Tratamiento combinado inicial para el manejo de la hipertensión es más efectivo, rápido y reduce eventos cardiovasculares mayores

“Reducir la presión arterial sistólica es uno de los principales objetivos del tratamiento de la presión, más allá de la presión diastólica”, señaló el Dr. Fernando Botto durante su conferencia magistral Revisión crítica de las pautas de hipertensión:¿Tratamiento inicial con terapia dual?, durante el XXXII Congreso Mexicano de Cardiología 2021.El Dr. Botto, del Instituto Cardiovascular de Buenos Aires, en Buenos Aires, Argentina, indicó que la reducción de alrededor de 10 mm Hg en la presión arterial sistólica disminuye aproximadamente 20% el número de eventos cardiovasculares mayores.

El objetivo es claro: bajar la presión arterial, pero la pregunta es cómo hacerlo. “Cuando llegamos al nivel farmacológico las guías americanas sugieren que se debe elegir uno de estos agentes antihipertensivos: diuréticos tiazídicos, bloqueantes cálcicos, inhibidores de enzima convertidora o inhibidores de angiotensina 2; en general, en las guías se recomienda utilizar dos de estos agentes de primera línea, particularmente si se pueden suministrar juntos en un mismo comprimido”, destacó el especialista.

En tanto, las guías europeas de 2018 también recomiendan el tratamiento combinado en la mayoría de los pacientes con hipertensión. “Los europeos ponen como el eje un inhibidor del sistema renina-angiotensina-aldosterona asociado a un bloqueante cálcico o diurético, de alguna manera parecería que es mejor en un solo comprimido”, explicó.

De acuerdo al clínico, el tratamiento combinado inicial hace que la efectividad sea mayor y que se logren los resultados buscados más rápido; “ya se ha demostrado, aunque sea en pocas semanas o meses, que al lograr controlar la presión hay menos eventos cardiovasculares mayores”, recalcó.

Las combinaciones también mejoran la inercia médica, ya que frecuentemente los médicos arrancan de menos a más, por lo que el tratamiento subóptimo sería menor al estar dando directamente un tratamiento combinado.

“Conceptualmente tenemos que entender que no tratamos pacientes con hipertensión arterial, sino pacientes con riesgo cardiometabólico elevado con múltiples variables y que en su mayoría tienen hipertensión arterial”, refirió el Dr. Botto, exhortando a los médicos a tratar de identificar a los pacientes antes de que lleguen a grados elevados de presión arterial y de daño cardiovascular.

El Dr. Botto mencionó que en la última clasificación del concepto de la adiposidad y disglicemia abordado en JACC de 2020, “el concepto de adiposidad y dislipidemia a través de la insulinorresistencia se suma al de hipertensión y dislipidemia.[2] A lo largo del tiempo se desarrollan primero aterosclerosis subclínica y disfunción ventricular, alteraciones del auricular izquierda que van a llevar a la fibrilación auricular, pero esta es la etapa en que tenemos que tratar de detectar a nuestros pacientes, ya que cuando el paciente tiene la enfermedad cardiovascular sintomática o clínicamente sintomática, estamos llegando tarde”, reconoció.

Asimismo, aseguró que en este tipo de tratamiento las combinaciones de fármacos en menores dosis produce menos efectos adversos, como edemas de miembros inferiores, hipokalemia e hipotensión arterial.

Entre las personas en las que no se encuentra indicado este tratamiento están los pacientes con hipertensión arterial en su grado más bajo y que encima tienen bajo o moderado riesgo y los adultos de edad avanzada frágiles en los que empezar con dos fármacos podría tener algún riesgo de hipotensión ortostática.

“Hoy disponemos de muchísimas combinaciones de distintos agentes, distintas dosificaciones y eso permite que el clínico pueda manejarse más libremente con este tipo de indicaciones”, argumentó el cardiólogo.

El Dr. Botto concluyó su presentación destacando que es muy importante tratar todos los factores de riesgo detectados en los pacientes: “Diagnosticar y tratar muy precozmente la hipertensión arterial; habrá que hacer intervenciones sanitarias para llevar mucho más precozmente a que la gente se tome la presión años antes de lo que ocurre y que nosotros los médicos seamos agresivos en el manejo del cambio de estilo de vida y de todo tipo de intervenciones del primer escalón inclusive todas las no farmacológicas para luego avanzar con el tratamiento farmacológico”.

El Dr. Botto declaró haber recibido honorarios por conferencias o ser parte de su consejo consultivo de Abbott, Asofarma, Bagó, Boehringer-Ingelheim, Gador, Glaxo, Janssen, Lepetit, Menarini, Montpellier, Novartis, Pfizer, Phoenix, Sanofi-Aventis, Servier y Takeda.

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