Casi la mitad de la población mundial tiene poco o ningún acceso a diagnósticos básicos, según nuevas estimaciones de investigación. Además menos de 20% de los entornos de atención primaria básica en países seleccionados de ingresos bajos y medianos puede realizar pruebas de laboratorio clínico e imágenes de diagnóstico. El análisis se publicó el 6 de octubre en The Lancet Global Health y acompaña a un informe en profundidad de la Comisión Lancet sobre diagnósticos.
Las vacunas y los fármacos reciben mucha atención en los esfuerzos de salud global, pero los diagnósticos son otra pieza esencial del rompecabezas que puede pasarse por alto, indicó a Medscape Noticias Médicas Sue Horton, Ph. D., autora del estudio y economista del University of Waterloo School of Public Health Sciences, en Ontario, Canadá.
Las pruebas agregan gastos adicionales y en áreas donde la carga de ciertas enfermedades es alta se puede considerar más rentable tratar sin confirmar el diagnóstico. La pandemia ha ayudado a resaltar la importancia de las pruebas y el diagnóstico para tratar las enfermedades y controlar su propagación, anotó. “Si trata a personas con una afección sin diagnosticarla con precisión, está prescribiendo fármacos a oscuras”.
Aunque se reconoce la disparidad en el acceso a los diagnósticos entre los países de ingresos más altos y los de ingresos más bajos, pocos estudios han investigado la disponibilidad de los diagnósticos en varios países, señalaron Horton y sus colaboradores. “Con el establecimiento de la Lista de Diagnósticos Esenciales de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2018 y el creciente consenso internacional de que una mejor inversión en laboratorio y radiología es crucial, es necesario establecer el nivel basal contra el cual se pueden medir las inversiones futuras en la capacidad de diagnóstico”, escribieron los autores.
Para tener una mejor imagen multinacional de la disponibilidad de las pruebas diagnósticas, el equipo extrajo datos de las encuestas del Service Provision Assessment de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), que evalúan la capacidad y la prestación de servicios de salud de los países. Analizaron pruebas de laboratorio clínico y datos de disponibilidad de imágenes de diagnóstico de diez países de ingresos bajos y medianos: Bangladesh, Haití, Malawi, Namibia, Nepal, Kenia, Ruanda, Senegal, Tanzania y Uganda. En el nivel de atención primaria el equipo examinó la disponibilidad de pruebas de diagnóstico para virus de inmunodeficiencia humana, malaria, niveles de glucosa y proteínas en orina, prueba de embarazo en orina, sífilis, nivel de glucosa en sangre, hemoglobina, microscopia y ultrasonido. A nivel hospitalario, se examinaron la disponibilidad de tinción de Gram, radiografías, química y hematología, tuberculosis y diagnósticos por tomografía computarizada. Se consideró disponible un diagnóstico si la prueba se realizó en el sitio con todo el equipo de prueba disponible y en funcionamiento o si había un registro de transporte de muestras de prueba a sitios de atención de niveles más altos.
El análisis incluyó datos de 8.512 establecimientos de salud en los diez países en encuestas de 2004 a 2018. Los diagnósticos fueron más deficientes en los establecimientos de atención primaria básica, aquellos con personal capacitado, pero sin médicos. La disponibilidad media de las pruebas fue de 19,1%.
La disponibilidad de diagnóstico aumentó a mayor nivel de atención. Por ejemplo, 49,2% de los hospitales y las instalaciones de atención primaria avanzada pudo realizar pruebas de laboratorio clave y 68,4% de ellos tenía capacidad para obtener imágenes. En los entornos de atención primaria las pruebas de malaria fueron el apoyo diagnóstico más comúnmente disponible (76,1% de los establecimientos) y la ecografía tenía menos probabilidades de estar disponible (1,2%). También en los entornos hospitalarios las pruebas de malaria estaban más disponibles (91,6%), aunque las tomografías computarizadas fueron las menos disponibles (6,1%).
Asimismo, la disponibilidad diagnóstica en los entornos de atención primaria básica y avanzada, excepto en los hospitales, aumentó en asociación con un aumento de los ingresos de los países.
Al incorporar datos del sistema de información geográfica en el análisis y utilizar técnicas de modelado, la Comisión Lancet para el diagnóstico estimó que 47% de la población mundial tiene poco o ningún acceso a pruebas diagnósticas dentro de una caminata de 2 horas desde su residencia.
El estudio es “extremadamente importante y valioso” al mostrar los desafíos en el acceso a los diagnósticos en la atención primaria y los entornos hospitalarios en los países de bajos ingresos, señaló a Medscape Noticias Médicasel Dr. Dan Milner, director médico de American Society for Clinical Pathology. Sin embargo, debido a que los investigadores evaluaron “imágenes instantáneas” del acceso al diagnóstico de hace 2 a 17 años, los datos no reflejan áreas de progreso en el campo.
Ha habido un gran esfuerzo durante la última década para aumentar las pruebas del virus de inmunodeficiencia humana, la tuberculosis y la malaria en los entornos de atención primaria de todo el mundo. Para otras enfermedades, especialmente las enfermedades no transmisibles, como la hipertensión y la diabetes, “no ha pasado nada”. La investigación futura que utilice estas encuestas de países individuales durante varios años podría ayudar a identificar áreas de mejora y estancamiento, agregó.
El uso de puntos de referencia como los que se utilizan en este estudio “podría formar la base para métricas y herramientas mejoradas que se pueden utilizar para evaluar el progreso del diagnóstico en los próximos años”, expresó a Medscape en español la Dra. Pascale Ondoa, Ph. D., directora de ciencia y nuevas iniciativas en African Society for Laboratory Medicine (ASLM), en Addis Abeba, Etiopía.
Para que estos esfuerzos tengan éxito “debería haber más inclusión de todas las partes interesadas en la concepción, implementación y evaluación de las intervenciones. No me refiero solo a las agencias y gobiernos internacionales de salud global, sino también a los organismos de salud regionales y locales y las organizaciones indígenas sin fines de lucro (como African Society for Laboratory Medicine ) que poseen el conocimiento necesario del campo y tienen el nivel adecuado de legitimidad y poder legal para implementar el cambio en el campo”, concluyó la Dra. Ondoa, coautora de un comentario sobre el informe de la Comisión Lancet sobre diagnóstico.
Horton, el Dr. Milner y la Dra. Ondoa han declarado no tener ningún conflicto de interés económico pertinente.
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