¿Te late mucho el ojo?

Sentir un temblor en el párpado es una sensación que muchos experimentan a diario y que a algunos les despierta el temor de tener un problema de salud. Este latido se caracteriza por aparecer de repente, en cualquier momento generando una gran molestia e incomodidad.

“El cuerpo funciona a veces como un auto, cuando el motor se calienta, se prende una luz roja que indica que hay que parar: con el cuerpo pasa lo mismo. Que te pase esto habla de que hay que bajar las revoluciones” , cuenta el Dr. Rogelio Ribes Escudero, jefe de trasplante de córnea del hospital Alemán.

Asimismo, explica el profesional que cuando “late o tiembla” el párpado ocurre lo que en medicina se denomina mioquimias palpebrales -pequeños espasmos o contracciones espontáneas de la musculatura palpebral que ocurren de manera involuntaria-; un trastorno que se produce cuando el músculo que rodea el párpado en lugar de contraerse y cerrarse hace que las fibras oculares tiemblen.

Otro de los grandes temores de quienes lo sufren es que se note el latido a simple vista. Los profesionales aclaran que esos movimientos son casi imperceptibles y que incluso hay ocasiones en las que no hay movimiento ocular aunque la sensación de temblor existe y hace pensar que es visible. “Lo que ocurre es una especie de fasciculación o palpitación de varias partes del párpado que duran períodos breves de tiempo y suele suceder mayormente en el inferior. No se llega a mover el ojo en sí sino que solo hay sensación de que se contrae como si uno tuviera una lombriz debajo de la piel”, explica Alejandro Guillermo Andersson médico neurólogo y director del Instituto de Neurología Buenos Aires.

Asimismo, destaca el Dr. Andersson que hay que diferenciar las mioquimias de un blefaroespasmo -espasmo de todo el músculo completo que rodea al ojo- que hace que se cierre totalmente y que en casos puede generar ceguera funcional.

Por otro lado y respecto a las mioquimias, el Dr. Ribes Escudero explica que el temblor no es exclusivo del ojo sino que a veces también puede ocurrir en otras partes del cuerpo como puede ser en el hombro o la pierna

Las causas más comunes

El cansancio y el estrés son las causas más comunes según explican los especialistas. Precisamente por esto, se aconseja bajar un cambio: la prevención está más relacionada con una mejora en la calidad de vida. “Esto también ocurre por cuadros de ansiedad o por el consumo de sustancias estimulantes como la cafeína, el té, el mate o similares que producen las mioquimias”, destaca el Dr. Andersson.

¿Qué se hace una vez detectado el temblor en el ojo? El profesional recomienda siempre consultar con un un oftalmólogo para hacer exámenes y descartar cualquier otro tipo de diagnóstico.

“Es una consulta muy frecuente porque los pacientes vienen muy nerviosos y piensan que tienen algo en el ojo. Les explico que se queden tranquilos y que generalmente es producto de la ansiedad o el estrés. No tienen que darle mucha importancia porque sino se ponen nerviosos y alimentan esta mioquimia “, sostiene el doctor.

Tampoco está relacionado con la presión ocular ni con el riesgo de accidente cerebrovascular. Incluso puede durar segundos o repetirse durante días o semanas, pero en algún momento termina desapareciendo.

Tratamientos

Según la American Academy of Ophthalmology existen algunas opciones para tratar esta condición en caso de ser demasiado molesto y persistir. El tratamiento más eficaz que señalan es con inyecciones de toxina botulínica en los músculos del ojo, que actúan como un relajante muscular. Entre un día y dos semanas después de la inyección los temblores empiezan a desaparecer y el alivio dura por lo menos 3 meses. Si las inyecciones no son recomendadas, el médico oftalmólogo puede indicar una combinación adecuada de medicamentos para ayudar a disminuir el latido del ojo.

Fuente: Primera Hora

Mucho ojo con la vista

Los optómetras de Puerto Rico se unen al Día Mundial de la Diabetes, que se celebra el 14 de noviembre, con información de concienciación y explican cómo, mediante un examen de ojos bien realizado y mediante los síntomas del paciente, pueden ayudar a identificar si tiene el azúcar descontrolada, ayudar a prevenir la progresión de la diabetes y condiciones oculares secundarias a la diabetes.

El Día Mundial de la Diabetes (DMD) fue creado en 1991 por la Federación internacional de la Diabetes (FID) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) en respuesta al aumento de la preocupación por la creciente amenaza para la salud que representa esta condición. El Día Mundial de la Diabetes se convirtió en un Día oficial de las Naciones Unidas en 2006. Se celebra cada año el 14 de noviembre, aniversario del nacimiento de Sir Frederick Banting, quien descubrió la insulina junto con Charles Best en 1921.

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Los optómetras, además de examinar los ojos, también tienen la facultad de mandar a hacer laboratorios y verificar el estado de salud de un paciente. Con los laboratorios y un buen examen ocular se certifica si usted puede estar desarrollando retinopatía diabética, glaucoma o cataratas.

La retinopatía diabética es una afección del ojo que puede causar pérdida de visión y ceguera en personas con diabetes. Afecta los vasos sanguíneos de la retina, que es la capa de tejido sensible a la luz en la parte de atrás del ojo.

Según el Instituto Nacional de Ojos los síntomas de la retinopatía diabética son visión borrosa, visión con manchas flotantes y ceguera. Se diagnostica haciendo un examen con dilatación de pupila de los ojos, y se trata con inyecciones láser o cirugía con un oftalmólogo.

“Las primeras etapas de la retinopatía diabética por lo general no presentan síntomas. Algunas personas notan cambios en la visión, como dificultad para leer o ver objetos de lejos. Estos cambios podrían aparecer y desaparecer”, sostuvo la doctora Lourdes González, presidenta del Colegio de Optómetras de Puerto Rico (COPR).

Añadió que, tal y como dicen los expertos del Instituto Nacional de Ojos, “en las etapas avanzadas de la enfermedad, los vasos sanguíneos de la retina comienzan a sangrar en el vítreo (que es un fluido con la consistencia de gel en el centro del ojo). Si esto sucede, es posible que el paciente vea manchas oscuras flotantes o líneas que parecen telarañas. Algunas veces, las manchas desaparecen por sí solas, pero es importante recibir tratamiento de inmediato. Sin tratamiento, el sangrado puede volver a ocurrir, empeorar o provocar cicatrices”.

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La retinopatía diabética es una afección del ojo que puede causar pérdida de visión y ceguera en personas con diabetes. Afecta los vasos sanguíneos de la retina, que es la capa de tejido sensible a la luz en la parte de atrás del ojo.

Según el Instituto Nacional de Ojos los síntomas de la retinopatía diabética son visión borrosa, visión con manchas flotantes y ceguera. Se diagnostica haciendo un examen con dilatación de pupila de los ojos, y se trata con inyecciones láser o cirugía con un oftalmólogo.

“Las primeras etapas de la retinopatía diabética por lo general no presentan síntomas. Algunas personas notan cambios en la visión, como dificultad para leer o ver objetos de lejos. Estos cambios podrían aparecer y desaparecer”, sostuvo la doctora Lourdes González, presidenta del Colegio de Optómetras de Puerto Rico (COPR).

Añadió que, tal y como dicen los expertos del Instituto Nacional de Ojos, “en las etapas avanzadas de la enfermedad, los vasos sanguíneos de la retina comienzan a sangrar en el vítreo (que es un fluido con la consistencia de gel en el centro del ojo). Si esto sucede, es posible que el paciente vea manchas oscuras flotantes o líneas que parecen telarañas. Algunas veces, las manchas desaparecen por sí solas, pero es importante recibir tratamiento de inmediato. Sin tratamiento, el sangrado puede volver a ocurrir, empeorar o provocar cicatrices”.