atención plena y de 4,51 para escitalopram. En la semana 8, la puntuación del grupo de terapia de reducción del estrés basada en la atención plena mejoró una media de 1,35 puntos, y la puntuación del grupo escitalopram mejoró 1,43 puntos (diferencia de -0,07; intervalo de confianza [IC] de 95%: -0,38 a 0,23; p = 0,65).

El extremo inferior del intervalo de confianza (-0,38) fue menor que el margen de no inferioridad preespecificado de -0,495, lo que indica la no inferioridad de la terapia de reducción del estrés basada en la atención plena en comparación con escitalopram.

Resultados notables

“Lo notable fue que el tratamiento funcionó muy bien, como siempre lo hace, pero la meditación también funcionó muy bien; vimos una disminución de los síntomas de alrededor de 30% en ambos grupos”, informó la Dra. Hoge. “Eso nos ayuda a saber que la meditación, y en particular la meditación consciente, podría ser útil como tratamiento de primera línea para pacientes con trastornos de ansiedad”.

Los criterios de valoración informados por el paciente mediante la Escala General de Gravedad e Interferencia de Ansiedad (OASIS) tampoco mostraron diferencias significativas entre los grupos. “Es importante tener las autonotificaciones porque eso nos da dos formas de ver la información”, apuntó la Dra. Hoge.

Como anécdota, los participantes notaron que la meditación los ayudó con sus relaciones personales y a ser “más amables con ellos mismos”, compartió la Dra. Hoge. “En la meditación, hay una enseñanza implícita de aceptar y no juzgar tus propios pensamientos, y eso enseña a las personas a ser más compasivas”.


Fuente: Medscape

El agradecimiento ayuda a tener una vida más saludable

Filósofos, pensadores, políticos, científicos e investigadores de distintas épocas definen la gratitud de múltiples formas: un estado emocional, rasgo o disposición, una respuesta de afrontamiento, una virtud moral, un hábito, una actitud y como una orientación de vida.

Para Aristóteles (384 a. C. – 322 a. C) era una señal de debilidad incompatible con la magnanimidad. Por el contrario, Cicerón (106 a. C. – 43 a. C.) pensaba que no solo era la mayor de las virtudes, sino que la madre de todas las demás. Más allá de estas interpretaciones existe un punto que no está en discusión: es beneficiosa para la salud.

Según la psicología positiva, enfoque propuesto por el psicólogo y escritor estadounidense Martin Seligman en 1999, la gratitud es uno de los conceptos que más se ha asociado al bienestar, cuyos componentes -emocional y cognitivo- son susceptibles de ser intervenidos y potenciados para contribuir a la salud [1].

En los últimos años ha aumentado la evidencia de que las emociones positivas no solo corresponderían a la contraparte de la enfermedad y sensaciones negativas, sino que tendrían una base neurobiológica y efectos en la salud de forma diferenciada, no siendo estos explicables solo por la ausencia de patologías [2]. En paralelo, investigaciones que profundizan en los beneficios de la gratitud sobre el bienestar general de las personas también han proliferado [3].

Amplio respaldo

De acuerdo con la OMS, la salud “es un estado de completo bienestar físico, mental, social y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”. Pese a esto, para el psiquiatra de la Universidad de Chile, Álvaro Tala Tajmuch, el bienestar no ha sido suficientemente abordado por la medicina de forma empírica, en comparación con el espacio dado al estudio de las patologías [4]. “Es necesario revisar el estado del conocimiento relacionado con la gratitud en aspectos que hagan más accesible su eventual incorporación a la clínica”.

Su influencia en la salud física y mental cuenta con amplio respaldo. Existe evidencia sobre su aporte al funcionamiento cardiovascular [5], calidad del sueño y disminución de la presión arterial [6], respuesta inmune más eficaz, bajos niveles de glucosa en sangre y descenso en la cantidad de síntomas físicos [7]. También se asocia a un incremento en la satisfacción vital y comportamientos prosociales [8], menor angustia ante la muerte, disminución de conductas suicidas, depresión, estrés y distorsiones cognitivas relacionadas al peso e imagen corporal [9], aumenta la adherencia terapéutica y los resultados de la psicoterapia [10].

Una revisión que exploró la gratitud en contextos sanitarios concluyó que los pacientes agradecen por los cuidados que entrega el equipo médico destacando las habilidades interpersonales por sobre las técnicas. Del mismo modo mostró que cuando sus integrantes se sienten agradecidos por su trabajo mejora su bienestar, disminuye el síndrome de Burnout, incrementa la motivación y promueve el desarrollo de una práctica profesional más plena y reflexiva [11].

Desde la perspectiva de la neurociencia, la mayoría de los estudios se efectúan mediante resonancia magnética nuclear funcional, los que han asociado la gratitud con diferentes áreas cerebrales: corteza temporal superior derecha, frontoparietal izquierda y cingulada anterior, giro temporal inferior derecho, amígdala y, principalmente, córtex prefrontal medial [12].

Explosión de energía

Apreciar permanentemente los aspectos positivos de la vida no es sencillo. Muchas veces pasan desapercibidos frente a los negativos y es necesario entrenar habilidades para identificarlos. Considerando sus potenciales beneficios, escasos riesgos, sencillez, complementación con otros tratamientos y costo efectividad se aconseja cultivar la gratitud e implementarla en la práctica clínica.

Amit Sood -ex docente de la Escuela de Medicina de Clínica Mayo, fundador del Centro Global para la Resiliencia y el Bienestar y popularmente conocido como el “Doctor de la felicidad”- ha escrito varios libros sobre el tema sugiriendo: empezar el día agradeciendo, buscar lo positivo en lo negativo, valorar las cosas simples, reconocer las riquezas propias, evitar las quejas excesivas y expresar la complacencia hacia los demás con palabras y acciones. Otras alternativas son orar y meditar.

Las intervenciones más utilizadas en estudios e indicación clínica son la carta de gratitud -dirigida a una persona que haya influido positivamente detallando los motivos- y la lista de gratitud consistente en la enumeración de elementos, situaciones o condiciones, ya sean cotidianas o no, que resultaron beneficiosas. Ambas deben llevarse a cabo entre una a tres veces por semana hasta convertirse en un hábito. Todo debe ser idealmente supervisado por un profesional, ya que la literatura describe algunos efectos adversos como falta de comodidad, vergüenza, culpa o sensación de deuda [13].

Para el doctor Leif Hass, médico familiar y hospitalista del Centro Médico Alta Bates Summit en Estados Unidos, la gratitud es un factor clave en el desempeño profesional, ya que disminuye el estrés y agotamiento, junto con estimular la satisfacción y empatía con los pacientes.

En un artículo publicado en la revista Greater Good [14] comenta que la gratitud cambió la forma de desarrollar su trabajo. “Esto va en ambos sentidos. Cuidar de los pacientes, hablar con sus familiares y presenciar la vida, las luchas y la curación es un profundo privilegio y un regalo, el cual se puede perder si no nos tomamos el tiempo para reconocerlo”.

“Cuando era más joven consideraba que los agradecimientos a los pacientes eran una herramienta de servicio al cliente, pero mi opinión ha cambiado. Ahora les manifiesto mi satisfacción por permitirme cumplir un papel en el cuidado de sus vidas. Descubrí que eso no solo los ayuda, sino que me hace sentir una explosión de energía y una pasión renovada por mi trabajo”.

El estado actual del conocimiento en torno a la gratitud es prometedor, pero existen varios desafíos para que su implementación en la práctica clínica sea óptima. Se deben determinar con precisión el momento, frecuencia e intensidad de las intervenciones para lograr los efectos deseados, además de explorar otras formas de abordaje. Tareas pendientes que deben convertirse en un estímulo para continuar investigando, evidentemente, sin dejar de agradecer por todo lo avanzado.

Referencias
[1] Bolier L, Haverman M, Westerhof GJ, Riper H, et al. Positive psychology interventions: a meta-analysis of randomized controlled studies. BMC Public Health. 2013 Feb 8;13:119.
[2] Diener E, Pressman SD, Hunter J, Delgadillo-Chase D. If, Why, and When Subjective Well-Being Influences Health, and Future Needed Research. Appl Psychol Health Well Being. 2017 Jul;9(2):133-167.
[3] Wood AM, Froh JJ, Geraghty AW. Gratitude and well-being: a review and theoretical integration. Clin Psychol Rev. 2010 Nov;30(7):890-905.
[4] Tala Á. Gracias por todo: Una revisión sobre la gratitud desde la neurobiología a la clínica. Rev Med Chil. 2019 Jun;147(6):755-761.
[5] Mills PJ, Redwine L, Wilson K, Pung MA, et al. The Role of Gratitude in Spiritual Well-being in Asymptomatic Heart Failure Patients. Spiritual Clin Pract (Wash DC). 2015 Mar;2(1):5-17.
[6] Jackowska M, Brown J, Ronaldson A, Steptoe A. The impact of a brief gratitude intervention on subjective well-being, biology and sleep. J Health Psychol. 2016 Oct;21(10):2207-17.
[7] Krause N, Emmons RA, Ironson G, Hill PC. General feelings of gratitude, gratitude to god, and hemoglobin A1c: Exploring variations by gender. J Posit Psychol [Internet] 2017; 12 (6): 639-50.
[8] O’Connell BH, O’Shea D, Gallagher S. Feeling Thanks and Saying Thanks: A Randomized Controlled Trial Examining If and How Socially Oriented Gratitude Journals Work. J Clin Psychol. 2017 Oct;73(10):1280-1300.
[9] Dunaev J, Markey CH, Brochu PM. An attitude of gratitude: The effects of body-focused gratitude on weight bias internalization and body image. Body Image. 2018 Jun;25:9-13.
[10] Wong YJ, Owen J, Gabana NT, Brown JW, et al. Does gratitude writing improve the mental health of psychotherapy clients? Evidence from a randomized controlled trial. Psychother Res. 2018 Mar;28(2):192-202.
[11] Aparicio M, Centeno C, Robinson C, Arantzamendi M. Gratitude between patients and their families and health professionals: A scoping review. J Nurs Manag. 2019 Mar;27(2):286-300.
[12] Yu H, Cai Q, Shen B, Gao X, Zhou X. Neural substrates and social consequences of interpersonal gratitude: Intention matters. Emotion. 2017 Jun;17(4):589-601.
[13] Layous K, Sweeny K, Armenta C, Na S, Choi I, Lyubomirsky S. The proximal experience of gratitude. PLoS One. 2017 Jul 7;12(7):e0179123.
[14] Why Health Professionals Should Cultivate Gratitude. https://greatergood.berkeley.edu/article/item/why_health_professionals_should_cultivate_gratitude

Por Óscar Ferrari Gutiérrez

Manejo de Ansiedad

Mecanismos de Defensas Maduros y Inmaduros. Video educativo presenta las herramientas para aprender a reconocer y poner en práctica mecanismos aceptables para manejar conflictos del diario vivir.

La mente humana se divide en consciencia, inconsciencia y subconsciencia (entre la consciencia e inconsciencia, ej. dormir)

  1. Ello (ID): Es parte de la mente inconsciente y en ella habita el instinto animal (Apetitos Alimenticios, Apetito Sexual, Coraje, Emociones, Ansiedad, Depresión, Culpa, Maldad, Sed, entre otros)
  1. Yo (EGO): Forma parte de la mente consiente y subconsciente. En ella habitan los mecanismos de defensas, juicios, relación con la realidad, relación con objetos y con personas. Desarrollado después de nacer, en fin, es el principio de la realidad.
  1. Superyo (Súper EGO): Solamente existe en la mente consciente, pero puede penetrar la mente subconsciente e inconsciente para velarlas o hacer cambios, se forma durante el periodo de latencia (desde los tres años hasta la adolescencia). Nos  da el racionamiento de distinguir lo que es bueno o malo.
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A continuación los mecanismos de defensas con algunos ejemplos

Mecanismos de Defensas: Son la manera en que el EGO nos ahuyenta o nos ayuda a controlar situaciones incómodas principalmente la ansiedad. También nos ayuda a controlar urgencias instintivas como coraje, vergüenza, tristeza y situaciones incómodas. Son procesos inconscientes (tu no planificas hacerlos, a excepción de la supresión que si es consciente.), discretos, dinámicos, irreversibles (a menos que quieras cambiar), adaptativos e inadaptativos. En fin son procesos mentales inconscientes que nos ayudan a resolver conflictos y situaciones incomodas. Se clasifican en 2: inmaduros y maduros. Estos mecanismos son algunos. 

Mecanismos de Defensas Inmaduros: Son los que utilizan los niños, adolescentes o los adultos que no han madurado su comportamiento su comportamiento emocional.

  1. Proyección: Atribuir tus propios pensamientos, deseos o sentimientos hacia otro persona. O criticar tus defectos en otro. 

*Ej. Decir que fulano es gordo, chismoso o cualquier otra crítica cuando en realidad eres tu quien tienes eso defectos.

  1. Negación: Se usa para evitar estar alerta sobre algún aspecto doloroso sobre la realidad. 

*Ej. Decir que el huracán no viene cuando es obvio que viene. O me diagnosticaron cáncer y digo que no lo tengo.

  1. Escisión: Dividir los objetos externos entre buenos o malos.

*Ej: Las enfermeras son malas y los médicos son buenos y mañana es aleves. O Fulano me cae mal por esto o lo otro, y mañana luego de compartir con Fulano digo que es buena persona y que me cae bien.

  1. Bloquear: Bloqueo temporal de los pensamientos

*Ej: “No puedo recordar su nombre”

  1. Regression: Regresar a una temprana etapa del desarrollo. Este es el mecanismo más inmaduro.

*Ej: Que un adulto este atravesando por una situación difícil y mientras duerme comienza a orinarse en la cama.

  1. Somatizacion: Procesos mentales son convertidos en síntomas orgánicos.
  • Ej: Esta nervioso por el vuelo y le dan diarreas. O cualquier otra situación le causa, estreñimiento, nausea, vomito, mareo, taco en garganta, asfixia, dolores en el cuello, espalda, estomago o cualquier otro síntoma. En fin, un síntoma físico. Este mecanismo es común en adultos mayores de 60 años.
  1. Introyeccion: Asuntos del mundo externo los tomas y los haces parte de ti para sentirte más cómodo. 

* Ej: Aparentar de cualquier manera. No ser autentico. Quere parecerte a un artista o alguien de un estatus social más alto.

  1. Desplazamiento: Cuando una emoción tú la transfieres a otra persona u objeto que se te parece al original. Común en mujeres.
  • Ej: La mama está enojada con el marido y le pelea a los hijos que no tienen culpa de nada. O la madre pasó un coraje en el trabajo y cuando llega a la casa comienza a pelarle a sus seres queridos. O uno se molesta con algo/alguien y comienza a reventar cosas.
  1. Represión: Una idea o sentimiento la borras totalmente de tu memoria.

*Ej: Que una niña no recuerde cuando su padre vivía en su casa, sin embargo, cuando él se fue ella tenía nueve anos. Porque al divorcio ser algo estresor y traumático ella para calmarse en esa época sin darse cuenta borro esa etapa de su niñez.

  1. Intelectualización-Uso excesivo de procesos intelectuales para evitar situaciones incómodas.
  • Ej. Diagnostican a fulano con cáncer de próstata y este comienza a estudiar por internet o libros de medicina todo lo relacionado al cáncer y sus tratamientos.  Esto hace que el individuo por ignorancia mal interprete lo que está analizando o estudiando.
  1. Isolación: Separación de una idea del afecto que se supone que le acompañe.
  • Ej. Un testigo de un asesinato fue a testificar a la policía y cuenta en lujo de detalles como ocurrió el crimen, pero este no muestra ninguna emoción como tristeza, pena o ansiedad.
  1. Racionalización: Explicaciones racionales son usadas para justificar creencias, actitudes o comportamientos inaceptables.

*EJ. “No pase el examen pq era difícil” cuando en verdad fue pq la noche anterior se fue a fiestar. O que Fulana haya renunciado a su trabajo por ñoñería y le dice a la gente que es porque estaban reduciendo el número de empleados. O le dices a una persona con sobrepeso que tiene que hacer ejercicio y ella dice que es que ella llega tarde del trabajo, tiene que cocinar o hacerlo todo en la casa, cuando la razón principal es que es una VAGA. En resumen, este mecanismo es “Ponerse Excusas”.

  1. Reación de Formación: Cuando un impulso inaceptable es transformado en el opuesto.
  • Ej: Se pego en la loto y llora. Mataron a su hijo y se ríe. Fulano dice que odia a los Gay, sin embargo, es Gay. Un enfermo sexual se mete a cura o monja. O un drogadicto sale de las drogas y dice que los drogadictos no valen nada.
  1. Acting Out: Comportamiento o Emociones son manifestadas explosivamente (llamar la atención).
  • Ej: Regañas a un niño y te hace una pataleta. La gente que hacen show por todo. Me insultan y me quejo en voz alta para que todo el mundo escuche. Me colgué en un examen y digo que voy a dejar de estudiar y que voy a trabajar en un McDonald. 
  1. Disociación: Cuando la persona se le va su mente consciente, personalidad, orientación, y existencia.
  • Ej:  Fulano cuando era niño vio cuando su hermanita dejó caer a su hermanito recién nacido, eso lo impacto tanto que el se encerró en el baño y sintió que se salió del cuerpo y que él veía el mundo y así mismo, desde arriba, y estando en el hospital él dice que él vio la sala donde el médico lo atendía desde arriba y que cuando despertó vio toda la habitación tal y como él lo había vista desde arriba. El dice que eso fue una experiencia PARANORMAL, pero no fue así, simplemente lo que le paso a él fue este mecanismo de defensa.
  • Cuando una persona luego de un desastre llega a un lugar y este no se acuerda quien era o que pasó.
  1. Fixation: Quedarse parcialmente en una etapa muy infantil del desarrollo.
  • Ej: Un adulto fijo en juegos de deportes.
  • El adulto que todavía fiestea como un adolescente y descuida a su familia.
  1. Passivo-Agresivo:  es una manera indirecta de expresar hostilidad como vagancia, testarudes, mal humor, y culpa a otros de sus errores. Ej: Llevar la contraria siempre y en todo
  • Los apuras y se tardas más.
  • Les dices haz esto y no lo haces
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  1. Mecanismos de Defensas Maduros: Son los mecanismos que deben utilizar todos los adultos. TODOS los adultos deben aprender a utilizarlos de lo contrario son gentes inmaduras en términos emocionales.
  1. Altruismo: Sentimiento de culpa es aliviado por un acto generoso no solicitado (no es lo mismo que lambe ojo. Los lambe ojos son generosos para esperar algo a cambio).

*Ej: Un narcotraficante dona dinero a entidades benéficas.

  1. Sublimación: Gratificación de impulsos han sido alcanzados, pero el objetivo ha sido cambiado de uno inaceptable por uno aceptable; ayuda a que el instinto sea calmado. Es el mecanismo de defensa MAS MADURO.

*Ej: Que un asesino pasa a ser cirujano. O un joven siente odio o coraje contra su padre y en vez de matarlo o mandarlo pal carajo, este se apunta en deportes o en un campo de tiro, o en boxeo, o hace ejercicio o va al GYM o hace actividades recreativas y si no está conforme pues coge un Acha y comienza a cortar un árbol. Este mecanismo es contrario al desplazamiento (que es uno inmaduro).

C . Supresion: Olvidar las cosas conscientemente. Es el único mecanismo de defensa que se hace de manera consciente. Este mecanismo es contrario a la represión (que es uno inmaduro).

*Ej: Encontré la reválida difícil y pienso que es mejor no pensar en eso hasta que lleguen los resultados. O ayer pasé un bochorno porque me caí frente una chica que me gusta y rápido cambio de pensamiento.

  1. Humor: Permitir una expresión o sentimiento sobre algo sin que te cause incomodidad.

*Ej: Que a una persona le dan miedo los aviones y cada vez que coge un vuelo comienza a hacer chistes o bromas sobre el vuelo o el avión estrellándose. Otro ejemplo es cuando alguien hace un contrato o compra una casa o hace una reservación en un hotel y al final una de las partes hace un comentario pendejo y todo el mundo se ríe pendejamente. Otro ejemplo seria que si alguien te coge de punto, te vacila, barre el piso contigo, te la monta y hace comentarios sobre ti, debes seguirle la corriente y vacilar también (Siempre y cuando no sea algo extremadamente ofensivo. Pero la gente inmadura de nada se ofende).

Ya entendido los mecanismos defensas hay que hacer una aclaración importante sobre un error terminológico que tiene la sociedad. No es lo mismo ignorante que inmaduro (infantilismo). Ignorancia es sinónimo de falta de conocimiento. Si una persona no sabe mucho de ciencia, política, religión, economía, finanza, etc. es un ignorante. En fin TODOS tenemos cierto grado de ignorancia. Inmadurez (infantilismo) es cuando alguien utiliza los mecanismos inmaduros. Por lo tanto, cuando alguien dice “no seas ignorantes” o “” fulano es un ignorante” la gente lo que en verdad quiere decir es que no seas inmaduro (infantil).

Otro termino es “complejo o acomplejado”. Quizás eso a nivel medico o psicológico no existe a nivel terminológico. Acomplejado o complejo quizás sea algún comportamiento de algún mecanismo de defensa inmaduro ó baja autoestima, pero como la gente común y corriente mal utilizan el término.

¿Cómo modificamos una conducta?

  1. El conocimiento-el modo de aprender de los seres humanos sea a nivel educativo o de comportamiento, ocurre de la siguiente manera
  2. Condición Clásica: Aprendizaje donde una respuesta natural (ej. Salivación) es realizada por un estimulo (campana) aprendido o condicionado que previamente fue presentado en conjunto con un estimulo incondicionado (comida).

Ejemplo: Si una madre regaña a su pequeño hijo por meterle el dedo al abanico, y al eso molestarle ella le peleo al papa (desplazamiento mec. Inmaduro) pues el niño va a aprender eso. Entonces en el futuro si ese niño ahora adulto pelea con alguien, este va a cogerlas con todo el mundo porque eso fue lo que aprendió. 

  1. Condición Operante: Aprendizaje en el que una acción en particular es realizada porque produce recompensa (esto ayuda a mejorar comportamiento).
  2. Reforzamiento Positivo: Una recompensa deseada produce una acción. Ej un ratón presiona un botón de la jaula para obtener comida. O el niño saca buenas notas y la madre lo da un premio.
  3. Reforzamiento Negativo: Remover un estimulo desagradable estimula un comportamiento. Ej. El ratón presiona el botón para detener la electrocutaccion que la jaula le está produciendo. Tu pareja te dijo que no usaras el carro porque no tiene tanta gasolina y tu lo usas, a mitad de camino te quedas a pies (estimulo negativo), y luego al él venir por ti (estimulo positivo) aprendiste la lección.

Castigo: Aplicación de un estímulo desagradable extingue un comportamiento indeseable. Ej. El niño le dijo diabla a su madre y esta no lo deja salir de su cuarto.

Extensión: Quitar un estímulo recompensatorio para eliminar un comportamiento indeseable. Ej. El niño le dijo diabla a su madre y esta le quita el televisor. Extensión la gente lo confunde con castigo.

EstimuloEstimulo
AplicarQuitar
ComportaminetoQuitarCastigoExtension
ComportaminetoAplicarReforzamiento PositivoReforzamiento Negativo

Apnea del sueño: los especialistas recomiendan cómo tratar la enfermedad para descansar mejor

La apnea de sueño es una patología donde la persona deja de respirar por unos segundos mientras duerme y puede traer problemas de salud colaterales.

El momento de dormir suele ser uno de los más sagrados y necesarios para mantenerse saludable y activo al día siguiente. Sin embargo, hay distintas situaciones que se pueden desencadenar durante esas horas impidiendo a la persona descansar como corresponde.

Son unos segundos donde la respiración se detiene y se vuelve a reiniciar de manera automática durante el período de descanso. Se trata de la apnea del sueño, una patología involuntaria que suele ocurrir como consecuencia del cierre de la vía respiratoria superior, disminuyendo la saturación del oxígeno en el cuerpo. Un trastorno frecuente y a veces hasta crónico que se da tanto en niños, adultos y personas mayores.

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Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre el 1% y 6% de los individuos a nivel mundial padecen esta patología. Datos publicados por la revista británica The Lancet, indican que esto se traduce en 1,300 millones de personas. Al mismo tiempo, especialistas de la Universidad de Granada, en España revelaron que el 22% de los hombres son más propensos a padecerla mientras que en mujeres alcanza un 17%.

En diálogo con La Nación, Conrado Estol, médico neurólogo director del Instituto Breyna y de la Unidad de Accidentes Cardiovasculares del Sanatorio Güemes, comenta que la palabra apnea significa “no respirar” y explica que se trata de períodos de entre diez segundos y a veces hasta de un minuto donde el individuo deja de inhalar y exhalar, una situación que le genera micro despertares, movimientos bruscos y hasta ronquidos durante la noche. “Frente a este cuadro, la persona que las padece no se da cuenta de lo que le está pasando a menos que haya alguien al lado que registre el hecho”, dice Estol.

Por su parte, Alejandro Andersson, médico neurólogo, director del Instituto de Neurología de Buenos Aires sostiene que se trata de algo que se da únicamente de noche y no durante la vigilia porque “cuando estamos despiertos, podemos controlar nuestra respiración a diferencia de cuando dormimos que va en piloto automático”.

Pero, ¿cómo se desencadena? Existen tres tipos de apneas: la obstructiva, que se da especialmente en adultos, como resultado de cuando los músculos de la garganta y la boca se relajan y bloquean el paso del aire; la central, es común en niños y se desarrolla cuando el cerebro no manda las señales correctas al sistema respiratorio; y por último, la denominada compleja, que combina las dos anteriores.

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¿Cuáles son los síntomas?

Las personas que padecen apneas no se dan cuenta de que la sufren y lo cierto es que si duermen solos, las posibilidades de enterarse de que la tienen son casi nulas. “Es muy importante concientizar este hecho porque son muchos los que la sufren y lo desconocen, y pueden tener secuelas”, comenta Lapman.

Por ello, los especialistas consultados mencionan una serie de síntomas que se desencadenan durante el día y que dan indicio de esta condición.

  • Ronquidos, por lo general fuertes
  • Sensación de tener la boca seca
  • Dolor de cabeza al despertarse
  • Irritabilidad
  • Somnolencia, cansancio y desgano
  • Insomnio a la hora de irse a dormir
  • Depresión. Muchas veces cuando hay apneas de sueño, los medicamentos no hacen efecto.

¿Cómo se previene?

“El estilo de vida que lleva cada persona juega un rol importante ya que, puede potenciar o no, distintos tipos de enfermedades”, reflexiona Lipman. A continuación, brindan una serie de recomendaciones que contribuyen a prevenir la apnea.

  • Control de peso: Mantener una estructura corporal equilibrada para que el cuerpo funcione de manera correcta.
  • Nutrición: Sostener una alimentación saludable, en cantidades moderadas, evitando en lo posible el consumo de carbohidratos.
  • Hábitos: Evitar el alcohol, el cigarrillo y cualquier tipo de sustancias.
  • Ejercicio: Es fundamental para mantener el peso y los músculos fortalecidos.
  • Descanso: Se recomienda dormir de costado, evitando la posición boca abajo ya que, fomenta los problemas en la circulación del oxígeno. Además, se sugiere llevar a cabo buenas costumbres en cuanto a la higiene del sueño, por ejemplo, evitar las pantallas al momento de irse a dormir o asegurarse de que no haya luz artificial.

Vital la respiración consciente como herramienta para manejar los pensamientos y las emociones

El “mindfulness” es una manera particular de prestar atención, de relacionarnos con nuestros pensamientos y nuestras emociones.

En momentos como los que experimentamos como pueblo, ante la situación crítica que vive Puerto Rico, debido al paso del huracán Fiona el pasado lunes y todas las consecuencias vividas, es completamente natural que se experimenten diversas emociones, que van desde frustración, desespero, tristeza e impotencia, por mencionar solo algunas.

Esa capacidad de experimentar emociones, agradables y desagradables, es parte de lo que nos hace humanos, de pensar, sentir, disfrutar y padecer las experiencias en el transcurso de nuestra vida.

No obstante, la importancia de practicar “mindfulness” nos da el poder de estar más conscientes de cómo nos sentimos. Así lo explica la maestra certificada del Instituto de Mindfulness de Puerto RicoDelia Román, al recalcar que esta práctica consiste en cambiar nuestro estado mental, o sea, de pensar a sentir.

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En esencia, poder estar más conscientes de cómo nos sentimos y podamos desarrollar la capacidad de observar nuestros pensamientos, que son los que nos sacan del momento presente.

“Cuando nosotros estamos distraídos, pues porque tenemos una preocupación o alguna agenda que hacer, esto no nos permite entonces estar conscientes y presentes. Ahí es cuando nos volvemos en unos maestros de la observación, de ver cuál es ese tráfico mental, donde podemos permitir que esos pensamientos continúen y fluyan, pero sin agarrarnos a esa historia para entonces regresar al momento presente y traer calma a nuestro sistema nervioso. De esa manera, disfrutar lo que podemos sentir y experimentar en el momento”, señaló Román.

Una actitud importante del ‘mindfulness’, según explica, es que no juzguemos cuál es nuestra experiencia en relación a los pensamientos, en la que simplemente observamos, nos damos cuenta, permitimos que la experiencia sea, que fluya, y entonces accionar cómo atraer esa mente al momento presente. Para lograrlo, “el ancla y la herramienta más sencilla que se utiliza es la respiración”.

“La respiración está con nosotros en todo momento. El detalle es que no estamos consciente de esa respiración que fluye y que nos permite estar vivos en todo momento. Cuando utilizamos la respiración de una manera consciente, el prestar atención cuando inhalamos y exhalamos, pues tranquilizamos nuestro sistema nervioso. Podemos observar y dejar que fluyan los pensamientos, no agarrarnos a ellos y simplemente sentir. Prácticamente, es cambiar el estado de mente, de pensar a sentir”, informó.

Mientras deja claro que los pensamientos son los que provocan las emociones, enfatizó que, según ha aprendido, nuestras emociones duran 90 segundos. Ahora bien, si nosotros continuamos alimentando nuestra mente con pensamientos catastróficos, explica que eso da paso a que continúen las emociones difíciles y desagradables, que en la eventualidad se pueden convertiren depresión y en ansiedad, porque suben los niveles de cortisol en nuestro cuerpo.

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“Se activa esa amígdala, el sistema límbico, que es el que regula las emociones y eso sigue ahí funcionando en ‘high’, por lo que nos puede afectar físicamente. Cuando no podemos manejar esas emociones que nos causan estrés, ansiedad crónica y, eventualmente, depresión, puede provocar el que perdamos el apetito y reacciones físicas, tales como: mover las piernas, comernos las uñas, dolor de cabeza, sudor y palpitaciones del corazón aceleradas”, dijo.

No obstante, la maestra certificada aconseja que para hacer un buen manejo de emociones, también debemos hacernos conscientes de cómo nos estamos sintiendo y darnos el espacio y el permiso para sentir la emoción que sea.

“Lo básico es estar consciente de cómo nos sentimos, ese es el primer paso. Reconocer lo que siento, es una práctica muy beneficiosa para manejar estas emociones y llamar esa emoción por su nombre. Decir ‘hoy me siento triste’, ‘estoy preocupado’, ‘me siento frustrado’, ‘tengo ira’. Cuando lo llamamos por su nombre estamos creando el espacio para tener esa apertura y reconocer que esa es la experiencia en el momento presente. Y de hacerlo, pues sin juzgar ni tener ese deseo de cambiarlo o rechazarlo, pues nos crea más ansiedad y agonía en el proceso”, agregó.

Una vez nosotros reconocemos que tenemos el sentimiento, Román detalla que el próximo paso es investigar el por qué me siento así, qué me lo causa o qué pensamiento es lo que me lo está causando. Más bien investigar cuál es la raíz de esa emoción y en qué lugar del cuerpo lo sientes. Y por último, nutrirse emocionalmente, dándote apoyo y amor propio, mientras afirmas que no eres la única persona experimentando esas emociones porque estas son parte de la experiencia humana.

“Luego, pregúntate qué estás necesitando en ese momento. Por ejemplo, necesito que me escuchen, necesito que me entiendan, necesito un abrazo, necesito que me suplan agua, que me regrese la luz… Es parte de nosotros nutrirnos y crear el espacio para manejar esa frustración. No podemos cambiar lo que está sucediendo, pero puedo cambiar mi actitud, modificándola con la respiración, que está científicamente probado que calma la respiración”, manifestó la maestra.

Tres ejercicios básicos de respiración

Estos te permitirán nutrirte, pues científicamente está probado que la respiración calma nuestro sistema nervioso y aclara nuestra mente, al activar el sistema nervioso parasimpático.

1. Respiraciones profundas: Realiza tres respiraciones profunda

2. Respiración 4-7-8: Consiste inhalar contando cuatro, aguantar la respiración por 7 segundos o hasta nuestro sistema pulmonar lo permita. Luego exhalar de manera más alargada que la inhalación, contando hasta ocho. Cuando exhalamos de manera más extendida, más alargada. Se activa el sistema parasimpático nervioso. Que es lo que nos calma. Es lo que nos ayuda al sistema cardiovascular. Lo que ayuda al sistema de flujo sanguíneo, a la digestión. Inhalar contando cuatro, aguantar la respiración según nuestro sistema pulmonar lo permita hasta el 7 y luego exhalar de manera más alarga, contando hasta 8. Cuando exhalamos de manera e se activa el sistema paralimpático, que nos ayuda en el sistema cardiovascular, flujo sanguíneo y a la digestión.

3. Respiración de caja: Consiste en inhalar por 4 segundos, aguantar la respiración por 4 segundos más, siempre consciente de que esto va a depender de nuestra capacidad pulmonar. Luego, exhalar por 4 segundos.

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4. Respira mientras pones una mano en el pecho y otra en el abdomen: Cuando reconocemos que estamos ansiosos y vamos por ese proceso de darnos permiso de sentir y nutrirnos, pon una mano en el pecho y la otra en el abdomen. Somos mamíferos, respondemos a la sensación de tocarnos. Así que siente cómo el pecho se infla cuando inhalamos y siente cómo el pecho se contrae, se reduce y se reintegra al cuerpo cuando exhalamos.

“Son ejercicios sencillos. Nadie tiene que saber que lo estamos haciendo, son simplemente para nutrirnos, darnos ese cariñito y darnos el espacio para sentir y decir está bien, es parte de la experiencia humana. No puedo cambiar lo que me está pasando, pero yo sí voy a bregar conmigo.”, destacó.

La maestra certificada hace la comparación del ser humano con un vaso, que llegó la tormenta y ya no aguantamos ni una gota más. Sin embargo, manifiesta que si se hacen estas prácticas, se hace el cambio de un vaso a un envase más grande.

“Tenemos el poder de cambiar el vaso a que sea tal vez un florero o envase más grande, y esa agua que sigue cayendo, con todas las carencias en los servicios básicos y situaciones que siguen sucediendo, que nos desagradan, que las queremos deshacer o no lo queremos en nuestra vida, pero saber que ellas van a seguir llegando y ese vaso se va a seguir llenando, esa agua va a seguir entrando a mi vida. Así es que tengo que crear un espacio más grande. Vamos a ambiar el vaso a un florero, con un poquito de práctica con ejercicios de respiración y de agradecimiento”, concluyó.

Qué beneficios tiene el aprender y practicar el Mindfulness:

  • Reducir el estrés: Aumenta nuestra habilidad de manejar el estrés
  • Aumentar el enfoque: Mejora la habilidad de prestar atención, enfocarse y concentrarse. Esto ayuda con el desmpeño en el trabajo, los estudios y los deportes
  • Regulación emocional: Trae balance emocional reduce la impulsividad y reactividad
  • Aumentar la inteligencia emocional: Mejora destrezas para resolver conflictos
  • Aumentar la empatía: Nos ayuda a entender a otros mas
  • Reducir ataques de pánico e insomnio: Sobre 50 estudios han encontrado que mindfulness reduce el estrés
  • Neuroplasticidad: Cambia las conexiones neuronales del cerebro activando la corteza prefrontal

Estudios científicos establecen que las personas que practican mindfulness desarrollan, entre otras cosas:

  • Habilidad para relajarse
  • Reducción de dolor
  • Calidad de vida aunque tengan dolor crónico
  • Energía y entusiasmo por la vida
  • Adaptarse a situaciones estresantes
  • Mayor autoestima
  • Reducción de insomnio
  • Manejo de emociones incomodas como miedo, coraje o apego
  • Aumenta auto conocimiento para detectar patrones mentales y emocionales que son dañinos
  • Estimula la creatividad, aumenta desempeño en deportes, trabajo y estudios

Fuente: Instituto de Mindfulness de Puerto Rico, localizado en San Juan.

Aprende a manejar tus emociones en momentos de crisis

El paso del huracán Fiona por la isla se ha convertido en una pesadilla de grandes proporciones para cientos de familias que han perdido sus hogares y pertenencias, una estela de desastres que incluye ríos desbordados e inundaciones en carreteras y comunidades, deslizamientos de tierra, así como falta de agua potable y de electricidad, entre muchos otros problemas que se intentan resolver.

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Una situación muy similar a la que se vivió en la isla luego del paso del huracán María hace ya cinco años, sin contar las múltiples dificultades que se han vivido desde entonces -como los terremotos o la pandemia de coronavirus-, y que han predispuesto a la ciudadanía a desarrollar síntomas de mucha ansiedad, tensión y desesperanza. Emociones que también generan malestar social y violencia, lo que tiene un efecto en la calidad de vida de todos.

“Hay mucha incertidumbre en la ciudadanía, la gente está llorosa y hay mucho desespero entre las personas. Eso da paso a lo que se conoce como retraumatización porque estamos viviendo un tiempo en donde muchas de las imágenes que estamos viendo hoy día se asemejan o tienen una similitud bastante grande con el huracán María”, señala el psicólogo clínico del Hospital Menonita CIMA, doctor Humberto Cruz, tras puntualizar que es bastante común que las personas experimenten reacciones emocionales intensas ante eventos como los que se viven en estos días.

Según el psicólogo, el ser humano responde a un sistema que siempre está alerta ante el peligro. Y es que, cuando el cerebro detecta una amenaza, se activa una respuesta fisiológica en la que el sistema nervioso simpático hace que el corazón bombee más deprisa para que envíe más sangre a las distintas partes del cuerpo que la podrían necesitar.

De la misma forma, a través de una combinación de señales nerviosas y hormonales, las glándulas suprarrenales liberan una oleada de hormonas, como la adrenalina y el cortisol que preparan el organismo para “luchar o huir”. Pero cuando esas hormonas son constantes y se mantienen por mucho tiempo, se incrementa el riesgo de padecer problemas de salud, tales como ansiedad, depresión, dolores de cabeza, tensión y dolor muscular, enfermedad cardíaca, hipertensión y accidente cerebrovascular, insomnio, aumento de peso y deterioro de la memoriay de la concentración.

“Ahora mismo todo el mundo está en actitud de alerta, buscando responder a un mecanismo sumamente primitivo que es la supervivencia. Y la llegada de un huracán puede aumentar esta respuesta y causar estragos en la salud”, advierte el psicólogo, quien cree que es importante normalizar las emociones que estamos sintiendo “porque son mecanismos de defensa normales para que podamos combatir el agravio que tenemos de frente”.

Esa normalización puede ayudar a no estigmatizar los sentimientos y emociones porque son respuestas a eventos extremos. “Ahora mismo estamos en un proceso de shock y de negación. Son respuestas típicas ante este desastre natural, pero que se agrava a consecuencia de eventos del pasado (como el huracán María). Lo que a veces nos lleva a no querer reconocer que algo ha ocurrido porque es demasiado estresante, de tal manera que no lo puedo manejar. Así que, típicamente, los sentimientos cobran mucha intensidad, son impredecibles y los patrones de pensamiento y de conducta se van agravando a consecuencia de ese trauma”, explica el doctor Cruz, quien es consciente de que, en estos días, muchas personas están limpiando sus casas, sacando escombros y evaluando sus pérdidas.

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“Pero no debemos reprimir el deseo de lamentar las pérdidas materiales. Tampoco debemos olvidar la resiliencia que está en el ADN colectivo de los puertorriqueños, porque ya pasamos por esto. Y eso es importante porque un ser humano que vuelve a pasar por un evento de esta magnitud se supone que haya ganado las respuestas de afrontamiento necesarias para viabilizar otra estrategia o volver a repetirlas. Es como sacar de mi caja de herramientas una que necesito en este momento”, propone el psicólogo clínico para resaltar que, aunque estamos pasando por un momento difícil, sabemos que podemos salir hacia adelante. Por eso cree que es momento de aprovechar esas destrezas que utilizamos en el pasado para salir airoso de los retos que estamos viviendo ahora.

El reto de volver a la rutina

En estos momentos, en que sentimos que vivimos un caos como consecuencia del huracán Fiona, es muy importante intentar establecer una rutina, luego de evaluar las diversas situaciones y pérdidas debido al huracán, recomienda el psiquiatra y director médico interino del Hospital Panamericano, Ángel Martínez. “La rutina es una herramienta muy útil para sentir que tenemos el control de algo y así influenciar lo que sucede hoy y lo que sucederá mañana”.

Para lograrlo, el psiquiatra resalta la importancia de estar en un lugar donde podamos recuperarnos para evaluar qué cosas “se me quedaron por hacer, qué se pudo haber hecho mejor o qué preparativos debo tener en cuenta para la próxima vez”. Esto es importante porque vivimos en una isla tropical que todos los años tiene huracanes y el riesgo de que uno nos afecte es muy alto. Por eso, el psiquiatra enfatiza en la importancia de anticipar posibles problemas.

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“Cuando nos preparamos emocionalmente para las cosas, podemos enfrentarlas un poco mejor”, añade el también presidente electo de la Asociación de Psiquiatras de Niños y Adolescentes de Puerto Rico.Una forma de anticipar, agrega, es tener a mano los medicamentos que tomamos a diario, ya sea para el tratamiento de una enfermedad mental o una física, como puede ser la diabetes o la hipertensión, entre otras.

“Una condición que se puede ver mucho es el trastorno de estrés postraumático que involucra haber pasado por una experiencia traumática, que la vida estuvo en peligro y que tiene otros síntomas como de hipervigilancia, de sentir que las cosas nos asustan o lo asociamos a ese evento y nos puede dar pesadillas, nos vienen imágenes de lo que vivimos como si estuvieran sucediendo ahora. También podemos sentir que queremos evitar todo contacto con el exterior o con personas y cualquier cosa que asociemos con tormenta, como la lluvia, nos puede causar la misma ansiedad porque estamos acondicionados para eso y pensamos que va a suceder lo peor, además de eso nos podemos poner cínicos, irritables y nos puede dar mucha tristeza y ansiedad”, detalla el doctor Martínez, quien dice que si ese es el caso, debemos buscar una evaluación con un experto de salud mental porque la persona puede requerir tratamiento con medicamentos y psicoterapia.

Si son síntomas leves o son personas que tienen lo que se conoce como pensamientos rumiantes -esos que “no nos los podemos sacar de la cabeza”-, el psiquiatra dice que algo tan sencillo como una caminata bajo el sol y estar en contacto con la naturaleza nos puede ayudar a calmar esas ideas o pensamientos rumiantes.

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Estrategias que ayudan

“Hacer ejercicios puede complementar el tratamiento de una persona que está pasando por síntomas de tristeza. Si tiene ansiedad, se puede beneficiar de la meditación y la atención plena, así como de técnicas de relajación y de respiración: puede inhalar tres segundos hacia adentro, exhalar seis segundos, y visualizando un lugar que simbolice paz para ellos, soltando los músculos y dejándolos más relajados para soltar la tensión”, propone el doctor Martínez, para indicar que, según la fe que se practique, la oración o conversar con un guía espiritual también puede ser de mucha ayuda.

Además de eso, el psiquiatra dice que la escritura “y hacer una narrativa de todas las emociones que sintieron durante el evento y de todo lo que ocurrió, los hace sentir que ganan un poco de control sobre la situación”. De la misma forma, afirma que las personas que no han sufrido grandes daños por el huracán y están en una posición altruista de ayudar a otros, ya sean vecinos o familiares, deben dejarles saber que están disponibles para lo que necesiten.

“A veces con solo escucharlos sin juzgar y de manera empática, puede ayudar a que la otra persona sienta que no está sola en esta situación y que pueden buscar ayuda. Erróneamente, se nos ha enseñado que buscar ayuda es un signo de debilidad, cuando es todo lo contrario. En ocasiones los pacientes nos dicen que no quieren ser una carga o tienen pensamientos de que no valen lo suficiente”, recomienda el doctor Martínez, quien enfatiza que buscar ayuda es un fortaleza del ser humano y es parte de la inteligencia emocional y de ser resiliente.

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También es importante, aconseja el médico, conectar a la persona con servicios de salud mental si es lo que necesita o de salud física, además de los recursos que hay en la comunidad. Además, se debe tener en cuenta a los más viejos de la familia o los que padecen de alzhéimer y demencia senil que se pueden poner muy intranquilos en momentos como los que se viven hoy, sin electricidad ni agua potable.

“Cuando hay algún tipo de demencia se complica más el cuadro. Muchos de estos pacientes van a necesitar seguimiento más corrido de su médico primario y, a veces, también de un neurólogo, de un psiquiatra o de un trabajador social. Ahora mismo están las líneas de crisis de AMSSCA que están disponibles las 24 horas y ellos también pueden buscar en la comunidad quién puede ayudar con cualquier situación”, explica el doctor Martínez, al destacar que, dependiendo de cuán intranquilo o agresivo esté el paciente, se debe visitar una sala de emergencia de un hospital para que decidan si hace falta tomar otras medidas, como hospitalizar en una unidad de salud mental.

Si el anciano solamente está intranquilo o con ansiedad, el psiquiatra recomienda que se validen sus emociones y se escuchen sus preocupaciones. El psiquiatra también menciona que algunos pacientes de demencia tienen unos síntomas conocidos como “Sundowning” o “síndrome del ocaso” que se refiere a la ansiedad e inquietud que aparece al atardecer cuando cae el sol. Las personas que padecen este síndrome presentan agitación y comportamientos como tirar, coger o manosear objetos, además de pronunciar monólogos o provocar discusiones subidas de tono.

“Y a distintas horas del día les puede cambiar el ánimo y pueden desorientarse de repente. Una de las cosas que hacen en hogares de envejecientes es, por ejemplo, es recordarles la hora y el día que es, ponerles luces más brillantes y puedan reconocer los objetos que tienen cerca y el lugar por el que caminan”, recomienda el médico, quien también resalta que el cuidador de ese paciente debe recibir ayuda porque va a llegar un punto en que se va a sentir agotado.

Algunas medidas

Los eventos estresantes son parte de la vida. A lo que se suma que vivimos en una isla tropical que, anualmente, tiene una temporada de huracanes activa y el riesgo de sufrir el embate de un evento meteorológico mayor, es muy real. Sin embargo, sí podemos tomar medidas para manejar la forma en que nos afectan estos eventos. Aquí algunas estrategias para manejar el estrés que propone el doctor Humberto Cruz, psicólogo clínico del Hospital Menonita CIMA:

– Distanciarse un poco de los medios noticiosos. “Ver constantemente repeticiones de las imágenes del desastre, puede aumentar mucho más el estrés y la ansiedad”, advierte Cruz, quien propone que se establezca un horario o una rutina para mantenerse informado.

– Trata de comunicar tu experiencia de la forma más natural posible. Si estás en un proceso de duelo y sientes mucha tristeza, debes ser honesto y hablarlo con alguien de confianza “porque cuando hablamos del dolor que tenemos, pierde fuerza sobre nosotros”.

– Evita las maneras poco saludables de manejar el estrés, como el consumo excesivo de alcohol, cigarrillos, sustancias o comida en exceso. Si te preocupa, consulta con un profesional de la salud.

– Mantener contacto con familiares y seres queridos. “Eso es algo que nos da paz y si puedes llegar a sus casas, ya sea a pie o en carro, visítalos porque te va a dar tranquilidad, al igual que a ellos”.

– Conversa con los hijos. “Involucrar al niño en la elaboración de plan familiar de cómo se van a repartir los quehaceres de la casa. Le puedes dar una escoba o que recoja las horas, por ejemplo. Lo importante es incluirlo porque eso normaliza lo que está pasando”, recomienda Cruz, quien enfatiza en la importancia de aclarar sus dudas sobre lo que está pasando.

– Ayuda a los viejos de la familia. “Es importante explicarles lo que está pasando y que entienda que no se va a estar solo. Si es un paciente con demencia, puede ponerle una música suave y convierta la experiencia en un proceso ameno. También es importante asegurarse que tiene todos sus medicamentos y si usa oxígeno, que tenga el tanque que se puede usar si no hay electricidad”, agrega el psicólogo.

– Mantener una dieta saludable, hacer ejercicio regularmente y dormir suficiente.

– Practicar técnicas de relajación, como el yoga, la respiración profunda, los masajes o la meditación.

Percepción distorsionada del tiempo desde la pandemia vinculada al estrés y mala salud mental

El paso del tiempo se sintió alterado para muchas personas durante la pandemia de COVID-19, desde la dificultad para llevar un registro de los días de la semana hasta sentir que las horas pasaban lentamente o se aceleraban, sugiere una nueva investigación.

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Los resultados mostraron que más del 65 % de los 5661 encuestados informaron que los días de semana y los fines de semana se difuminaban juntos, y que la incertidumbre sobre el futuro era una sensación de enfoque presente. Y más de la mitad reportó la experiencia de sentir que “el tiempo se acelera o se ralentiza”, informan los investigadores, dirigidos por E. Alison Holman, PhD, profesora de la Escuela de Enfermería Gross de la Universidad de California, Irvine.
Los predictores significativos de estas distorsiones del tiempo incluyeron estar expuesto a los medios diarios relacionados con la pandemia y tener un diagnóstico de salud mental antes de la pandemia; estrés secundario como cierre de escuelas y encierro; estrés financiero; estrés de por vida; y exposición al trauma de por vida.

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“La continuidad entre las experiencias pasadas, la vida presente y las esperanzas futuras es fundamental para el bienestar de uno, y la interrupción de esa sinergia presenta desafíos para la salud mental”, dijo Holman en un comunicado de prensa.
“Pudimos medir esto en una muestra representativa a nivel nacional de estadounidenses que estaban experimentando un trauma colectivo prolongado, algo que nunca antes se había hecho, y este estudio es el primero en documentar la prevalencia y los primeros predictores de estas distorsiones del tiempo”, añadió. Holman.
Los hallazgos se publicaron en línea el 4 de agosto en Psychological Trauma: Theory, Research, Practice, and Policy.

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Oportunidad unica

Durante la pandemia, la perspectiva temporal (TP) de muchas personas, definida como “nuestra visión del tiempo que se extiende desde nuestro pasado hacia el futuro”, cambió a medida que “se enfocaban en el peligro presente e inmediato de la pandemia de COVID-19 y los planes futuros”. se volvió incierto”, escriben los investigadores.
Los estudios de muestras de conveniencia “sugirieron que muchas personas experimentaron que el tiempo se ralentizaba, se detenía o se aceleraba a medida que enfrentaban los desafíos de la pandemia”, un fenómeno conocido como desintegración temporal (TD) en la literatura psiquiátrica.
Holman dijo a Medscape Noticias Médicas que investigó la TD después de los ataques del 11 de septiembre de 2001 al World Trade Center.
“Descubrimos que las personas que experimentaron esa sensación temprana de TD, la sensación de que ‘el tiempo se desmorona’, eran más propensas a quedarse estancadas en el pasado y concentrarse en el evento pasado”, lo que llevó a sentir “más angustia con el tiempo, ” ella dijo.
Las investigaciones que examinan la prevalencia y los factores psicosociales que predicen la TD son “bastante raras” y los estudios que examinan la TD “durante un trauma colectivo prolongado y en desarrollo son aún más raros”, señalan los investigadores. La pandemia de COVID “presentó una oportunidad única para realizar un estudio de este tipo”, agregan.
Para su estudio, los investigadores encuestaron a los participantes en el panel en línea NORC AmeriSpeak, un “panel basado en la probabilidad” de 35,000 hogares estadounidenses seleccionados al azar de todo el país.

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El estudio se realizó en dos oleadas: la primera encuesta se administró entre marzo y abril de 2020, la segunda entre septiembre y octubre de ese mismo año.
Acelerando, ralentizando

En el Relevamiento 2, los participantes completaron un índice de 7 ítems de síntomas de TD experimentados durante los 6 meses anteriores. Para ajustar los procesos psicológicos que pueden haber predispuesto a las personas a experimentar TD durante la pandemia, los investigadores incluyeron una medida de Wave 1 de incertidumbre futura como covariable.
Los datos de salud previos a la pandemia se recopilaron antes del estudio actual.
Los participantes de la ola 1 completaron una lista de verificación que informa sobre la exposición personal, laboral y comunitaria al brote de COVID, que incluye contraer el virus, refugiarse en el lugar y experimentar factores estresantes secundarios. También se evaluaron el alcance y el tipo de exposición mediática relacionada con la pandemia.
En Wave 2, informaron el alcance de la exposición al coronavirus, las exposiciones financieras y los factores estresantes secundarios. También completaron una lista de verificación de exposición al estrés/trauma no relacionada con COVID y se les pidió que indicaran si el trauma, el desastre o el duelo tuvieron lugar antes o durante la pandemia.

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La muestra final consistió en 5661 adultos (52% mujeres) que completaron la encuesta Wave 2. Los participantes se dividieron en cuatro grupos de edad: 18-34, 35-49, 50-64 y 65 y más.
Las experiencias más comunes (informadas por más del 65 % de los encuestados) incluían estar concentrados en el momento presente, sentir que los días de semana y los fines de semana eran iguales y sentirse inseguros sobre el futuro.
Más de la mitad de los encuestados (50,4 %) informaron sentir que el tiempo se aceleraba y el 55,2 % informaron sentir que el tiempo se ralentizaba. Algunos también informaron sentirse inseguros acerca de la hora del día (46,4 %) y olvidar eventos que acababan de experimentar (35,2 %).
Cuando los investigadores controlaron la incertidumbre sobre el futuro, encontraron que las mujeres reportaron más TD que los hombres (b = 0,11; IC del 95 %, 0,07 – 0,14; P < 0,001).
En el Relevamiento 1, se encontraron asociaciones entre la TD y la exposición a los medios relacionada con la COVID, los diagnósticos de salud mental antes de la pandemia y el estrés y el trauma no relacionados con la COVID antes de la pandemia. En el Relevamiento 2, se encontraron asociaciones entre TD y factores estresantes financieros y secundarios relacionados con COVID (todos Ps, < .001).