La prevención salva vidas: conozca las pruebas de detección temprana para cáncer de mama, cervical y colorrectal

La pandemia de covid-19 ha provocado una enorme disminución en el uso de las pruebas de detección del cáncer. Estas demoras en los exámenes de detección durante los pasados años podrían provocar una progresión del cáncer a etapas más avanzadas. El cáncer es más fácil de tratar en etapas tempranas y antes de que aparezcan los síntomas. En este artículo discutimos las pruebas de detección temprana para cáncer colorrectal, mama y cervical. Conozca si es momento de realizarse los exámenes de detección temprana de cáncer según su edad, sexo, historial familiar y factores de riesgo.

Cáncer colorrectal

Según el Registro Central de Cáncer de Puerto Rico, el cáncer de colon y recto es el segundo tipo más común en hombres y mujeres en la Isla. La tasa de mortalidad es de 24 por cada 100 mil hombres y 17 por cada 100 mil mujeres.

La Comisión de Servicios Preventivos de los Estados Unidos recomienda la prueba de sangre oculta en la excreta o la colonoscopía a todo adulto, comenzando a la edad de 45 años hasta los 75 años de edad, como detección temprana para cáncer colorrectal.

El Departamento de Salud de Puerto Rico decretó la Orden Administrativa #334 para establecer la prueba de sangre oculta en la excreta, específicamente la prueba inmunoquímica fecal (FIT), como requisito anual a partir de los 40 años. Fue emitida debido a que una tercera parte de los casos de cáncer colorrectal en la Isla afecta a personas entre los 40-59 años.

Si tiene 40 años o más, consulte con su médico cuál es la prueba adecuada para usted y con cuánta frecuencia debe hacerla.

Cáncer cervical

El cáncer cervical, conocido como “cáncer de cuello uterino”, es uno de los tipos más comunes en Puerto Rico, siendo la infección con el Virus de Papiloma Humano (VPH) el principal factor de riesgo para desarrollarlo.

Sin embargo, este tipo de cáncer es prevenible. El primer paso en la prevención para este cáncer es vacunarse contra el VPH, que además de prevenir contra el cáncer cervical, previene contra otros cinco tipos de cáncer: oral, anal, vaginal, de vulva y pene. El Comité Asesor sobre Prácticas de Inmunización (ACIP, por sus siglas en inglés) recomienda la vacuna contra el VPH desde los 9 hasta los 45 años. La dosis dependerá de la edad en que la persona inició la serie de vacunación. Si se inicia la serie de vacunación entre las edades de 9 a 14 años, se recomienda dos dosis de la vacuna. Si se inicia desde los 15 años en adelante, se debe administrar tres dosis de la vacuna contra el VPH.

En mayo de 2018, el Departamento de Salud de Puerto Rico incluyó en el listado de vacunas requeridas la que protege contra el VPH. Para comenzar el curso escolar, los adolescentes de 11 a 18 años de edad deben tener al menos una dosis de esta vacuna y deben completar la serie según indicado en el itinerario de vacunación.

Detección temprana y seguimiento para el cáncer cervical

Existen dos pruebas de detección temprana para este tipo de cáncer: la prueba del Virus del Papiloma Humano (VPH) y la prueba de Papanicolaou (Pap). La frecuencia y el tipo de exámenes de detección para el cáncer de cuello uterino dependen de su edad y sus antecedentes médicos. La Comisión de Servicios Preventivos de los Estados Unidos recomienda que:

• Entre los 21 a 29 años: Hacerse la primera prueba de Pap a los 21 años y a partir de ese momento, repetir la prueba cada tres años.

• Entre los 30 a 65 años: Se recomienda que la detección de cáncer cervical se haga mediante los siguientes métodos:

—Prueba de VPH de cada cinco años

—Prueba conjunta de VPH y Pap cada cinco años

—Prueba de Pap cada tres años

• Mayores de 65 años: Consultar con su médico para conocer si es necesario hacerse estas pruebas. Para poder descontinuar la prueba de Pap a los 65 años, debe haber obtenido tres pruebas normales consecutivas sin resultados anormales en los últimos 10 años.

Recuerde consultar con su médico o pediatra de su hijo acerca de la vacuna contra el VPH.

• Si usted o sus hijos cualifican, reciban la vacuna contra el VPH.

• Programe una cita con su médico para realizarse la prueba de Pap.

Cáncer de mama

Este es el tipo de cáncer más común y responsable del mayor número de muertes en las mujeres en Puerto Rico. Se estima que 1 de cada 10 mujeres en la Isla recibirá un diagnóstico de cáncer de mama en algún momento de su vida. Afortunadamente, existen medidas para detectar este cáncer a tiempo y aumentar la probabilidad de sobrevivir a esta enfermedad. La pandemia de covid-19 pudo haber atrasado su intención de visitar al médico para obtener el referido para realizarse la mamografía. Ahora es tiempo de retomar sus cuidados preventivos.

Si tiene 40 años o más y lleva más de dos años sin hacerse la mamografía y no tiene alto riesgo —por ejemplo, antecedentes familiares de cáncer de mama o cáncer de ovario y mutaciones genéticas— busque el referido y ponga en agenda su mamografía lo antes posible. Dialogue con su médico si necesita añadir otros estudios a su plan de detección temprana.

Si tiene 50 años o más se recomienda que se haga una mamografía cada dos años. Consulte con su médico para más detalles.

Si no tiene plan médico y no cualifica para el Plan de Salud del Gobierno, el Programa de Prevención y Detección Temprana de Cáncer de Mama y Cuello Uterino de Puerto Rico puede ser una alternativa para usted. Comuníquese al 787-522-3265 para conocer si es elegible para este programa.

Las autoras son parte del equipo de Alcance Comunitario, PR-CEAL, Centro Comprensivo de Cáncer de la Universidad de Puerto Rico.

Prueban terapia ultrasónica para combatir el cáncer de páncreas

Investigadoras del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), en España, han probado la efectividad de una terapia con ultrasonido para la inhibición de células cancerosas en casos de cáncer de páncreas.

El estudio, cuyas conclusiones aparecen publicadas en la revista Frontiers in Cell and Developmental Biology, podría abrir la puerta al desarrollo de nuevos tratamientos no invasivos basados en tecnología ultrasónica para paralizar el crecimiento de tumores sólidos.

El crecimiento de los tumores sólidos va acompañado de procesos de proliferación y migración de las células cancerosas, señaló el CSIC en una nota difundida este miércoles, y precisó que las terapias actuales que incluyen radiación ionizante destruyen células malignas y sanas.

“Nuestra investigación plantea por primera vez la posibilidad de desarrollar una nueva terapia basada exclusivamente en la tecnología ultrasónica, no ionizante”, lo que supondría un tratamiento no invasivo, de bajo costo, de fácil aplicación y sin daños colaterales para los pacientes, explicó Itziar González, investigadora del CSIC en el Instituto de Tecnologías Físicas y de la Información Leonardo Torres Quevedo (ITEFI).

Desarrollaron la investigación sobre muestras in vitro de cáncer de páncreas, y aplicaron una dosis de tan solo veinte minutos de ultrasonidos de baja intensidad sobre muestras de células de un tipo de cáncer de páncreas (PANC-1) y consiguieron parar el avance colectivo e individual de las células durante, al menos, dos días, ha indicado la investigadora.

“La aplicación de ondas ultrasónicas en determinadas condiciones acústicas durante 15 o 20 minutos inhibe la capacidad de movimiento celular durante largos periodos de tiempo, de más de 48 horas o incluso hasta 3 días después del tratamiento”, aseguró.

Las investigadoras observaron también cierta inhibición en los procesos de proliferación celular, y en la actualidad los están analizando en otros experimentos en los laboratorios. El próximo paso para demostrar la eficacia y la idoneidad de esta terapia serán las pruebas in vivo con ratones, para tratar de probar con roedores con diferentes tipos de tumores los buenos resultados que se han conseguido in vitro.

Los experimentos in vivo con ratones se realizarán en colaboración con investigadores de la Universidad de Harvard, la Universidad del País Vasco (norte de España) y el Instituto Ramón y Cajal de Investigación Sanitaria, gracias al uso de un pequeño dispositivo ultrasónico ajustable a cada animal.

Las “gemelas digitales” permitirán afinar los tratamientos contra el cáncer

Doce hospitales y centros de investigación españoles van a participar en un proyecto para desarrollar “gemelas digitales” que se parecerán al máximo a cada paciente de cáncer y tratar así de conocer cómo responderán a un determinado tratamiento y personalizarlo con mayor precisión.

Las “gemelas digitales” serán modelos computacionales creados a imagen y semejanza de cada paciente e integrarán datos muy precisos sobre genética o proteómica, pero también otros sobre el estilo de vida, el estado emocional, el uso de las redes sociales o la historia clínica de cada paciente.

El proyecto será liderado por el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), y en el mismo participarán además el Hospital La Princesa; el Hospital de Fuenlabrada; el Hospital Clínico de Valencia; el Hospital Son Espases; el Instituto Catalán de Oncología; el Complejo Hospitalario de Navarra; el Hospital Virgen de la Macarena; el Hospital San Pedro de Cáceres; el Complejo Hospitalario A Coruña; la Universidad Carlos III; y Universidad Politécnica de Madrid, todos ellos en España.

El CNIO ha destacado hoy que el análisis detallado del genoma de decenas de miles de pacientes de cáncer en todo el mundo ha logrado en los últimos años identificar nuevas dianas y biomarcadores para predecir la respuesta a fármacos, pero también que queda por explicar gran parte de la variabilidad entre pacientes, lo que limita la toma de decisiones terapéuticas verdaderamente personalizadas.

Para avanzar en este objetivo se ha puesto en marcha este proyecto (“Oncología de alta definición en cáncer femenino”), que recibirá 2.5 millones de euros para los próximos tres años y en el que participan centros de investigación y universidades de toda España.

Los investigadores monitorizarán de manera remota a las pacientes para capturar grandes cantidades de datos sobre ellas e información sobre múltiples factores que podrían influir en el desarrollo del cáncer. Con esos datos se describe a las pacientes de la forma más completa posible, para así construir “gemelas digitales” que puedan dar pistas sobre diferentes aspectos, entre ellos cómo responderá la paciente ante uno u otro fármaco.

Para la monitorización remota se usarán dispositivos corporales portátiles, como pulseras digitales, que registrarán el pulso, la concentración de oxígeno en sangre y la actividad física, entre otras variables.

Un aspecto especialmente innovador es que se tendrá en cuenta también la huella digital, entendida esta como la actividad en redes sociales y el uso del móvil en general, además de las emociones y la declaración sobre calidad de vida.

A todos esos datos se añadirá el análisis detallado de genes (genómica); proteínas (proteómica); actividad metabólica; y microbioma; además de los datos de la historia clínica.

Hasta ahora “la medicina de precisión tiene en cuenta la genómica y poco más”, ha explicado el investigador principal del proyecto, Miguel Ángel Quintela, jefe de la Unidad de Investigación Clínica en Cáncer de Mama del CNIO.

“Las gemelas digitales que queremos desarrollar incluyen factores más difíciles de medir, pero que constituyen la paciente al completo; se trata de entender a las pacientes como un sistema multidimensional”, ha precisado.

“Las gemelas digitales permitirán una evaluación, gestión y comprensión del proceso oncológico de cada persona, utilizando medidas detalladas de los factores determinantes de la respuesta”, ha explicado Quintela en una nota del CNIO, y ha observado que se podrá por ejemplo “detectar precozmente las desviaciones de las trayectorias positivas de la enfermedad e impulsar intervenciones precisas y ajustadas”.

El proyecto ha sido seleccionado en la convocatoria Proyectos de Investigación de Medicina Personalizada de Precisión 2022 del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) y estará financiado a través del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia de los Fondos Next Generation de la UE.

Las farmacéuticas Moderna y Merck avanzan en sus trabajos para vacuna contra el cáncer de piel

Los precios de las acciones de Merck y Moderna aumentaron bruscamente el martes después que las empresas farmacéuticas dijeron que una posible vacuna contra el cáncer de piel que están desarrollando con la misma tecnología de las vacunas contra el COVID-19 dio buenos resultados en un estudio de etapa intermedia.

La combinación de la vacuna con el medicamento inmunoterapéutico Keytruda de Merck dio lugar a una mejora estadísticamente significativa del tiempo de supervivencia libre de reapariciones en enfermos de melanoma de fase tres o cuatro a quienes les extirparon quirúrgicamente los tumores.

Se comparó la combinación con la sola Keytruda en una prueba clínica de etapa intermedia con 157 pacientes.

El grupo de enfermos que recibió la vacuna en potencia y Keytruda experimentó una reducción de 44% de riesgo de muerte o de retorno del cáncer, dijeron las empresas.

Merck y Moderna esperan iniciar la tercera fase del estudio de la combinación el año próximo. Este es, generalmente, el último y más amplio estudio clínico antes de someter un medicamento a la aprobación de la autoridad regulatoria.

La vacuna potencial busca enseñar al sistema inmunitario del enfermo a reconocer y responder específicamente a mutaciones en su tumor. Keytruda, el medicamento de mayor venta de Merck, prepara al sistema inmunitario par detectar y combatir las células tumorales.

Las acciones de Moderna aumentaron más de 8% en transacciones antes de la apertura del mercado, las de Merck en 2% y los índices a futuro registraron aumentos leves.

Fuente: El Nuevo Día

Estudio destaca que un millón de niños pierden a su mamá cada año por cáncer

Un estudio sobre la relación entre el cáncer y la orfandad, una variable que hasta ahora no se había tenido en cuenta, desvela que cada año un millón de menores de edad pierden a su madre debido a esta enfermedad, que en ese mismo período causa en el mundo la muerte de 4.4 millones de mujeres.

Datos del estudio, conducido por la Agencia Internacional de Investigación contra el Cáncer, fueron adelantados esta semana en el Congreso Mundial contra el Cáncer por la experta de la organización Valerie McCormack, jefa del departamento de epidemiología del estilo de vida y el medio ambiente.

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“La edad a la que las madres tienen a sus hijos es crítica en este sentido, porque el hecho de tenerlos más tarde (como ocurre en muchos países de Occidente) conduce a más y más jóvenes huérfanos”, destacó a Efe al comentar los resultados del estudio, ya sometido a revisión paritaria pero aún no presentado formalmente en su totalidad.

McCormack explicó que un 45% de estas situaciones de orfandad son causadas por el cáncer de mama y cervical (de cuello uterino), dos de los tipos más prevalentes entre mujeres.

“La mayor tasa de huérfanos maternales ocurre cuando la mujer muere entre los 40 y los 50″, destacó la experta, quien subrayó que el estudio es especialmente relevante teniendo en cuenta que las muertes por cáncer entre 35 y 50 años se dan mucho más entre mujeres que en hombres (a partir de esa edad la tendencia se invierte).

Ese tipo de estudios sobre el impacto en la infancia de una enfermedad se habían efectuado ya en el caso del VIH/sida y aunque hasta ahora “no se le había prestado mucha atención al cáncer”, el interés surgió, según la experta, al llevar a cabo estudios sobre la prevalencia de tumores mamarios en África.

“Cuando hablábamos con las familias de las víctimas, nos sorprendió el ver lo a menudo que los viudos u otros familiares expresaban su preocupación por el futuro de sus hijos”, explicó.

Por qué es aconsejable protegerse del sol independientemente de tu color de piel y aunque haya pasado el verano

Si solo tienes unos segundos, lee estas líneas:

  • La exposición a los rayos del sol durante todo el año puede aumentar el riesgo de padecer cáncer de piel.
  • Permanecer a la sombra, ponerse protector solar y usar ropa tupida de manga larga sirve para protegerse de la radiación ultravioleta.
  • Para detectar temprano un cáncer de piel, es aconsejable examinarse la piel de forma habitual (por ejemplo, una vez al mes) y estar pendiente de cualquier cambio en los lunares, pecas y manchas.

Aunque pasar tiempo al aire libre es una manera excelente de estar físicamente activo y obtener vitamina D, protegerse del sol es muy importante para prevenir la aparición de un cáncer de piel, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés). Les contamos por qué es importante utilizar protector solar todo el año, independientemente del color de piel que se tenga, y qué otros trucos sirven para reducir la exposición a los rayos del sol.

La exposición a los rayos del sol puede aumentar el riesgo de padecer cáncer de piel

El cáncer de piel es el tipo de cáncer más común, según la Sociedad Estadounidense contra el Cáncer (ACS, por sus siglas en inglés). Entre las posibles causas de esta enfermedad, está la exposición excesiva a los rayos ultravioleta (UV) que proceden del sol.

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En qué fijarse al elegir un protector solar

A la hora de elegir un protector solar, la ACS recomienda elegir aquellos con protección de “amplio espectro”. Los productos con esta etiqueta brindan protección tanto contra rayos ultravioleta tipo A (UVA) como los del tipo B (UVB), que contribuyen al cáncer de piel y a su envejecimiento prematuro.

La organización sugiere, además, escoger productos con un factor de protección solar (o SPF, por sus siglas en inglés) de, por lo menos, 30. Cuanto más elevado sea este número, mayor es la protección. Según la ACS, los protectores con SPF 15 filtran aproximadamente el 93% de los rayos UVB. Los que tienen SPF 30, alrededor del 97%; los de SPF 50, alrededor del 98%; y los de SPF 100, aproximadamente el 99%.

Antes de ponerse el protector solar, los CDC aconsejan verificar su fecha de caducidad. Estos productos suelen tener, como máximo, “una vida útil de 3 años”, que puede ser más corta si han estado expuestos a altas temperaturas.

Además, la organización insiste en que ningún protector solar es a prueba de agua ni de sudor. “Si la etiqueta frontal de un producto afirma que este es resistente al agua, la misma debe especificar si dura por 40 minutos u 80 minutos al nadar o transpirar”, señala. Los CDC aconsejan volverse a poner crema después de permanecer al sol durante más de 2 horas y tras nadar, sudar o secarse con una toalla.

Por qué no es aconsejable aplicar protector solar a los menores de 6 meses

Pese a que la piel de los bebés es especialmente vulnerable a quemaduras graves, la FDA y la Academia Estadounidense de Pediatría (AAP) desaconsejan aplicar protector solar a los menores de 6 meses. El motivo es que “corren mayor riesgo que los adultos de sufrir los efectos secundarios de los protectores solares, como un sarpullido”.

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La FDA recomienda mantener a los bebés alejados del sol entre las 10 de la mañana y las 2 de la tarde y a la sombra siempre que sea posible. También vestirlos con ropa ligera, como pantalones largos y camisas con mangas. “Si sostiene la tela contra su mano y es lo suficientemente transparente como para ver a través de ella, probablemente no ofrezca suficiente protección”, advierte.

De ropa tupida y oscura a un sombrero: cómo vestirse para protegerse del sol

La vestimenta también sirve para protegerse del sol. Siempre que sea posible, los CDC recomiendan ponerse camisas de manga larga y faldas y pantalones largos. “Si usar este tipo de ropa no es práctico, trate de usar una camiseta o un pareo de playa”, señala.

Las prendas de tela tupida ofrecen una mejor protección. Así lo indica el organismo, que destaca que una camiseta mojada ofrece mucha menos protección que una seca y que los colores más oscuros son mejores que los claros.

Además, aconseja usar un sombrero con un ala alrededor que dé sombra a la cara, las orejas y la nuca, y evitar los sombreros de paja con agujeros que dejan pasar la luz del sol. Si se usa una gorra, es recomendable protegerse las orejas y la nuca con alguna tela, protector solar o estando a la sombra. Los lentes de sol, además de proteger de los rayos ultravioleta los ojos y la piel de alrededor, “reducen el riesgo de cataratas”.

Examinarse la piel de forma habitual a veces ayuda a detectar un cáncer de piel

Para detectar temprano un cáncer de piel, “no es necesario hacer radiografías ni análisis de sangre, simplemente se requiere de sus ojos y de un espejo”, afirma la ACS. El organismo aconseja examinarse la piel de forma habitual (por ejemplo, una vez al mes).

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Para ello, sugiere ponerse frente a un espejo de cuerpo entero en una habitación en la que haya mucha luz y observar todo el cuerpo: de la cara al cuello, pasando por el pecho (levantando los senos), el abdomen, la espalda, los brazos o las piernas.

Un espejo de mano puede ser de ayuda para ver algunas zonas (como la parte trasera de los muslos). “Su pareja o un amigo o familiar de confianza pueden ayudarle con estos exámenes, especialmente cuando se trate de áreas difíciles de ver, tales como la espalda o el cuero cabelludo”, señala.

El objetivo es conocer el patrón de los lunares, las imperfecciones, las pecas y otras marcas en la piel para poder detectar cualquier cambio durante la próxima evaluación. “Si examina su piel periódicamente, sabrá lo que es normal en ella”, señala la ACS.

Lunares que cambian de forma y otras señales que ayudan a detectar un cáncer de piel

No todos los cánceres de piel tienen el mismo aspecto. Como explica la ACS, pueden aparecer en muchas formas y tamaños y, a veces, incluso pueden parecerse a otras afecciones dermatológicas.

Aun así, para detectar un cáncer de piel, la organización aconseja prestar atención a algunas señales. Por ejemplo, al crecimiento o la expansión de una mancha o una protuberancia (un hinchazón) en la piel; una úlcera que sangra; una mancha roja que es áspera o escamosa y que puede sangrar o formar costra; algo parecido a una verruga; y un lunar que sea nuevo, cambie de tamaño, forma o color o tenga bordes irregulares o áreas de diferentes colores.

Si al observar tu piel (durante un autoexamen o en cualquier otro momento) notas cualquier cambio que te preocupe, lo más aconsejable es que lo revise un médico.

Cáncer de pulmón en no fumadores: efecto combinado de la contaminación ambiental y las mutaciones

 La proporción de cáncer de pulmón entre los no fumadores ha ido en aumento durante años. Pero, ¿por qué los no fumadores son susceptibles de desarrollar estos cánceres? Investigadores ingleses dan una respuesta al demostrar que la contaminación del aire, a través de partículas en suspensión, estaría involucrada en la inducción de la proliferación tumoral en individuos con cierto tipo de mutación genética.

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Las mismas partículas que acentúan el cambio climático, “también impactan directamente en nuestra salud a través de un importante mecanismo cancerígeno hasta ahora desconocido a nivel de las células pulmonares”, explicó el Dr. Charles Swanton, oncólogo torácico del University Hospital London (UCLH) e investigador del Francis Crick Institute, ambos en Londres, Reino Unido.

Un hallazgo que establece un vínculo claro entre el cambio climático y la salud humana, tal como lo promueve el concepto “Una sola salud” (One health) respaldado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y una conclusión a favor de fuertes políticas de prevención (ver recuadro). El estudio se presentó en el Simposio Presidencial del Congreso de la European Society for Medical Oncology (ESMO) de 2022 el sábado 10 de septiembre.

El papel de las partículas en suspensión

El vínculo entre la contaminación y el cáncer de pulmón se conoce desde hace veinte años. Las partículas finas, que se encuentran en el escape de los vehículos de motor y en el humo de los combustibles fósiles, se asocian con un mayor riesgo de cáncer de pulmón de células no pequeñas (CPCNP) y se cree que son responsables de más de 250.000 muertes por cáncer de pulmón cada año.

“Existe una asociación bien conocida entre la contaminación y el cáncer de pulmón, pero hasta ahora no sabíamos si la contaminación podría ser una causa directa de la enfermedad y, de ser así, cómo”, explicó el Dr. Swanton, durante la conferencia de prensa en el congreso. Es un hecho. Un estudio realizado sobre casi medio millón de personas que viven en Inglaterra, Corea del Sur y Taiwán demostró que la exposición a concentraciones crecientes de partículas finas en el aire con un diámetro de 2,5 µm (PM 2,5) está relacionada con un mayor riesgo de cáncer de pulmón de células no pequeñas en individuos portadores de una mutación de riesgo, en este caso la del receptor de factor de crecimiento epidérmico (EGFR).

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Las mutaciones, una condición necesaria pero no suficiente

En segundo lugar, los investigadores establecieron la base mecánica sobre la que se establece este vínculo. Efectivamente, han demostrado en humanos y en laboratorio el papel desencadenante del cáncer de pulmón que podría tener la exposición a la contaminación en portadores de determinadas mutaciones, y en particular las del gen EGFR; presentes en aproximadamente la mitad de las personas con cáncer de pulmón, incluidas aquellas que nunca han fumado. “Estas mutaciones se observan en más de la mitad de las biopsias de tejido pulmonar sano, son una consecuencia natural de la edad. Por lo tanto, son necesarias, pero no suficientes para que se desarrolle el cáncer: es en contacto con la contaminación que las células madre cancerosas proliferarán y darán lugar a un tumor. Esto es el comienzo de una explicación de la capacidad de los carcinógenos ambientales que no causan mutaciones en el ADN para desencadenar cánceres”, explicó el Dr. Swanton.

El modelo de promotor de tumores “Berenblum 1947”

Porque, ¿cómo explicar entonces que, albergando la misma mutación de riesgo, algunas personas desarrollen cáncer de pulmón y otras no, en particular cuando no se enfrentan al carcinógeno que es el tabaco, sabiendo que no presentan una firma mutacional específica? Para averiguarlo, los investigadores probaron un modelo establecido hace más de cincuenta años, conocido como Berenblum 1947, en ratones para explicar el desarrollo de los melanomas. “Este modelo establece que desarrollar un tumor requiere, en primer lugar, un evento inicial, que ahora probablemente sabemos que es una mutación, y en segundo lugar, un promotor, aquí la contaminación del aire a través de partículas PM 2,5”, explicó el Dr. Swanton. Uno solo de estos eventos no es suficiente para desencadenar la patología. Curiosamente, las mutaciones que sirven como conductoras, es decir, las del tipo KRAS pero también las del EGFR, que se sabe que desempeñan un papel en el cáncer de pulmón, están presentes en tejidos pulmonares histológicamente sanos y en sujetos libres de cáncer, detalló el investigador.

El estudio de correlación geográfica entre la contaminación y los cánceres encontró mediante perfilado mutacional ultraprofundo que entre 18% y 33% de los tejidos pulmonares sanos albergan mutaciones conductoras del tipo EGFRKRAS, en ausencia de malignidad.

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Transformación y expansión

Con base en la evidencia inicial de correlación geográfica, los investigadores continuaron su demostración de ajuste con el modelo “Berenblum 1947” al exponer ratones a la contaminación del aire. Una experiencia que dio como resultado un aumento en el número y la gravedad de los tumores en animales que albergaban las mutaciones en cuestión. Esto sugiere que la contaminación del aire promueve la carcinogénesis en células portadoras de mutaciones de riesgo.

Además, detalló el Dr. Swanton, en ratones, estas mismas partículas de contaminantes atmosféricos favorecieron modificaciones rápidas de las células de las vías respiratorias portadoras de mutaciones del tipo EGFR y KRAS, que acabaron asemejándose a células progenitoras oncogénicas.

Apoyaron la validez de sus resultados al demostrar que, por el contrario, el bloqueo de la interleucina-1β inhibía el desarrollo de cáncer de pulmón. Hallazgos que confirman los resultados de un importante ensayo clínico anterior que demostró una disminución dependiente de la dosis en la incidencia de cáncer de pulmón en personas tratadas con canakinumab, un anticuerpo monoclonal dirigido contra la interleucina-1β.

Reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 50 % para 2030

Al final, “hemos demostrado, primero, una fuerte correlación entre la distribución geográfica de partículas contaminantes (PM 2,5) con la incidencia de cáncer de pulmón en no fumadores, luego, en tres modelos de roedores, la relación de causa y efecto, y dependiente de la dosis entre la exposición a la contaminación y la proliferación de tumores más agresivos. Y finalmente, que la interleucina-1β promueve la diferenciación, la proliferación de células que albergan mutaciones similares a EGFR en una especie de células madre cancerosas, y que la inhibición por canakinumab, un anti-IL1, podría reducir esta proliferación, con un efecto de dosis”, resumió el oncólogo inglés.

Para el Dr. Swanton, este descubrimiento supone una obligación en términos de salud pública para reducir los niveles de estos contaminantes, productos de la combustión de combustibles fósiles: “Debemos reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 50% para 2030, y con ello lograremos reducir naturalmente los niveles de PM 2,5”, dijo en conferencia de prensa. Y tanto más cuanto que las partículas finas son responsables de muchas otras patologías, y en particular en el campo cardiovascular .

El estudio también confirmó que el bloqueo de la interleucina-1β podría inhibir el desarrollo del cáncer de pulmón al bloquear la transformación de las células pulmonares en células madre cancerosas en contacto con la contaminación, el investigador también argumentó que la interleucina-1β debería explorarse en el futuro como un nuevo enfoque potencial para la prevención, antes de la aparición del cáncer.  

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El consumo excesivo de alcohol a los 20 años tiene un impacto duradero en el riesgo de cáncer

El consumo excesivo de alcohol durante los primeros años de la vida adulta puede aumentar el riesgo de tumores malignos relacionados con el alcohol, incluso después de dejar de beber o disminuir la bebida a una edad madura, según un nuevo estudio realizado en Australia.

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Si bien se sabe que el alcohol es un factor de riesgo de cáncer, por lo general no se espera que su consumo excesivo en los primeros años de la vida adulta afecte al riesgo de cáncer muchos años después, declaró para Medscape Noticias Médicas el autor principal, Dr. Harindra Jayasekara, Ph. D., del Cancer Council Victoria y la University of Melbourne en Australia. Pero en este análisis, “encontramos datos congruentes con el inicio temprano y la progresión crónica de la carcinogénesis vinculada al alcohol y sus metabolitos tóxicos”.

En el estudio, publicado en versión electrónica el 19 de febrero en International Journal of Cancer, se evaluaron las trayectorias de consumo de alcohol en el curso de la vida y el riesgo de cáncer relacionado con el alcohol utilizando datos de 22.756 mujeres y 15.701 hombres reclutados en el estudio prospectivo Melbourne Collaborative Cohort Study de 1990 a 1994. Se consideró que el consumo excesivo de alcohol era una ingesta media de al menos 60 g/día, lo que equivale al contenido de alcohol de seis bebidas estándar.

Durante 485.525 años-persona de seguimiento en las mujeres, se diagnosticaron 2.303 nuevos tumores malignos relacionados con el alcohol, de entre los cuales los más frecuentes fueron el de mama (64%) y el colorrectal (31%).

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Efecto sobre el riesgo de cáncer

Para los hombres, en relación con la abstención de por vida, las trayectorias de consumo excesivo de alcohol se asociaron con un mayor riesgo de cáncer relacionado con el alcohol en general.

Las asociaciones más fuertes fueron para la trayectoria intensa descendente temprana (hazard ratio [HR]: 1,75) y la trayectoria intensa descendente tardía (HR: 1,94), con la trayectoria intensa creciente no muy rezagada (HR: 1,45).

La fuerza de estas asociaciones no cambió de forma ostensible en los análisis en que se excluía a los fumadores activos al inicio.

En los hombres, las trayectorias de ingesta intensa decreciente temprana e intensa decreciente tardía se asociaron de forma similar con un mayor riesgo de cáncer colorrectal (HR: 1,56 para la temprana; HR: 1,74 para la tardía). El hazard ratio correspondiente a la trayectoria intensa creciente fue de 1,36.

En el caso de las mujeres, en comparación con la abstención de por vida, la trayectoria de consumo de alcohol clasificada como moderada creciente (30 a 59 g/día) se asoció con un mayor riesgo de cáncer relacionado con el alcohol en general (HR: 1,25). La fuerza de esta asociación se debilitó ligeramente cuando se excluyó a las fumadoras activas.

En comparación con la abstención de por vida, la trayectoria moderada creciente en las mujeres se relacionó igualmente con un mayor riesgo de cáncer de mama (HR: 1,30) y de cáncer colorrectal (HR: 1,23).

Sobre el alcohol, la recomendación global para la prevención del cáncer de 2018, del World Cancer Research Fund y el American Institute for Cancer Research, es “evitar cualquier tipo de bebida alcohólica”, compartió con Medscape Noticias Médicas la investigadora del estudio Julie Bassett, Ph. D., M. Sc., del Cancer Council Victoria. “Por mucho que sea importante limitar la ingesta de alcohol durante la edad media para prevenir el cáncer, hemos demostrado que limitar la ingesta durante la edad adulta temprana también es importante”.

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Hallazgos “notables”

El Dr. Timothy Brennan, maestro en salud pública, jefe de los servicios clínicos del Addiction Institute of Mount Sinai en la ciudad de Nueva York, Estados Unidos, comentó para Medscape Noticias Médicas que es “sorprendente” que el consumo excesivo de alcohol en la edad adulta temprana conduzca a un mayor riesgo de cánceres relacionados con el alcohol, incluso en personas que beben mucho menos a una mediana edad.

“Hace décadas que sabemos que el alcohol no es inocuo, pero estos datos se suman al creciente conjunto de estudios publicados sobre los importantes peligros del consumo excesivo de alcohol durante la edad adulta temprana”, mencionó el Dr. Brennan, quien no participó en el estudio.

El Dr. Brennan advirtió, sin embargo, que los autores estudiaron los tumores malignos relacionados con el alcohol y “es probable que haya muchos otros factores de riesgo de cáncer que no se analizaron en esta serie de datos”.

No obstante, estas pruebas ayudan a contrarrestar la “preocupante noción” de que “de alguna manera es normal y seguro beber en exceso en la edad adulta joven”.

“Desde luego, no es seguro. Vemos en el estudio que beber en exceso en la juventud puede aumentar el riesgo de cáncer a una edad mucho más posterior”, concluyó el Dr. Brennan.

El estudio no tuvo financiación comercial. Bassett, la Dra. Jayasekara y el Dr. Brennan manifestaron no tener ninguna relación económica pertinente.

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