El balón intragástrico ingerible Allurion (antes Elipse, de Allurion Technologies), un novedoso balón que se ingiere y que no requiere intervención quirúrgica o colocación endoscópica, muestra una gran eficacia para lograr la reducción de peso, así como un mejor perfil metabólico, con menos efectos adversos que los registrados con otros balones intragástricos disponibles, según los resultados de un metanálisis.
“Creemos que este análisis es la revisión más completa del balón Allurion“, informan el primer autor, Dr. Daryl Ramai, de la División de Gastroenterología y Hepatología de la University of Utah School of Medicine, en Salt Lake City, Estados Unidos, y sus colaboradores, en la investigación publicada en el número de noviembre/diciembre de 2021 de Journal of Clinical Gastroenterology.
“Nuestro estudio demostró que el balón Allurion reduce el perímetro de la cintura y los niveles de triglicéridos y se asocia con menos efectos adversos que otros balones intragástricos”, concluyeron los autores.
A diferencia de otros, el balón intragástrico Allurion se comprime en una pequeña cápsula que se conecta a un fino catéter y una vez ingerido se infla con 550 ml de líquido a través del catéter para crear una sensación de saciedad y ayudar a controlar el hambre.
El procedimiento puede realizarse de manera ambulatoria en aproximadamente 20 minutos, lo que puede evitar la carga y los costos adicionales de la cirugía o de la colocación y la extracción endoscópica. El balón está diseñado para vaciarse a través de una válvula que espontáneamente se abre y luego se expulsa el balón en las heces, una vez transcurridos cerca de 4 meses.
Aunque se utiliza actualmente en todo el mundo, el balón aún no cuenta con la aprobación de la Food and Drug Administration (FDA) de Estados Unidos.
Reducción de peso promedio de 12,2% en todos los estudios
Para evaluar el rendimiento los autores identificaron siete de los 273 estudios publicados que cumplían los criterios de análisis. Los estudios incluyeron 2.152 pacientes de edades entre 18 y 65 años de edad, con una media de índice de masa corporal inicial de 32,1 a 38,6 kg/m2.
Todos los estudios fueron prospectivos, con resultados notificados a los 3 a 4 meses, cuando el balón Allurion suele desinflarse. Tres de los estudios eran multicéntricos, mientras que cuatro eran unicéntricos.
En cuanto a las mejoras en el índice de masa corporal, los resultados mostraron que la diferencia media agrupada desde el inicio hasta el final de los estudios fue de 0,88 (p = 0,001) y el porcentaje medio ponderado de reducción de peso corporal total durante el tratamiento en todos los estudios fue de 12,2%.
La media de reducción de peso corporal en los estudios con Allurion fue de 49,1%.
El análisis no se diseñó para comparar directamente los resultados con otros balones, pero los autores señalaron, por ejemplo, que el balón intragástrico ReShape Duo (un sistema de doble balón aprobado por la FDA) se asoció en un estudio previo a un porcentaje de reducción de peso corporal total de 7,6% a los 6 meses, en comparación con 3,6% observado en pacientes con modificaciones del estilo de vida.
Sin embargo, un metanálisis separado mostró que el porcentaje combinado de reducción y pérdida de peso corporal total con el balón Orbera, aprobado por la FDA, era aproximadamente el mismo que en el análisis actual de Allurion: 12,3% a los 3 meses de la implantación (seguido de 13,2% a los 6 meses y 11,3% a los 12 meses).
Este análisis mostró además que la reducción de peso corporal excesiva con el balón Orbera a los 12 meses era de 25,4%.
En otros resultados, el metanálisis actual también mostró mejoras significativas con el balón Allurion en el perímetro de la cintura de 0,89 (p = 0,001) y en los niveles de triglicéridos de 0,66 (p = 0,004), en comparación con el valor inicial.
Investigaciones anteriores con el balón intragástrico Obalon, aprobado por la FDA, que se infla con gas en vez de líquido, mostraron una reducción significativa en el perímetro de la cintura de 109 cm (± 12,3) a 99 cm (± 10,5) (p < 0,05) y otro estudio demostró que 37,5% de los pacientes en los que se implantó el balón Orbera habían normalizado sus niveles de triglicéridos después de 4 meses sin tratamiento médico concomitante.
Menos efectos adversos
Entre los posibles riesgos asociados al balón Allurion se encuentra la posibilidad de que se produzca un desinflado prematuro del balón, lo que fue relativamente infrecuente (1,8%) según se observó en el metanálisis.
Otros efectos adversos notificados con el balón Allurion fueron dolor abdominal (37,5%), vómitos (29,6%), diarrea (15,4%) y obstrucción del intestino delgado (0,5%).
Las tasas correspondientes de dolor abdominal con los balón ReShape Duo y Orbera fueron de 54,5% y 57,5%, con efectos debidos posiblemente al inflado excesivo, señalaron los autores.
Además, las tasas de vómito con los balones ReShape Duo y Orbera han sido mucho más elevadas: 86,7% y 86,8%, respectivamente.
Cabe destacar que no se registraron muertes o casos de pancreatitis aguda en los estudios del metanálisis de Allurion.
Como se informó en Medscape Noticias Médicas, estas inquietudes se han planteado en anteriores alertas de la FDA en relación con los balones intragástricos rellenos de líquido Orbera y ReShape Duo.
En la actualización más reciente, publicada en abril de 2020, la FDA describió la recepción de informes de 18 fallecimientos ocurridos en todo el mundo desde la aprobación de los balones Orbera y ReShape, incluidos ocho en Estados Unidos. “Estas preocupaciones son válidas. Teóricamente, dado que el balón Allurionse coloca por un periodo más breve, es concebible que haya menos efectos adversos. Sin embargo, se necesitan ensayos comparativos para confirmarlo”, comentó a Medscape Noticias Médicas.
Aunque los balones muestran eficacia en pacientes que tienen dificultades para bajar de peso, síndrome metabólico o esteatosis hepática, “el tipo y la duración de los balones intragástricos deben adaptarse al paciente”, destacó el especialista.
“Los médicos deben hablar detalladamente con sus pacientes sobre los beneficios y riesgos que conlleva utilizar un balón intragástrico”, añadió. “Además, la colocación de balones intragástricos solo deben intentarla médicos con experiencia en endoscopia bariátrica”, finalizó el Dr. Ramai.
El estudio no recibió apoyo económico. El Dr. Ramai ha declarado no tener ningún conflicto deinterés económico pertinente.
Para más contenido siga a Medscape en Facebook, Twitter, Instagram y YouTube.