El deterioro cognitivo es frecuente después de la infección por COVID-19; nuevos hallazgos brindan información muy necesaria sobre la trayectoria dinámica a largo plazo de los cambios cognitivos después de COVID-19.
“Descubrimos que la COVID-19, especialmente la COVID-19 grave, se asoció con un mayor riesgo de deterioro cognitivo posterior a la infección y una velocidad más rápida de deterioro cognitivo longitudinal”, compartió con Medscape Noticias Médicas el Dr. Yan-Jiang Wang, Ph. D, profesor y director del Departamento de Neurología y el Center for Clinical Neuroscience del Daping Hospital, en Chongqing, China.
Lo que es “más preocupante”, comentó el Dr. Wang, es que la COVID-19 “aumentaría significativamente la carga mundial de demencia en la era posterior a COVID-19”.
El estudio fue publicado en versión electrónica el 8 de marzo en JAMA Neurology.
Consecuencias cognitivas
Los hallazgos se basan en 1.438 sobrevivientes de COVID-19 (48% hombres; mediana de edad: 69 años), incluidos 260 con enfermedad grave y 1.178 con enfermedad no grave, dados de alta de tres hospitales designados para COVID-19 en Wuhan, China. así como 438 controles no infectados (51% hombres; mediana de edad: 67 años).
Antes de infectarse con COVID-19, ninguno de los participantes del estudio tenía deterioro cognitivo, un trastorno neurológico concomitante o antecedentes familiares de demencia, o enfermedad o malignidad cardiaca, hepática o renal grave.
A los 12 meses posteriores al alta, 12,5% de los sobrevivientes de COVID-19 habían desarrollado deterioro cognitivo, definido por una puntuación de 20 o menos en la entrevista telefónica del estado cognitivo-40 (TICS-40).
A los seis meses, 10% de las personas con COVID-19 grave tenían demencia y a los 12 meses, 15% tenía demencia. A los seis y 12 meses, alrededor de 26% de los pacientes que sobrevivieron a la COVID-19 grave tenían un deterioro cognitivo leve.
La incidencia de demencia y deterioro cognitivo leve fue significativamente mayor en estos casos graves de COVID-19 que en los casos y controles no graves.
En un análisis ajustado, COVID-19 grave se asoció con un mayor riesgo de deterioro cognitivo de aparición temprana (odds ratio [OR]: 4,87; intervalo de confianza de 95% [IC 95%]: 3,30 a 7,20), deterioro cognitivo de aparición tardía (OR: 7,58; IC 95%: 3,58 a 16,03) y deterioro cognitivo progresivo (OR: 19,00; IC 95%: 9,14 a 39,51), y la COVID-19 no grave se asoció con un mayor riesgo de deterioro cognitivo de aparición temprana ( OR: 1,71; IC 95%: 1,30 a 2,27).
Las complicaciones cognitivas son comunes en la fase aguda de COVID-19; sin embargo, las consecuencias a largo plazo de COVID-19 en la cognición siguen sin estar claras. Este estudio agrega información novedosa sobre el cambio dinámico en la cognición de los sobrevivientes de COVID-19, comentó el Dr. Wang a Medscape Noticias Médicas.
Es de destacar, escribieron los investigadores, el hecho de que 21% de las personas con COVID-19 grave tuvieron un deterioro cognitivo progresivo, lo que sugiere que COVID-19 puede causar daños duraderos en la cognición.
“Estos hallazgos implican que la pandemia podría contribuir sustancialmente a la carga mundial de demencia en el futuro”, agregaron.
“Dado que los sobrevivientes de COVID-19 grave tienen un alto riesgo de desarrollar deterioro cognitivo a largo plazo, se deben tomar medidas para proteger el cerebro en la etapa aguda de la infección y prevenir el deterioro cognitivo después del alta hospitalaria”, concluyó el Dr. Wang.
Este estudio recibió el apoyo de la Fundación Nacional de Ciencias Naturales de China. Los autores han declarado no tener ningún conflicto de interés económico pertinente.
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