La terapia psicológica que cambia las creencias de la persona sobre el dolor no solo proporciona un alivio duradero del dolor crónico, sino que también altera las regiones del cerebro relacionadas con la generación del dolor, según muestra una nueva investigación.
En el primer ensayo controlado aleatorizado de terapia de reprocesamiento del dolor, dos tercios de los pacientes con dolor de espalda crónico que recibieron 4 semanas de terapia de reprocesamiento del dolor no sintieron dolor o casi no sintieron dolor después y para la mayoría de los pacientes el alivio se mantuvo durante 1 año, encontraron los investigadores.
“El dolor de espalda crónico primario puede reducirse drásticamente o incluso eliminarse mediante un tratamiento psicológico centrado en cambiar qué tan amenazante percibimos que es el dolor”, comentó a Medscape Noticias Médicas el primer autor, Yoni Ashar, Ph. D., del Departamento de Psiquiatría en el Weill Cornell Medical College, en Nueva York, Estados Unidos.
“Nos sorprendió mucho” el impacto, admitió Ashar, dado que raras veces se han observado grandes reducciones del dolor en estudios que probaron terapias psicológicas para el dolor de espalda crónico.
El estudio fue publicado en versión electrónica el 29 de septiembre en JAMA Psychiatry.
Repensar el dolor
El dolor de espalda crónico es una de las principales causas de discapacidad y el tratamiento suele ser ineficaz. En aproximadamente 85% de los casos de dolor de espalda crónico primario no se puede identificar una causa definitiva del dolor.
En estos casos el miedo, la evitación y las creencias de que el dolor indica una lesión pueden contribuir a que continué el dolor de espalda crónico.
La terapia de reprocesamiento del dolor educa a los pacientes sobre el papel del cerebro en la generación de dolor crónico; les ayuda a reevaluar su dolor mientras realizan movimientos que habían tenido miedo de realizar; y les ayuda a abordar las emociones que pueden exacerbar el dolor.
El estudio incluyó a 151 adultos (54%: mujeres; edad promedio: 41 años) que habían tenido dolor de espalda crónico primario de intensidad baja a moderada (intensidad media del dolor: 4 de 10) durante un promedio de 10 años.
Cincuenta participantes fueron asignados al azar para someterse a terapia de reprocesamiento del dolor (una sesión de telesalud con un médico y ocho sesiones de terapia de reprocesamiento del dolor durante 4 semanas), 51 para recibir placebo (inyección subcutánea de solución salina en la espalda) y 50 para continuar con su atención habitual.
Se observaron grandes diferencias entre los grupos en el dolor después del tratamiento. La puntuación media de dolor fue de 1,18 en el grupo terapia de reprocesamiento del dolor, de 2,84 en el grupo placebo y de 3,13 en el grupo de atención habitual. Los valores de Hedges g fueron -1,14 para terapia de reprocesamiento del dolor frente a placebo y -1,74 para terapia de reprocesamiento del dolor frente a la atención habitual (p < 0,001).
Dos tercios (66%) de los adultos en el grupo terapia de reprocesamiento del dolor estaban libres de dolor o casi sin dolor después del tratamiento (puntuación de intensidad del dolor de 0 o 1 de cada 10), en comparación con 20% de los del grupo de placebo y 10% de los que recibieron la atención habitual.
Los efectos del tratamiento se mantuvieron al año de seguimiento. La puntuación media de dolor fue 1,51 en el grupo terapia de reprocesamiento del dolor, 2,79 en el grupo placebo y 3,00 en el grupo de atención habitual. Ni la edad ni el sexo moderaron el efecto del terapia de reprocesamiento del dolor sobre la intensidad del dolor.
Reentrenamiento del cerebro
Los investigadores dicen que los efectos de terapia de reprocesamiento del dolor sobre el dolor fueron mediados por la disminución de la creencia de que el dolor indica daño tisular. Es de destacar que la terapia de reprocesamiento del dolor también redujo el dolor de espalda evocado experimentalmente y el dolor espontáneo durante la resonancia magnética funcional, con tamaños del efecto grandes.
“La idea es que al pensar que el dolor es seguro en lugar de amenazante, los pacientes pueden alterar las redes cerebrales que refuerzan el dolor y neutralizarlo”, indicó Ashar en un comunicado de prensa.
Los autores señalaron que los participantes del estudio tenían un nivel educativo relativamente bueno y eran activos. Los participantes informaron tener dolor y discapacidad de bajo a moderado de larga duración al inicio del estudio.
El médico y los terapeutas eran expertos en realizar terapia de reprocesamiento del dolor. Los estudios futuros deben probar la posibilidad de generalizar los resultados a otras poblaciones de pacientes, terapeutas y contextos de tratamiento.
“Nuestra experiencia clínica muestra que la terapia de reprocesamiento del dolor también es eficaz para otras afecciones de dolor crónico primario”, destacó Ashar, incluidos el dolor primario de rodilla y el dolor de cabeza por tensión.
Función de restauración
Al comentar los hallazgos para Medscape Noticias Médicas, el Dr. Shaheen E. Lakhan, Ph. D., neurólogo y especialista en dolor en Newton, Estados Unidos, dijo que tiene mucha experiencia en el uso de enfoques psicológicos para abordar el dolor, con buenos resultados.
“Imaginen decirle a una persona que sufre de décadas de dolor crónico que todo su dolor está en su cabeza. Lo he hecho durante años como médico del dolor certificado que trata solo las formas de dolor más graves y debilitantes. Cuando se aplica el reentrenamiento se puede restaurar la función en las personas que viven con dolor crónico”, señaló el Dr. Lakhan.
“La afirmación es cierta: el cerebro procesa las señales de todo el cuerpo, forma la percepción del dolor y lo vincula con los centros emocionales del cerebro, entre otros. El dolor es un mecanismo de sobrevida importante para que cuando el cuerpo está en peligro de sufrir una lesión lo protege de un daño mayor y uno se retira. El problema radica cuando el dolor dura más de lo requerido y se cronifica”, añadió el Dr. Lakhan, vicepresidente senior de investigación y desarrollo de Click Therapeutics, en Boston, Estados Unidos.
Los investigadores s en este estudio “prueban elocuentemente” que con 4 semanas de terapia de reprocesamiento del dolor, los pacientes pueden aprender que el dolor crónico es en gran parte una “falsa alarma generada por el cerebro y que afirmar constantemente esta verdad en realidad puede reducirla o eliminarla”, señaló el Dr. Lakhan.
“Además las áreas del cerebro implicadas con el dolor se calman después de pasar por la terapia tanto para el dolor en reposo como para el dolor inducido por estirar de la espalda”, anotó.
“La terapia de reprocesamiento del dolor puede mejorar la vida de los pacientes con dolor crónico que tienen niveles de dolor y discapacidad de bajo a moderado; sin embargo, se necesita mucho trabajo para que esto sea escalable y que esté universalmente disponible y cubierto por las aseguradoras como modalidad de tratamiento”, destacó el Dr. Lakhan.
Advirtió que no ha visto terapias como esta que funcionen cuando hay una depresión significativa, abstinencia o la sensación de falta de control sobre la situación de la persona, de modo que uno se comportara de manera indefensa: “un estado mental terrible llamado desesperanza aprendida”.
El estudio fue financiado por National Institutes of Health, National Center for Advancing Translational Sciences, Radiological Society of North America, German Research Foundation, Psychophysiologic Disorders Association, Foundation for the Study of the Therapeutic Encountery y donaciones de la comunidad. Ashar recibió subvenciones de los National Institutes of Health durante la realización del estudio y honorarios personales de UnitedHealth Group, Lin Health, Inc, Pain Reprocessing Therapy Center, Inc y Mental Health Partners of Boulder County fuera del trabajo presentado. El Dr. Lakhan ha declarado no tener ningún conflicto de interés económico pertinente.
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