Aceite de pescado en dosis altas: resultados “interesantes” en COVID-19

Una dosis elevada de la forma purificada del ácido eicosapentaenoico, etilo de icosapento (Vascepa, Amarin), no logró reducir significativamente las hospitalizaciones o la muerte en pacientes infectados con SARS-CoV-2 en el estudio PREPARE-IT 2.

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Sin embargo, el ensayo mostró una tendencia favorable, con una reducción de 16% en el criterio de valoración principal consistente en muerte o indicaciones para la hospitalización. Todos los criterios de valoración secundarios también se redujeron numéricamente, pero ninguno alcanzó la significancia estadística.

El producto también fue bien tolerado durante los 28 días del periodo de estudio, aun cuando se utilizó una nueva dosis de carga alta, y no se observó aumento de la fibrilación auricular ni de las hemorragias u otros efectos adversos en comparación con el placebo, aunque la tasa de suspensión fue ligeramente más alta.

El estudio fue presentado en el Congreso de la American Heart Association(AHA) de 2021 el 15 de noviembre por el Dr. Rafael Díaz, director de Estudios Clínicos Latinoamérica en Rosario, Argentina.

“Se necesitan estudios aleatorizados más grandes potenciados para una reducción del riesgo relativo de alrededor de 15% con etilo de icosapento antes de establecer que este producto puede ser útil en el tratamiento de los pacientes ambulatorios con COVID-19”.

“Señales interesantes”

Al comentar el estudio, el Dr. Manesh Patel, jefe de la División de Cardiología y codirector del Heart Center en la Duke University, en Durham, Estados Unidos, y presidente del programa científico del congreso, dijo que “ciertamente hay algunas señales interesantes”.

“Creo que la tendencia es valiosa, pero ¿necesitamos un ensayo más amplio para confirmar un beneficio? Dejaré que sea la comunidad clínica la que decida”, añadió el Dr. Patel. “Pero es difícil potenciar un ensayo para obtener esa respuesta y el mundo de la COVID-19 ha cambiado desde que se inició este ensayo, con las vacunas ahora disponibles y las nuevas terapias que llegan. Así que habrá un panorama competitivo”.

Al hablar sobre el estudio en una rueda de prensa en el congreso, la Dra. Erin Michos, profesora asociada de medicina en la División de Cardiología de la Johns Hopkins School of Medicine, en Baltimore, Estados Unidos, declaró: “Los resultados mostraron que todo tendía en la dirección correcta, pero no alcanzaron la significancia estadística en gran parte porque hubo menos eventos que los previstos. Las hospitalizaciones por COVID-19 están disminuyendo debido a la amplia implementación de las vacunas, lo que significó que este estudio no alcanzó su objetivo”.

Pero añadió: “Tranquiliza que, incluso con la dosis de carga más alta, no haya aumentado el riesgo de fibrilación auricular al utilizarlo durante solo 28 días, ni tampoco el riesgo de hemorragia, por lo que la tolerabilidad es muy buena”.

“Necesitamos un ensayo más amplio para demostrar definitivamente si etilo de icosapento puede o no ayudar a los pacientes ambulatorios con COVID-19, pero creo que una mejor estrategia de prevención sería la adopción generalizada de la vacunación en todo el mundo”, concluyó la Dra. Michos.

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“Una petición muy grande”

El Dr. Donald Lloyd-Jones, presidente de la American Heart Association y ponente designado en la sesión científica de última hora, felicitó a los investigadores por llevar a cabo “un ensayo pragmático muy bueno en medio de la pandemia de COVID-19”.

El Dr. Lloyd-Jones concluyó que la amplia gama de acciones potencialmente beneficiosas de etilo de icosapento, incluidos sus efectos antitriglicéridos, antiinflamatorios, antioxidantes y antitrombóticos, lleva a la posibilidad de que ayude en la COVID-19, pero añadió que “es una petición muy grande para un suplemento de aceite de pescado administrado a corto plazo”.

Al presentar el estudio, el Dr. Díaz señaló que existen escasas opciones para el tratamiento ambulatorio de los pacientes con COVID-19 y se cree que la inflamación desempeña un papel importante en el empeoramiento de la gravedad de la infección.

Señaló que los datos anteriores apoyan un posible papel de los ácidos grasos omega-3 en la reducción de la inflamación y la infección, y que etilo de icosapento ha mostrado una reducción de los eventos cardiovasculares mayores en el estudio REDUCE-IT, y se cree que el mecanismo implica efectos antiinflamatorios.

En el primer estudio en que investigó el papel de etilo de icosapento en la COVID-19, PREPARE-IT, el producto no impidió que los individuos no infectados con riesgo de COVID-19 se infectaran con el virus, pero no hubo un aumento de los efectos secundarios frente al placebo con su utilización durante un periodo de 60 días.

Un pequeño estudio realizado el año pasado en 100 pacientes con diagnóstico de COVID-19 demostró que etilo de icosapento reducía el marcador inflamatorio proteína C reactiva y también mejoraba los síntomas.

PREPARE-IT 2, un estudio pragmático basado en línea, se llevó a cabo para investigar si etilo de icosapento en pacientes no hospitalizados con diagnóstico de COVID-19 podría reducir las tasas de hospitalización y las complicaciones.

En el ensayo participaron 2.052 pacientes (media de edad: 50 años), de los cuales 1.010 fueron asignados al grupo activo y 1.042 al grupo de placebo.

Los criterios de inclusión incluían a personas de edad igual o mayor a 40 años con un diagnóstico confirmado de COVID-19 y no más de 7 días transcurridos desde el inicio de los síntomas y sin una indicación clara para hospitalización.

Los pacientes que fueron asignados al grupo activo recibieron etilo de icosapento en una dosis de 8 g (cuatro cápsulas cada 12 horas, por la mañana y por la noche) durante los primeros 3 días, seguida de 4 g (dos cápsulas cada 12 horas) a partir de entonces (días 4 al 28).

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El criterio de valoración principal, hospitalización relacionada con COVID-19 (indicación para hospitalización u hospitalización) o muerte a los 28 días, se produjo en 11,16% del grupo asignado al principio activo y en 13,69% del grupo asignado a placebo, lo que correspondió a un hazard ratio [HR] de 0,84 (intervalo de confianza de 95% [IC 95%]: 0,65 a 1,08; p = 0,166).

Los criterios de valoración secundarios mostraron tendencias positivas similares, pero ninguna fue significativa. Estos consistieron en muerte o persistencia de la hospitalización a los 28 días (HR: 0,74), eventos mayores (infarto de miocardio, ictus, muerte; HR: 0,38) y mortalidad total (HR: 0,52).

En lo que respecta a la tolerabilidad, no hubo diferencias significativas en los efectos adversos totales entre los dos grupos (16,5% en el grupo asignado al principio activo frente a 14,8% en el grupo asignado a placebo). Los efectos adversos más frecuentes fueron estreñimiento (2,7%), diarrea (7,2%) y náuseas (4%), pero no fueron significativamente diferentes del placebo. Sin embargo, hubo más suspensiones en el grupo asignado al principio activo (7% frente a 4%).

El Dr. Díaz señaló que el ensayo PREPARE-IT 2 se inició en mayo de 2020, cuando no se sabía mucho sobre la COVID-19 y no había vacunas ni tratamientos, por lo que las tasas de hospitalización eran altas.

“Esperábamos ver una reducción de 25% a 30% en las hospitalizaciones con etilo de icosapento y el estudio estaba potenciado para ese tipo de reducción, pero hoy sabemos que podemos esperar una reducción más moderada, de alrededor de 15%. Pero para demostrarlo, necesitamos un ensayo mucho más grande con 8.000 o 9.000 pacientes y eso será mucho más difícil de realizar”, concluyó el Dr. Díaz.

El estudio PREPARE-IT 2 fue financiado por Amarin. El Dr. Díaz ha recibido becas de parte de Dalcor, Amarin, PHRI y Lepetit SA.

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