Un experto de Miami Cancer Institute: “Usted sí puede reducir su riesgo para el cáncer de seno”

Dra. Méndez: Algunos factores de riesgo para el cáncer de seno son modificables, como la dieta, el ejercicio, el consumo de alcohol, el tabaquismo, la exposición a la radiación y el uso de la terapia hormonal sustitutiva. Son cosas en las que podemos trabajar, pero hace falta mucha educación.

Advertisements

Los dos factores de riesgo principales no modificables son la edad – es un hecho conocido que el riesgo para el cáncer de seno aumenta con la edad – y el sexo. Aunque los cánceres de seno pueden ocurrir, y de hecho ocurren, en un pequeño número de hombres, el 99% de ellos se dan en mujeres.

Hay otras condiciones que sabemos que aumentan el riesgo para el cáncer de seno, como tener los hijos a una edad más avanzada; no tener hijos; tener el periodo o la menstruación a una edad temprana; o tener la menopausia a una edad más avanzada. Todos ellos se asocian con un mayor riesgo.

Otro factor es tener una predisposición genética conocida para el cáncer de seno. Hay muchas mutaciones genéticas asociadas con la enfermedad, incluyendo la PALB2, pero las más frecuentes son la BRCA1 o la BRCA2, por lo que si se es portadora de alguno de estos genes, el riesgo es mayor.

El otro factor de riesgo, por supuesto, son los antecedentes familiares. No podemos cambiar nuestros antecedentes familiares, pero sí podemos y debemos estar conscientes de ellos y asegurarnos de compartir esa información con nuestros médicos.

Salud: ¿Es la obesidad un factor de riesgo para el cáncer de seno?

Dra. Méndez: Sabemos que la obesidad está relacionada con un mayor riesgo para el cáncer de seno. Interesantemente, los estrógenos se depositan en el tejido adiposo o células grasas, por lo que cuanto más tejido adiposo tengamos y más lejos estemos de nuestro peso corporal ideal, más altos serán los niveles de estrógeno y mayor será la posibilidad de desarrollar cáncer de seno.

Salud: ¿Se ha relacionado el tabaquismo con el cáncer de seno?

Dra. Méndez: El tabaquismo no tiene una relación directa con el cáncer de seno, pero sí está asociado con el cáncer de pulmón, que es la primera causa de mortalidad por cáncer en las mujeres, por lo que aconsejo a las pacientes que se abstengan de fumar como parte de un estilo de vida saludable.

Salud: Algunos afirman que el café puede causar cáncer de seno, ¿hay algo de cierto en eso?

Dra. Méndez: Hay muchos mitos por ahí y ése es sin duda uno de ellos. El café no va a provocar cáncer de seno. Tampoco el desodorante, los tintes para el pelo o los teléfonos móviles – todos esos son mitos absolutos.

Salud:  ¿Y la terapia hormonal sustitutiva? ¿No se considera un factor de riesgo para el cáncer de seno?

Dra. Méndez: La terapia hormonal sustitutiva ha sido controversial durante muchos años, pero ahora por fin tenemos datos que demuestran que el uso a largo plazo de la terapia de sustitución de estrógenos es efectivamente uno de los factores de riesgo para el cáncer de seno. Sin embargo, aún hoy, a pesar de los datos, me asombra ver cuántas mujeres siguen la terapia hormonal sustitutiva. Es un verdadero reto porque está muy arraigado en la sociedad y en la práctica ginecológica. Pero definitivamente hay un peligro en ella y ahora se ha demostrado, así que usted debe tener una conversación con su médico sobre los riesgos asociados y las terapias alternativas disponibles.

Salud: ¿Pueden los cambios en el estilo de vida reducir el riesgo para desarrollar cáncer de seno?

Dra. Méndez: Sí se puede reducir el riesgo para cáncer de seno. Hay que vigilar el aumento de peso, sobre todo en esta pandemia. No hay planes dietéticos perfectos, pero lo más importante es mantener hábitos alimenticios saludables. Esté consciente de la calidad de los alimentos que consume y de cómo los prepara, haciendo hincapié en lo ligero y lo saludable. La palabra clave es moderación: en la forma de preparar los alimentos y en las cantidades que se consumen.

La moderación también se aplica al consumo de alcohol. Vigile lo que bebe y cuánto bebe. Los vinos tintos tienen ácidos fenólicos que se cree que protegen contra el cáncer de seno, así que si va a beber algo, un vaso de vino tinto puede ser útil.

El ejercicio regular también puede ayudar a proteger contra el cáncer de seno y otros procesos de enfermedad. Recuerde que no tiene que ir a un gimnasio para hacer ejercicio. Evite un estilo de vida sedentario, sea más consciente de moverse y encuentre formas de aumentar su ritmo cardíaco cada día: caminar, correr o cualquier tipo de ejercicio aeróbico.

Advertisements

Salud: ¿Se puede prevenir el cáncer de seno?

Dra. Méndez: La prevención sigue siendo clave, pero no podemos enfocarnos sólo en los factores de riesgo modificables. Tenemos que conocer los no modificables para poder aumentar la vigilancia. Si una paciente tiene alguno de esos factores de riesgo no modificables, entonces yo puedo intervenir para tratar de mantenerla sin cáncer. Esos factores de riesgo podrían calificar a una paciente para inscribirse en mi Clínica de Prevención del Cáncer de Seno en Miami Cancer Institute, que tiene parámetros muy específicos para los pacientes y busca mantener a los pacientes de alto riesgo libres de cáncer.

Salud: ¿Qué tan importante es la detección temprana ante un diagnóstico de cáncer de seno?

Dra. Méndez: Sabemos que la detección temprana conduce a mejores resultados, así que manténgase al día con sus mamografías anuales y sus autoexámenes mensuales. Si nota algo, no lo retrase: hágase un chequeo lo antes posible. Y si le diagnostican cáncer de seno, sepa que un enfoque multidisciplinario de su tratamiento puede maximizar la cura.

Salud: ¿Cuáles son las cosas más importantes que hemos aprendido sobre el tratamiento del cáncer de seno en los últimos cinco años?

Dra. Méndez: Ciertamente, los avances en la medicina genética en los últimos cinco años han ayudado a guiarnos clínicamente y nos permiten personalizar el tratamiento con información más objetiva, y conocer mejor los distintos tipos de cáncer de seno. Por ejemplo, si usted tiene un cáncer de seno triple negativo, la terapia endocrina no le va a ayudar de ninguna manera. Así que ahí es donde empieza la conversación, pero la buena noticia es que hay muchas opciones.

Salud: ¿Cómo ve la evolución del diagnóstico y tratamiento del cáncer de seno en los próximos cinco años? ¿Seguirá el enfoque en la genética?

Dra. Méndez: Sólo el cinco por ciento de los cánceres de seno se deben a una predisposición genética conocida, y el 85 por ciento ocurren de forma esporádica. El 10 por ciento restante puede estar vinculado a los antecedentes familiares, pero no hemos podido identificar una mutación para ello, todavía. Así que sí, seguimos aprendiendo sobre la genética, pero eso sólo se aplica a un pequeño porcentaje de pacientes con cáncer de seno.

El reto más importante que tenemos ahora mismo es el del cáncer de seno triple negativo, porque hasta ahora no tenemos un blanco específico adaptado a ese subtipo de cáncer en particular. En el caso de los cánceres que responden a la proteína HER2, o los que son receptivos a los estrógenos, tenemos terapias dirigidas capaces de tratar a estas pacientes. Pero para el cáncer de seno triple negativo, aunque hemos hecho algunas mejoras en nuestros tratamientos dirigidos, los resultados no son los que esperábamos y es ahí donde se enfoca ahora gran parte de la investigación.

Salud: ¿Cuáles son los puntos clave que todas las mujeres deben tener en cuenta para prevenir el cáncer de seno?

Dra. Méndez: Sigan las directrices de detección. Conozcan su cuerpo. Conozcan sus antecedentes familiares. Y si ven algo, hagan algo.

Por: Baptist Health South Florida

La expresión del receptor de leptina puede tener un valor predictivo de la respuesta a la terapia neoadyuvante en cáncer de mama

Una investigación llevada a cabo en el MD Anderson Cancer Center Madrid aporta nuevos datos respecto al nexo existente entre obesidad y cáncer de mama y más concretamente, sobre el papel que tiene el receptor de leptina (Ob-R) en estas pacientes.

Advertisements

Este estudio, pionero y único en España en la investigación acerca de la relación entre cáncer de mama y obesidad, se encuadra en el marco de la línea de trabajo del grupo que lidera la Dra. Laura García Estévez, jefa de la Sección de Tumores de Mama y coordinadora de la Unidad Multidisciplinar de Mama del MD Anderson Cancer Center Madrid.

La Dra. García comentó a Medscape en español:“Estudiando el eje leptina-receptor de leptina nos pareció muy interesante el hecho de que el receptor de leptina apenas se expresaba en el epitelio de la glándula mamaria normal, pero en cambio, había evidencia de alta expresión en las células de cáncer de mama. En este sentido, pensamos que podría ser interesante estudiar el receptor de leptina como factor predictivo de respuesta al tratamiento neoadyuvante”.

El objetivo principal de este estudio retrospectivo fue investigar la correlación entre la expresión inmunohistoquímica del receptor de leptina y la respuesta patológica completa en pacientes con cáncer de mama temprano que reciben tratamiento sistémico neoadyuvante.

Se analizó un total de 100 mujeres con este tumor que recibieron esta terapia seguida de resección quirúrgica. Como objetivo secundario se estableció el análisis de la correlación del receptor de leptina con los subtipos de cáncer de mama y otras variables clínicas, como edad, índice de masa corporal, estado menopáusico y densidad mamográfica.

Los resultados reflejaron, por un lado, una alta expresión de receptor de leptina en 52% de los tumores y por otro, que un porcentaje significativamente mayor de pacientes con tumores receptor de leptina positivos logró una respuesta patológica completa en comparación con aquellos receptor de leptina negativos (57,7% frente a 27,1%).

Advertisements

Potencial biomarcador

Para la directora de la investigación, este último es un dato muy interesante que merece la pena recalcar: “Los tumores con sobreexpresión de receptor de leptina tenían significativamente más probabilidad de lograr una respuesta patológica completa que los tumores sin receptor de leptina. Esto se vio principalmente en triples negativos y en la población global de HER2+, pero cuando se analizaba específicamente al grupo de HER2+, esta diferencia no existía en el subgrupo HER2 puro, aunque había una tendencia en el grupo HER2+/RH+.

Como es sabido, este subgrupo responde peor a la quimioterapia que el grupo HER2+ puro, por lo que podría ser un marcador añadido que ayudaría a saber quiénes son las pacientes que van a responder mejor. Estamos ampliando la muestra específicamente en este grupo para confirmar este dato”.

Asimismo, la Dra. García hizo hincapié en lo novedoso de estas evidencias, “ya que nunca se había estudiado la vía de leptina/receptor de leptina en el cáncer de mama y su relación con la respuesta al tratamiento. El nexo entre obesidad y cáncer de mama siempre se había establecido con el índice de masa corporal, pero con estas investigaciones profundizamos más en el tumor y en el microambiente tumoral, donde el tejido adiposo es parte relevante”.

Respecto a los objetivos secundarios, los autores comprobaron que aquellas pacientes con expresión de receptor de leptina positiva eran significativamente más jóvenes que las que tenían tumores receptor de leptina negativos (mediana: 44 años frente a 51,5 años). Cuestionada por las razones que explicarían esta evidencia, la Dra. García manifestó que se trata de una cuestión a la que todavía no han encontrado una respuesta apropiada: “Podría deberse a que las pacientes más jóvenes tienen tumores más agresivos, pero esa circunstancia no siempre es una constante. Tampoco encontramos correlación entre el hecho de que estas mujeres más jóvenes presentaban mayores índices de masa corporal”.

Leptina y obesidad en otros tumores: evidencias

Además de su impacto en el cáncer de mama, la Dra. García comentó que este papel del receptor de leptina también se ha visto en otro tipo de tumores: “La leptina es una hormona que tenemos todos los seres humanos; es la hormona de la saciedad, pero también tiene relación con otros sistemas, como el inmunitario. Es liberada por el tejido adiposo y eso significa que a mayor tejido adiposo mayores son los niveles de leptina en sangre. Además es una hormona que favorece la tumorogénesis. Hay investigaciones del receptor de leptina en otros tumores, como el cáncer de colon o tumores ginecológicos, pero no se ha estudiado su valor predictivo a la quimioterapia”. La Dra. Gema Frühbeck, coordinadora del Área de Obesidad de la Clínica Universidad de Navarra y jefa del Grupo de Investigación CIBEROBN, quien no participó en este estudio, señaló que la sobreexpresión del receptor de leptina en otro tipo de tumores es conocida. “Existe evidencia, en particular en el caso del cáncer de colon”.


La especialista manifestó a Medscape en español que la evidencia epidemiológica y molecular respecto al nexo entre obesidad y mayor riesgo de desarrollar ciertos tumores es clarísima desde hace años “y está bien establecida a nivel molecular, no solo debido a la leptina, sino a otras muchas adipoquinas que son generadas por el tejido adiposo y que funcionan como factores de crecimiento”.

En cuanto al vínculo leptina-obesidad, que es la base de la que parte este estudio, la Dra. Frühbeck destacó que en la mayoría de los pacientes con obesidad se observan concentraciones elevadas de leptina debido a la resistencia a la leptina, “es decir, que a pesar de los altos niveles de esta adipoquina, esta no ejerce sus efectos, de forma análoga a lo que ocurre en los pacientes con resistencia a la insulina y diabetes de tipo 2“.

“Las evidencias más recientes respecto al manejo adecuado de los niveles de esta hormona y los factores implicados en la elevación de estos niveles apuntan a que la pérdida ponderal, conseguida mediante tratamiento convencional (cambio de hábitos dietéticos y actividad física), endoscópico y quirúrgico (cirugía bariátrica), consigue mejorar la resistencia a la leptina y todo lo que ello conlleva. En este sentido, resulta especialmente importante disminuir el porcentaje de grasa corporal del paciente y en especial, el exceso de adiposidad visceral”, añadió la Dra. Frühbeck.

Advertisements

Menopausia y otros factores implicados

Al hablar de otras evidencias que se están obteniendo dentro de la línea de trabajo de su grupo de investigación, la Dra. García incidió en que la relación entre obesidad y cáncer de mama es compleja y paradójica: tiene un efecto protector frente al cáncer de mama en las mujeres premenopáusicas y un efecto inductor del cáncer en la menopausia.

“Este dato nos parece sumamente interesante y en él entran en juego muchos factores. En este sentido, nuestro centro lleva a cabo un estudio prospectivo para analizar el factor protector de la obesidad en las mujeres jóvenes. Con dos cohortes de pacientes con índice de masa corporal ≥ 25 (obesidad o sobrepeso), unas con cáncer de mama y otras sin este tumor, analizamos el papel de las dos hormonas más importantes: leptina y adiponectina y su relación con otros factores inherentes a la mujer”.

Para la Dra. García esta línea de investigación permite contemplar la posibilidad de que la combinación de una serie de factores de la propia mujer pudiera predecir el desarrollo de un cáncer y lo más importante, que esto pudiera llevar a alertarla y a cambiar algunos hábitos de vida para revertir esos factores alterados. “Esperamos tener pronto resultados en este sentido”.

En cuanto a la continuidad del estudio, la Dra. García concluyó: “El siguiente paso ha sido demostrar una hipótesis que nos planteábamos: que el eje leptina/receptor de leptina estaba con más frecuencia sobreexpresado en las biopsias de pacientes con tumores triple negativos y HER2+ y que estos subtipos son los que con más frecuencia demuestran tener linfocitos T alrededor del tumor. La hipótesis se basaba en demostrar que el eje leptina/receptor de leptina pudiera estar involucrado en la atracción de esos linfocitos T alrededor del tumor. Esta hipótesis se confirmó, pero ahora queremos ampliar más la muestra para reforzarla y caracterizar estos linfocitos T alrededor del tumor”.

La Dra. García y la Dra. Frühbeck han declarado no tener ningún conflicto de interés económico pertinente.

Siga a Carla Nieto de Medscape en español en Twitter @carlanmartinez.

Para más contenido siga a Medscape en Facebook, Twitter, Instagram y YouTube.

¿Tiene menos de 40 años? Conozca su riesgo para el cáncer de seno.

Si usted es una mujer de menos de 40 años, lo más probable es que esté en la plenitud de su carrera. También es posible que esté ocupada cursando estudios superiores, criando a su familia o haciendo maniobras con las necesidades de sus padres envejecientes. En otras palabras, está ocupada, es joven y una de las últimas cosas en las que puede estar pensando es en su riesgo de desarrollar cáncer de seno. Sin embargo, aproximadamente el 10% de los casos nuevos de cáncer de seno se diagnostican en mujeres menores de 40 años.

Advertisements

Es una estadística seria, sobre todo porque el cáncer de seno en las mujeres jóvenes suele ser más agresivo que entre las mujeres mayores, según la American Cancer Society. Además, los expertos de Miami Cancer Institute, parte de Baptist Health South Florida, creen que las cifras pueden ser incluso más altas en la región.

La buena noticia es que en Miami Cancer Institute, los médicos están siguiendo y estudiando muy de cerca a las pacientes jóvenes para determinar el número de casos locales, así como para desarrollar estrategias para prevenir el cáncer de seno en este grupo de edad. También están desempeñando un papel clave en la investigación de nuevos tratamientos para las mujeres más jóvenes y en la oferta de programas de supervivencia del cáncer específicos para sus deseos.

Estos médicos quieren que las mujeres jóvenes conozcan estas 10 cosas acerca del cáncer de seno:

  1. Obtenga una evaluación del riesgo de cáncer de seno más temprano que tarde. “A los 30 años, toda mujer debería tener una conversación con su médico de atención primaria, ginecólogo u obstetra o internista sobre su riesgo para el cáncer de seno “, dijo la radióloga de seno de Miami Cancer Institute, Kate Lampen-Sachar, M.D. “Esta evaluación es muy importante”. Cuando se encuentran lo suficientemente temprano, la mayoría de los cánceres de seno son curables.
  2. Los autoexámenes de los senos son fundamentales. Debido a que una mujer con un riesgo medio de padecer cáncer de seno no suele empezar a hacerse mamografías hasta los 40 años, deben realizarse autoexámenes mensuales. Según la revista Journal of Clinical Oncology, aproximadamente el 80% de los cánceres de seno detectados en mujeres jóvenes se descubren durante el autoexamen. Aprenda a realizarse un autoexamen, a continuación.
  3. Conozca sus antecedentes familiares. Si tiene familiares con cáncer de seno u otros tipos de cáncer, hable con su médico acerca de las pruebas y el asesoramiento genético. Aunque un pequeño porcentaje de los cánceres son causado por mutaciones genéticas heredadas, los pacientes de cáncer más jóvenes dan positivo en las pruebas de mutaciones que los ponen en riesgo más que los pacientes mayores. “También es importante recordar que uno hereda el 50 por ciento de su ADN de su madre y el 50 por ciento de su padre”, dice Starr Mautner, M.D., cirujana de seno de Miami Cancer Institute. “Los antecedentes familiares de su padre son tan importantes como los de su madre”. Toda mujer diagnosticada de cáncer de seno debería someterse a pruebas genéticas, añadió ella.
  4. Las mujeres de color se ven afectadas de forma desproporcionada. Las mujeres negras de menos de 35 años tienen tasas de cáncer de seno dos veces más altas que las mujeres blancas de la misma edad, y las mujeres hispanas también tienen una mayor incidencia. Ambos grupos mueren de cáncer de seno con mayor frecuencia. Miami Cancer Institute está haciendo un seguimiento de subgrupos de mujeres para determinar si deben empezar a hacerse las pruebas de detección antes que las demás o si deben complementar su mamografía anual con un sonograma o con una resonancia magnética (MRI) de los senos.
  5. No todos los bultos y las pelotas son cáncer. Miami Cancer Institute ofrece la Benign Breast Clinic (Clínica Benigna del Seno) para aquellas que tienen condiciones no cancerosas, así como la Breast Cancer Prevention Clinic (Clínica de Prevención del Cancer de Seno). Estos programas pueden proporcionar tranquilidad a las personas de bajo riesgo además de un estrecho seguimiento y medidas preventivas para las pacientes con mayor riesgo para el cáncer de seno.
  6. Es posible preservar la fertilidad si usted necesita un tratamiento contra el cáncer.“Hablamos con todas nuestras pacientes jóvenes sobre la fertilidad y sus planes futuros antes de que comiencen el tratamiento”, dice la Dra. Mautner, quien refiere a las pacientes interesadas al equipo de onco-fertilidad. Muchas mujeres optan por congelar sus óvulos para utilizarlos en el futuro.
  7. No demore la visita un médico si está embarazada y/o lactando y siente algo inusual. Es un mito que no se pueden realizar con seguridad los procedimientos de diagnóstico por imagen si se está embarazada y/o en periodo de lactancia. “En las mujeres embarazadas, haremos una mamografía si es absolutamente necesaria”, dijo la Dra. Lampen-Sacher, “y no hay ninguna contraindicación para las mujeres que estén lactando”. El ultrasonido no supone ningún riesgo y las biopsias pueden realizarse con seguridad.
  8. Usted puede ser elegible para un ensayo clínico. Si es usted una previviente – alguien con un riesgo conocido para el cáncer pero que no ha sido diagnosticada – o si es una mujer más joven con cáncer de seno, usted puede ser elegible para un ensayo clínico. Miami Cancer Institute lidera y participa en numerosos ensayos. Consulte aquí con frecuencia para la lista más reciente de ensayos.
  9. Sea proactiva. Usted es quien mejor conoce su cuerpo. Sea su propia defensora. Infórmese sobre su riesgo y busque asesoramiento genético si tiene dudas. Si sospecha que algo no está bien, no aplace la visita al médico.
  10. Usted no está sola. Debido al aumento del cáncer de seno entre las mujeres más jóvenes, ahora existen grupos de apoyo y organizaciones dirigidas a este grupo de edad. Consulte el programa Bring Your Brave de los CDC, así como la Young Survivor Coalition. Miami Cancer Institute trabaja en colaboración cercana con muchas organizaciones locales, como 305 Pink Pack y ofrece una variedad de servicios a través de su Programa de Supervivencia y Servicios de Apoyo al Paciente con Cáncer
Advertisements

Cómo hacerse el autoexamen de los senos

El tejido mamario abarca la zona que va desde la clavícula hasta el pliegue que hay debajo del pecho y hasta lo alto de la axila. Si no está segura de cómo realizarse un autoexamen, pídale ayuda a su médico de atención primaria o a su ginecólogo.

  • Desvístase de la cintura para arriba. Parada de pie, mírese en un espejo. Con las manos en las caderas y luego por encima de la cabeza, buque la simetría. Busque irritaciones o hoyuelos en la piel, un pezón girado hacia dentro o alguna inflamación.
  • En posición acostada boca arriba, utilice sus dedos para palpar el tejido mamario. Realice un movimiento circular y cubra todo el pecho. A algunas personas les resulta fácil seguir un patrón de reloj, otras se mueven en filas. “No pellizque el tejido, en vez utilice las yemas de los dedos”, aconseja la Dra. Mautner.
  • Repita, sentada.
  • A algunas mujeres les resulta más fácil examinarse los senos en la ducha, utilizando jabón o gel.
  • Comunique cualquier cambio a su médico.

“”Los autoexámenes de los senos pueden salvarle la vida, pero muchas mujeres tienen miedo de hacerlos porque no son especialistas y creen que no saben lo que tienen que buscar”, dice la Dra. Mautner. “Si lo hacen todos los meses, sabrán si hay algo nuevo”. La Dra. Mautner se siente tan segura del autoexamen que publica un recordatorio mensual en su página de Instagram.

La densidad de la mama también aumenta el riesgo de cáncer de mama en mujeres mayores

La densidad de la mama en mujeres de edad igual o mayor a 65 años puede aumentar el riesgo de cáncer de mama invasivo de una manera muy parecida a como ocurre en mujeres de 40 a 65 años, señala un gran estudio prospectivo de cohortes.

Advertisements

Los hallazgos, basados en un análisis de datos del Breast Cancer SurveillanceConsortium del 1 de enero de 1996 al 31 de diciembre de 2012, tienen potenciales implicaciones para las decisiones de mamografía de cribado en mujeres mayores, en particular las de 75 años y más para quienes la orientación sobre el cribado es limitada por la escasez de datos, comunicaron en JAMA Network Open Dejana Braithwaite, Ph. D., del University of Florida Health Cancer Center, en Gainesville, Estados Unidos, y sus colaboradores.

Los investigadores analizaron 221.714 mamografías de cribado de 193.787 mujeres de 65 años y más en Estados Unidos. Aproximadamente 65% de las mamografías era de mujeres de 65 a 74 años de edad y casi 35% de 75 años y más, que comprendían 38% de la población del estudio.

Durante una media de seguimiento de 6,3 años se diagnosticaron 5.069 cánceres de mama invasivos, señalaron los autores.

La incidencia acumulada a 5 años de cáncer de mama invasivo aumentó en tándem con la densidad creciente de la mama en personas de 65 a 74 años y en aquellas de 75 años y más: la incidencia acumulada por 1.000 mujeres de 65 a 74 años fue de 11,3 para aquellas con mamas casi completamente adiposas, 17,2 para aquellas con densidades fibroglandulares difusas y 23,7 para aquellas con mamas extremada o heterogéneamente densas. Las tasas de incidencia acumulada para las de edad igual o mayor a 75 años fueron de 13,5, 18,4 y 22,5 por cada 1.000 mujeres, respectivamente, observaron los investigadores.

La densidad extrema o heterogénea de la mama conllevó un aumento del riesgo de cáncer de mama, en comparación con la densidad fibroglandular difusa de la mama, en las dos categorías de edad (hazard ratio [HR]: 1,39 y 1,23 para las de 65 a 74 años de edad y para las de 75 años y más, respectivamente), mientras que el riesgo de cáncer de mama invasivo fue casi 30% más bajo en las mujeres con mamas casi completamente adiposas, en comparación con las mujeres con densidad fibroglandular difusa de la mama (HR: 0,66 y 0,73 para los grupos de edad de 65 a 74 y de 75 y más, respectivamente.)

Las relaciones entre la densidad de la mama y el cáncer de mama fueron estadísticamente significativas después del ajuste respecto al índice de masa corporal y otros factores de riesgo.

Advertisements

Sin embargo, no se observaron diferencias significativas entre la densidad de la mama y el riesgo de cáncer de mama con base en el índice de masa corporal, señalaron los autores, quienes investigaron esta potencial asociación como parte de su empeño en identificar subpoblaciones de mujeres mayores que pudieran beneficiarse del cribado, “en especial porque la guía de la Comisión de Servicios Preventivos de Estados Unidos (USPSTF) señala que la evidencia actual se considera insuficiente para recomendar el cribado sistemático de cáncer de mama en mujeres de 75 años de edad o más”, escribieron.

Además, aunque la densidad mamaria es importante para la evaluación del riesgo y se podría evaluar en mujeres mayores, algunos modelos de predicción del riesgo excluyen mujeres de edad igual o mayor a 75 años en las evaluaciones del riesgo, señalaron, añadiendo que esto es preocupante dado “el envejecimiento de la población en Estados Unidos y en todo el mundo”.

“Las relaciones positivas encontradas en este estudio entre la densidad de la mama y el cáncer de mama en mujeres de 75 años de edad o más indican que la densidad de la mama y la esperanza de vida han de considerarse de forma conjunta al analizar los beneficios y los daños potenciales de continuar la mamografía de cribado en esta población”, concluyeron.

Los nuevos hallazgos complementan los de estudios previos y resaltan “la intersección de dos temas que han atraído considerable interés de lego, políticas sanitarias y sector académico” en años recientes: la mamografía para cribado en mujeres mayores y el riesgo de cáncer de mama a consecuencia de la densidad mamaria en mujeres mayores, escribió en un comentario publicado con el estudio la Dra. Catherine M. Tuite, del ChristianaCare Helen F. Graham Cancer Center & Research Institute, en Newark, Estados Unidos.

“Aunque existe una relación lineal entre la edad y la densidad mamográfica, la edad no es un sustituto perfecto de esta última y hay una cantidad significativa de mujeres mayores con tejido mamario denso en las mamografías”, dijo, señalando que una mujer de 75 años en Estados Unidos tiene una esperanza de vida de 12 a 14 años adicionales y que “la continuación de la mamografía de cribado en mujeres sanas de edad igual o mayor a 75 años puede ofrecer una oportunidad importante para evitar la morbilidad y la mortalidad por cáncer de mama en este grupo de edad”.

Advertisements

Sin embargo, el sobrediagnóstico sigue siendo una preocupación, añadió.

“La densidad mamaria y la edad solo son algunos de los múltiples factores que en la actualidad se están investigando en el impulso hacia el cribado de cáncer de mama en función del riesgo o personalizado. Debemos mantenernos cautos en la aplicación del cribado restrictivo de mujeres de cualquier edad con un riesgo supuestamente más bajo que el promedio. En última instancia, la decisión para suspender el cribado es personal y cada mujer tiene el derecho de ponderar sus propios deseos, valores y experiencias de vida con un análisis preciso y no sesgado de riesgos y beneficios de la mamografía de cribado al tomar la decisión”, agregó.

Este estudio fue financiado por becas del National Cancer Institute y el Breast Cancer Surveillance Consortium. La recolección de datos sobre cáncer y estado vital fue financiada en parte por varios departamentos de salud pública estatales y registros de cáncer. Braithwaite y la Dra. Tuite han declarado no tener ningún conflicto de interés económico pertinente.

Este contenido fue originalmente publicado en MDEdge, parte de la Red Profesional de Medscape. 

Cáncer de mama metastásico HER2 positivo: trastuzumab deruxtecán frena la progresión del tumor en cerca de 76% de las pacientes

El tratamiento con trastuzumab deruxtecán, un fármaco-anticuerpo dirigido a cáncer de mama HER2, aprobado para pacientes con cáncer de mama metastásico HER2 positivo avanzado, se asocia a una mejora estadística y clínicamente significativa en la sobrevida libre de progresión respecto a la terapia estándar actual (trastuzumab emtansina) en pacientes con este tumor (uno de los subtipos más agresivos de cáncer de mama). Esta es la principal conclusión arrojada por el estudio DESTINY-Breast03, presentado en el simposio presidencial del Congreso de la European Society for Medical Oncology (ESMO) de 2021.

Advertisements

La investigación, primer estudio aleatorio informado de trastuzumab deruxtecán en cáncer de mama, demostró que este tratamiento frena la progresión de este tipo de cáncer en 75,8% de las pacientes a los 12 meses respecto a 34,1% que lo consiguen con la terapia estándar.

“Los datos reflejan cómo trastuzumab deruxtecán probablemente es el tratamiento más activo per se en el contexto del cáncer de mama en general y del cáncer de mama HER2 positivo en particular. Creo que este fármaco se acaba de posicionar como el estándar de tratamiento en pacientes pretratadas.

Las evidencias demuestran que con esta opción terapéutica, en 16% de las pacientes el tumor llega a desaparecer, en 80% el tumor experimenta una mejora espectacular y solo en 1% de las pacientes el tumor no se llegó a controlar”, declaró a Medscape en español el Dr. Javier Cortés, primer autor del estudio y director del International Breast Cancer Center (IBCC) de Barcelona, España.

Advertisements

Un total de 524 pacientes

El estudio DESTINY-Breast03 es un ensayo clínico de fase 3, multicéntrico y aleatorizado, en el que participaron 524 pacientes con cáncer de mama metastásico HER2 positivo con una mediana de edad de 54 años, tratadas previamente con una línea de quimioterapia (texanos) y trastuzumab. El objetivo de esta investigación fue comparar la eficacia y seguridad de trastuzumab deruxtecán frente a la terapia estándar (trastuzumab emtansina) en estas pacientes.

Las participantes incluidas fueron asignadas aleatoriamente (1:1) a uno de los dos grupos del estudio: 261 al grupo de trastuzumab deruxtecán y 263 al del tratamiento estándar. El criterio de valoración principal fue la sobrevida libre de progresión, mientras que entre los criterios secundarios se incluyeron la sobrevida global, la tasa de respuesta objetiva, la duración de la respuesta y la seguridad. La duración media del tratamiento fue de 14,3 meses con trastuzumab deruxtecán frente a 6,9 meses de trastuzumab emtansina.

“Asimismo, se observó que más de 50% de las pacientes se mantiene sin que la enfermedad metastásica empeore a los 24 meses y aunque se requiere más tiempo para conocer los resultados finales de este objetivo secundario, también se aprecia una fuerte tendencia a la mejora de la sobrevida global”, comentó el Dr. Cortés.

En cuanto al perfil de toxicidad, los datos confirman que este es manejable y consistente con el observado en los ensayos clínicos previos, sin que se hayan evidenciado nuevos problemas de seguridad, “si bien una de cada 10 pacientes puede tener cuadros de neumonitis o de inflamación pulmonar, una eventualidad a la que debemos estar atentos para diagnosticarla a tiempo de forma que sea manejable y no repercuta en la calidad de vida de las pacientes”.

Advertisements

“Caballo de Troya” como mecanismo de acción

Como explicó el Dr. Cortés, este tratamiento actúa como un “caballo de Troya”, engañando a los “guardianes” y entrando en la “fortaleza”: “El fármaco se ‘pega’ a un receptor de membrana, el HER2 (es suficiente que haya cierta cantidad) para introducirse después en la célula tumoral. Una vez dentro de esta, rompe y suelta la quimioterapia que lleva acoplada. Por tanto, el organismo no ‘ve’ la quimioterapia hasta que está dentro de la célula tumoral”.

El Dr. Cortés añadió que los datos arrojados por DESTINY-Breast03 representan un cambio de paradigma en el tratamiento del cáncer de mama metastásico HER2 positivo: “Estos resultados sugieren que estamos a las puertas de poder cronificar a un grupo muy importante de pacientes de cáncer de mama, e incluso de curar a un porcentaje de ellas”.

“Se trata de un fármaco tan innovador que mejora el pronóstico de forma tan llamativa respecto al tratamiento estándar actual, que podríamos estar ante la terapia farmacológica más activa en la historia del cáncer de mama”, añadió el especialista.

Respecto a la posibilidad de que en base a estas evidencias, otro tipo de tumores pueda beneficiarse de esta opción terapéutica, el Dr. Cortés señaló que es factible: “Como hemos dicho, se trata de un fármaco caballo de Troya, que necesita un receptor HER2 para entrar en las células y, por tanto, cualquier tumor que tenga algo de HER2 (no tienen por qué ser tumores HER2 positivos), aunque sea en muy poca cantidad, ya pueden beneficiarse. De hecho, hay estudios preliminares que demuestran que este caballo de Troya funciona en tumores de mama con expresión baja de HER2 y también se han visto estudios con datos preliminares con actividad en tumores gastrointestinales o tumores de pulmón. Por tanto, creo que es una opción terapéutica que puede beneficiar a muchos otros tipos de tumores”.

Advertisements

Líneas de futuro

Asimismo, durante la presentación del estudio DESTINY-Breast03 se apuntó que se están llevando a cabo estudios de calidad de vida con trastuzumab deruxtecán. Cuestionado al respecto, el Dr. Cortés señaló que se trata de trabajos interesantes, “pero en este momento todavía no se pueden comunicar porque hemos de trabajar más en los resultados, que se presentarán en simposios posteriores, pero puedo decir que los datos no son malos y en global, los pacientes que reciben trastuzumab deruxtecán no tienen peor calidad de vida”.

En cuanto a la continuidad de esta línea de investigación y los siguientes pasos previstos en este sentido, el Dr. Cortés comentó que están definidos tres objetivos de estudio importantes: “El primero, estudiar este fármaco en otros tumores y subtipos de cáncer de mama. En segundo lugar, estudiar trastuzumab deruxtecán en líneas anteriores, es decir, en el momento en que la enfermedad metastásica aparece. El tercer objetivo es hacer el estudio en tumores tempranos, es decir, tumores antes de que desarrollen metástasis, porque creemos que podemos desescalar quimioterapia y curar a más pacientes”.

El Dr. Cortés ha declarado relaciones económicas con Daiichi Sankyo y AstraZeneca, entre otras empresas.

Siga a Carla Nieto de Medscape en español en Twitter @carlanmartinez.