Una sola dosis de la vacuna contra el virus del papiloma humano fue muy eficaz para prevenir la infección oncogénica, rivalizando con la protección que ofrecen los esquemas multidosis, según los resultados del ensayo KEN SHE, con sede en Kenia.
Los hallazgos, publicados en el servidor de preimpresión Research Square y presentados el 17 de noviembre en la 34ª International Papillomavirus Conference en Toronto, Canadá, aportan “energía renovada al impulso para hacer del cáncer cervicouterino el primer cáncer en ser eliminado a nivel mundial”, según la coinvestigadora principal, Dra. Ruanne V. Barnabas, Ph. D., profesora de salud global en la University of Washington School of Medicine, en Seattle, Estados Unidos.
Los responsables de la toma de decisiones considerarán estos hallazgos, que aún no han sido revisados por pares, junto con otras pruebas para determinar si se justifican cambios en el horario de dosificación, indicó a Medscape Noticias Médicas.
En un comunicado de prensa, Samuel Kariuki, Ph. D., director general interino del Kenya Medical Research Institute, en Nairobi, Kenya, que no participó en la investigación, calificó los hallazgos como un “cambio de juego” que podría “reducir sustancialmente la incidencia de cáncer de cuello uterino atribuible al virus del papiloma humano”.
Entre 2018 y 2019, la Dra. Barnabas y sus colaboradores inscribieron a 2.275 mujeres sexualmente activas que no habían recibido la vacuna contra el virus del papiloma humano en Kenia en su estudio. Las mujeres, de 15 a 20 años de edad, fueron asignadas al azar para recibir una vacuna bivalente (virus del papiloma humano 16/18), una vacuna nonavalente (virus del papiloma humano 16/18/31/33/45/52/58/6/11) o una vacuna contra la meningitis meningocócica.
La mayoría de las participantes (57%) tenía entre 15 y 17 años, 61% informó tener una pareja sexual de por vida. Las mujeres se sometieron a frotis genitales y cervicales en el momento de la inscripción para analizar el ADN del virus del papiloma humano y se les extrajo sangre para analizar los anticuerpos. Durante los 18 meses de seguimiento, se hicieron hisopados cervicales cada 6 meses y un hisopado vaginal a los 3 meses para analizar el ADN del virus del papiloma humano.
Los investigadores detectaron 38 infecciones persistentes por virus del papiloma humano 16/18 en mujeres que habían dado negativo en las pruebas de anticuerpos contra el virus del papiloma humano 16/18 en el momento de la inscripción y para el ADN del virus del papiloma humano 16/18 en la inscripción y el mes 3, una en cada uno de los grupos de vacuna contra el virus del papiloma humano y 36 en el grupo de vacuna meningococica. Esta tasa de infección correspondió a una eficacia de la vacuna de 97,5% (p < 0,001) contra el virus del papiloma humano 16/18 para las vacunas bivalentes y nonavalentes, que es “comparable a la observada en los ensayos de vacunas multidosis”, escribieron los investigadores.
Entre las mujeres negativas para virus del papiloma humano 16/18/31/33/45/52/58 al comienzo del ensayo, 33 tenían infecciones persistentes: cuatro en el grupo de vacuna nonavalente y 29 en el grupo de meningococo, demostrando una eficacia de 89% (p < 0,001) contra las siete cepas oncogénicas contenidas en la vacuna.
Incluso si las mujeres dieron positivo en una cepa del virus del papiloma humano, la vacuna las protegió de otras variantes del virus, anotaron los investigadores.
Los eventos adversos graves ocurrieron en 4,5% a 5,2% de las participantes en los grupos del estudio.
El ensayo KEN SHE se produce 15 años después de que la Food and DrugAdministration (FDA) de Estados Unidos aprobara la primera vacuna contra el virus del papiloma humano: Gardasil de Merck. Otras dos, Cervarix y Gardasil-9, han sido aprobadas desde entonces, pero los problemas de costo y suministro han inhibido la cobertura, particularmente en áreas donde la carga del cáncer de cuello uterino es alta, anotaron los investigadores.
Datos recientes indican que solo 15% de las niñas en todo el mundo está vacunado contra el virus del papiloma humano, pero una vacuna de dosis única “simplificaría la logística y reduciría los costos”, mejorando así las posibilidades de alcanzar el objetivo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de vacunar a 90% de las niñas de 15 años de edad contra el virus del papiloma humano para 2030, manifestó la Dra. Barnabas en un comunicado de prensa sobre el ensayo.
La coinvestigadora principal, Dra. Nelly Mugo, maestra en salud pública, científica principal de investigación clínica del Center for Clinical Research delKenya Medical Research Institute, en Nairobi, Kenya, enfatizó aún más la importancia de los hallazgos y señaló en el comunicado de prensa que el “ensayo trae nueva energía para la eliminación del cáncer de cuello uterino. Brinda una gran esperanza a las mujeres que viven en países como Kenia, que tienen una gran carga de la enfermedad”.
La Dra. Mugo también es profesora asociada de investigación de salud global en la University of Washington, en Seattle, Estados Unidos.
La Dra. Barnabas dijo que las mujeres han recibido múltiples dosis de la vacuna contra el virus del papiloma humano debido a “lagunas en la evidencia de la efectividad de una vacuna de dosis única y preocupaciones sobre diferencias clínicamente significativas en la eficacia”.
“Los datos de observación sugirieron que la vacuna contra el virus del papiloma humano de dosis única podría tener una buena eficacia, pero debido a que los datos no provienen de ensayos aleatorizados, eso podría haber sido por casualidad, sin embargo, pruebas suficientes respaldaron la disminución de las dosis de tres a dos dosis para niñas de 15 años o menos”, destacó.
En el futuro, los investigadores realizarán estudios de inmunopuente en otras poblaciones y continuarán el seguimiento para evaluar la durabilidad de la eficacia de una dosis única, señaló la Dra. Barnabas.
“Los resultados del ensayo KEN SHE respaldan el uso de la vacuna contra el virus del papiloma humano de dosis única para aumentar el acceso y la cobertura”, concluyó.
Esta investigación es de un estudio de preimpresión.
El ensayo KEN SHE fue financiado por la Fundación Bill y Melinda Gates (BMGF). La Dra. Barnabas informa subvenciones de BMGF y subvenciones de la cátedra King K. Holmes en ETS y SIDA durante la realización del estudio y subvenciones de BMGF, los Institutos Nacionales de Salud y el apoyo a la redacción de manuscritos y resúmenes de Regeneron Pharmaceuticals fuera del trabajo presentado.
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