El alza en el número de hospitalizaciones por COVID-19, que ayer alcanzó las 307, ha despertado preocupación entre diversos sectores de la salud, no necesariamente porque provoque el colapso inmediato del sistema, sino por el impacto que está teniendo sobre el personal médico y de enfermería, que también está sufriendo el embate del repunte en contagios.
“Ciertamente, el problema principal que tenemos, además de que siguen subiendo los casos, es el asunto del personal, porque podemos tener las camas disponibles en los hospitales, pero si no tengo el personal para atender los pacientes, tengo un problema serio”, afirmó el presidente del Colegio de Médicos Cirujanos de Puerto Rico, Víctor Ramos Otero.
A pesar de que no tiene números precisos sobre la cantidad de médicos contagiados durante este nuevo repunte, Ramos Otero confirmó que “hay mucha gente contagiada”, aunque aclaró que nadie ha requerido ser internado. Entre los que permanecen activos en hospitales y salas de emergencias, abunda el cansancio, advirtió el galeno.
“Yo no veía el personal pediátrico del hospital donde trabajo tan agotado desde la pandemia del dengue en el 2007″, expuso, en referencia al alza en los contagios pediátricos.
Según datos del Departamento de Salud, la cifra de personas hospitalizadas por el virus aumentó ayer a 307, lo que se traduce en 41 pacientes más que los registrados el martes. Del total de hospitalizados, 223 son adultos, y 84, menores de edad.
Las regiones con más hospitalizaciones pediátricas son Metro (31), Bayamón (29), Arecibo (9) y Caguas (9).
La presidenta de la Sociedad Puertorriqueña de Pediatría, la doctora Carmen Suárez, sostuvo que otro asunto que está poniendo en riesgo a los profesionales de la salud son las continuas visitas a salas de emergencia de pacientes con síntomas leves o con sospechas de contagio a realizarse pruebas confirmatorias de COVID-19.
“Como esto es tan y tan contagioso, estamos viendo muchos profesionales de la salud infectándose y, si no los tenemos, no vamos a tener suficientes cuidadores de salud”, advirtió la pediatra.
“La realidad es que sí, se están reportando profesionales de la salud, tecnólogos médicos, terapistas, enfermeros que se están contagiando, así que no podemos mirar esto en términos de hay tantas camas, porque, si hay camas y no hay personal para atenderlas, es como si no existieran”, añadió.
Hasta ayer, según el presidente de la Asociación de Hospitales, Jaime Plá, había 3,000 camas para adultos disponibles y 781 pediátricas a través de las instituciones médicas del país. “Los hospitales están preparados porque la ocupación general de los hospitales está baja. Los hospitales están, ahora mismo, teniendo una utilización de un 50% en promedio… así que cualquier repunte se puede asumir”, señaló. No obstante, reconoció que un alza en los contagios impactaría adversamente a los empleados. “Espero que la incidencia de casos empiece a bajar poco a poco y, en dos semanas, empecemos a ver esos números reducirse”, expuso Plá, quien confirmó que algunas instituciones, específicamente en Caguas y Bayamón, han reabierto las áreas que tenían designadas para pacientes de COVID-19, según han aumentado las admisiones.
Llamado a la prudencia
Para el presidente de la Sociedad de Enfermedades Infecciosas de Puerto Rico, Lemuel Martínez, el reporte del número de contagios, que ha llegado a sobrepasar hasta los 13,000 diarios, “definitivamente” tiene un potencial de impacto en los hospitales, a pesar de que el ritmo de hospitalizaciones por caso es menor gracias a la vacunación. “Tenemos que buscar la manera de bajar ese pico”, aseveró.
De acuerdo al BioPortal del Departamento de Salud, la tasa de positividad subió ayer 23.39 puntos porcentuales en un período de tres semanas, cuando se compara con la cifra de 2.26%, que fue la reportada en este renglón el 8 de diciembre.
El término de “tasa de positividad” se refiere al cálculo entre la cantidad de pruebas realizadas y resultados positivos mediante la prueba molecular PCR, que confirma el contagio con SARS-CoV-2. La estadística sirve para medir el nivel de transmisión de un virus.
Solo en diciembre, se han detectado 83,637 contagios de COVID-19.Al momento, el 27 de diciembre tiene la mayor cifra de detecciones con 13,492 casos.
Martínez dijo que uno de los elementos que no está ayudando a controlar el repunte es que muchas personas han seguido presentándose a sus trabajos y asistiendo a actividades sociales aun con un resultado positivo al virus. “Eso es preocupante porque, como sienten un catarro o síntomas leves que no están tropezando su salud, siguen por ahí, pero igual van a contagiar a alguien”, expresó.
Sostuvo que, a pesar de que en Puerto Rico el 80% de la población está completamente vacunada y que el gobierno ha incrementado las medidas para controlar los contagios -como la reducción de aforo en los restaurantes y el requerimiento de pruebas para la asistencia de eventos-, la primera línea de defensa debe ser la ciudadanía.
“Si tiene catarro o síntomas nasales, no debe estar saliendo, si no hacerse la prueba y mantenerse aislado en lo que obtiene un resultado, y eso no se está viendo”, dijo Martínez, al advertir que, de no ser por la vacunación, el sistema de salud del país ya hubiera colapsado.
Indicó que, en el hospital donde trabaja, se han identificado casos positivos entre el personal, pero estos se han contagiado fuera del espacio laboral. “La situación que estamos teniendo es que no estamos guardando distancia ni usando la mascarilla como lo hacíamos al principio. Tiene que haber una introspección de cómo nos estamos comportando”, aseveró.
No son laboratorios
Otra preocupación es el hecho de que muchas personas están acudiendo a las salas de emergencias para obtener una prueba de COVID-19, evitando que personas con un verdadero riesgo de salud puedan ser atendidas al momento.
“Al ocupar un espacio y un turno, estamos limitando el acceso a personas que pudieran llegar con verdaderas situaciones de emergencia, como un dolor de pecho, una congestión cardiaca o un asma severa”, dijo la doctora Rosa Castro, presidenta del Comité Clínico del Colegio de Administradores de Servicios de Salud.
Esta situación, dijo, podría provocar, de alguna manera, el colapso del sistema. “Los hospitales están con una capacidad adecuada, pero esto puede cambiar en la medida que las personas se continúen exponiendo, que sigan habiendo personas no vacunadas y que no se sigan las medidas de salud pública. Estamos viviendo momentos bien complejos”, señaló Castro.
Fuente: El Nuevo Dia