El ácido úrico demasiado bajo podría no ser lo mejor para la gota erosiva

Reducir el objetivo de urato sérico a menos de 0,20 mmol/l (< 3,6 mg/dl) en los pacientes con gota erosiva no logra mejores desenlaces de la gota y da lugar a más uso de medicación y efectos secundarios subsiguientes, según los hallazgos de un estudio de dos años, con doble enmascaramiento, aleatorizado y controlado.

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La Dra. Nicola Dalbeth, del grupo de investigación sobre huesos y articulaciones del Departamento de Medicina de la Facultad de ciencias médicas y de la salud de la University of Auckland, en Nueva Zelanda, y sus coautores señalaron que es difícil conseguir una reducción intensiva del ácido úrico sérico con el tratamiento reductor de urato oral y sus hallazgos señalan que menos no siempre es mejor.

Sus datos, publicados en Arthritis & Rheumatology, señalan que el objetivo estándar menos intensivo de 0,30 mmol/l (< 5,4 mg/dl), recomendado actualmente por las guías de reumatología, es suficiente.

El objetivo más intensivo conlleva una elevada carga de medicación y no mejora la puntuación de la erosión ósea en la gota erosiva, según los autores. El reumatólogo Dr. Angelo Gaffo, profesor asociado de medicina en la University of Alabama en Birmingham, Estados Unidos, quien no fue parte del estudio, dijo que las puntuaciones de erosión son la mejor manera de probar los resultados y este estudio proporciona apoyo a los enfoques actuales de tratamiento de la gota.

El Dr. Gaffo declaró “Tranquiliza que el enfoque de tratar el objetivo es un buen enfoque. Los objetivos muy, muy bajos no fueron mejores que el objetivo estándar”.

En el ensayo se incluyó a 104 participantes con gota erosiva que tomaban tratamiento reductor de uratooral y que fueron aleatorizados a un objetivo de urato sérico inferior a 0,20 mmol/l o inferior a 0,30 mmol/l.

Noventa participantes concluyeron el estudio: 44 (85%) del grupo con objetivo intensivo y 46 (88%) del grupo con objetivo estándar. Todos fueron incluidos en el análisis primario por intención de tratar. Los participantes en su mayoría eran hombres con una media de edad de 61 años. El periodo promedio de la enfermedad fue 19 años y cerca de la mitad tuvo un brote de gota en los 3 meses anteriores a la incorporación en el estudio.

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Menos pacientes del grupo intensivo alcanzaron el objetivo

Los investigadores descubrieron que el ácido úrico sérico en el segundo año era significativamente menor en el grupo asignado al objetivo intensivo, en comparación con el nivel del grupo asignado al objetivo estándar (p = 0,002), pero menos participantes del grupo intensivo alcanzaron su objetivo, en comparación con los del grupo estándar (62% frente a 83%; p < 0,05).

El grupo intensivo también necesitó más medicación. Los participantes de este grupo necesitaron dosis más altas del fármaco para el tratamiento de primera línea alopurinol (media: 746 mg/día frente a 496 mg/día; p = 0,001). También utilizaron más tratamiento combinado (p = 0,0004).

Las puntuaciones de erosión ósea fueron ligeramente mejores en ambos grupos en el transcurso de 2 años, pero no hubo diferencias entre los grupos (p = 0,20).

Las tasas de efectos adversos y graves fueron similares entre los grupos.

Los autores señalaron que un estudio anterior ha demostrado que el incremento de las dosis de alopurinol para alcanzar el objetivo inferior a 0,36 mmol/l (6,48 mg/dl) puede reducir la progresión de la erosión ósea en la gota.

“Sin embargo, en este estudio no se observó una mejora en las puntuaciones de erosión”, señalaron los autores.

Los autores afirmaron que los datos emergentes sobre la reducción intensiva del urato sérico “pueden dar por resultado la curación de la erosión en la gota”, en particular con pegloticasa (Krystexxa), un fármaco que produce intensas reducciones del urato sérico.

Destacaron un pequeño estudio longitudinal de pacientes tratados con pegloticasa en los que los investigadores observaron la resolución de las erosiones óseas en un año.

Pegloticasa no está disponible fuera de Estados Unidos

Sin embargo, los autores explicaron que es poco probable que el uso de pegloticasa se generalice para la gota erosiva debido a su falta de disponibilidad fuera de Estados Unidos y a la necesidad de realizar infusiones cada dos semanas. Por consiguiente, se necesitan estrategias más viables.

Las guías recomiendan un objetivo de urato sérico inferior a 0,30 mmol/l (5,4 mg/dl) para las personas con gota grave, incluidas las que padecen artropatía crónica.

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El tratamiento de la gota es un proceso a largo plazo

El Dr. Herbert S. B. Baraf, reumatólogo de un gran grupo de consultorios en el área de Washington, D. C., y profesor clínico de medicina en la George Washington University, en Washington, D. C., Estados Unidos, quien no formó parte de este estudio, dijo que no llegaría a la conclusión que algunos médicos podrían sacar de que no tiene sentido tratar de reducir continuamente el ácido úrico.

“El tratamiento de la gota es una propuesta a largo plazo, y el beneficio a largo plazo de la reducción continua del ácido úrico sigue acumulándose durante un periodo”, agregó el Dr. Baraf. Coincidió con la Dra. Dalbeth y sus colaboradores en que intentar que el ácido úrico sérico sea inferior a 0,20 mmol/l es muy difícil de lograr con fármacos orales.

“El estudio no pudo mostrar un cambio en las erosiones porque la cantidad de disminución del ácido úrico no fue lo suficientemente extensa en un periodo lo suficientemente corto para demostrarlo, pero en un periodo más largo bien podría mostrarlo”, señaló el Dr. Baraf.

El Dr. Baraf mencionó que los fármacos orales funcionan más lentamente que los tratamientos basados en enzimas, como la pegloticasa, pero estuvo de acuerdo en que hay barreras para el uso de pegloticasa.

“Un fármaco como pegloticasa cuesta unos 26.000 dólares por infusión cada 2 semanas por un periodo de 6 meses. No es práctico y tendemos a utilizarlo en personas con graves problemas funcionales”, dijo Baraf.

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El objetivo sigue siendo evitar mediante el uso de fármacos orales que la artritis avance.

“No denigraría el hecho de que los fármacos orales son eficaces para disminuir los brotes con el tiempo, disminuir los depósitos topáceos y probablemente, en un periodo más largo, permitir la curación del hueso. Pero 2 años no es tiempo suficiente para demostrarlo”. El Dr. Baraf señaló que mostrar un beneficio en las erosiones puede en cambio llevar de 5 a 10 años.

Los autores del estudio señalaron que los resultados del ensayo “no son relevantes para quienes no padecen la enfermedad erosiva, ni para los sistemas sanitarios que no tienen acceso a una amplia gama de fármacos reductores del ácido úrico”.

La Dra. Dalbeth ha declarado haber recibido honorarios personales (todos ellos inferiores a 10.000 dólares) de AstraZeneca, Dyve BioSciences, Selecta, Arthrosi, Horizon, AbbVie, JW Pharmaceuticals y PK Med ajenos al estudio presentado. Los demás autores no han declarado ningún conflicto de intereses. El Dr. Gaffo no declaró ninguna relación económica pertinente. El Dr. Baraf ha sido investigador/consultor y ponente de Horizon Therapeutics, productor de pegloticasa; es investigador y consultor de Selecta Biosciences; y ha sido investigador, conferenciante y consultor de Takeda.

Este artículo se publicó originalmente en MDEdge.com parte de la Red Profesional de Medscape.

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El futuro del monitoreo de la salud en el hogar

Una alfombrilla de baño que le habla a tu cepillo de dientes. Una cama que te dice cómo dormir mejor. Una cámara que mide tus niveles de estrés. En la Reunión Anual de Consumer Electronics Show (CES) 2022, los inventores promocionaron docenas de estos nuevos dispositivos para monitorear la salud de las personas mientras realizan sus actividades diarias.

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Las innovaciones ofrecieron una instantánea del día en que docenas de objetos domésticos previamente inertes, animados por inteligencia artificial, comienzan a monitorear cada latido del corazón de sus dueños e informan de forma inalámbrica a los médicos (un día que probablemente esté más cerca de lo que pensamos).
“En pocas palabras, en Baracoda Daily Health Tech, nos estamos enfocando en reinventar objetos cotidianos para convertirlos en un compañero de su salud diaria”, dijo Thomas Serval, PhD, cofundador, presidente y director ejecutivo de Baracoda Group, que lanzó un báscula de baño incrustada en una alfombra de baño.
Al recopilar un flujo continuo de mediciones, estos monitores pueden proporcionar una imagen más completa y consistente de la salud de un paciente que la que se podría obtener a través de visitas médicas ocasionales, argumentan Serval y otros empresarios.

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Entre los nuevos dispositivos de monitoreo de salud promocionados en CES:


VitalSight de Omron, una combinación de báscula y manguito de presión arterial, envía datos directamente al sistema de registros médicos electrónicos de un médico sin necesidad de Wi-Fi o conexión celular.


Smart Meter agrega monitoreo de glucosa en sangre a las mediciones de peso y presión arterial utilizando la tecnología celular Internet of Things de AT&T.


FaceHeart cuenta con una cámara diseñada para medir la frecuencia cardíaca, la variabilidad de la frecuencia cardíaca, la presión arterial, el nivel de oxígeno en la sangre, la frecuencia respiratoria y el valor del índice de estrés en 60 segundos o menos mediante el análisis de una imagen del rostro de una persona.


El monitor de presión arterial de Aktiia, ahora en un ensayo clínico en los EE. UU., ofrece mediciones las 24 horas, los 7 días de la semana en una pulsera. “Los manguitos requieren que el paciente interrumpa su día, mientras que la solución de Aktiia activa automáticamente 150 lecturas por semana en múltiples posiciones del cuerpo, mientras está despierto y dormido”, según un comunicado de prensa de la compañía. “Es la única solución capaz de medir el ‘tiempo en rango’ de un paciente: el porcentaje de tiempo que su presión arterial está dentro de un rango saludable”.


Para los pacientes que consideran que una muñequera es demasiado voluminosa, el anillo de dedo “inteligente, elegante y cómodo” de Movano, ahora en pruebas beta, está diseñado para medir la frecuencia cardíaca, la variabilidad de la frecuencia cardíaca, el sueño, la respiración, la temperatura, el oxígeno en la sangre, los pasos y las calorías. con mediciones de glucosa y presión arterial disponibles en la próxima iteración del anillo.

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Las camas también se están volviendo vigilantes. La cama inteligente de Ergomotion monitorea la frecuencia cardíaca y los patrones respiratorios, incluidos los ronquidos.


Al igual que Smart Meter y Omron, el “baño del futuro” de Barcoda conecta varios dispositivos entre sí. Además de BBalance, la alfombrilla de baño que te pesa y analiza tu balanza, la empresa también fabrica un espejo, Aretmis, que puede señalar un lunar potencialmente canceroso; BCool, un termómetro inteligente; y (junto con Colgate) el cepillo de dientes Smart Rhythm que te dice si te falta algún diente.
Es demasiado pronto para saber qué información podrían revelar estos dispositivos cuando sus mediciones se procesan en una gran base de datos, dice Serval.

Ahí es donde entra la inteligencia artificial, dice Daniel Kraft, MD, fundador de Digital.Health, que ayuda a las personas a determinar qué tipo de monitoreo usar. Habló en un panel de CES sobre tecnología de salud y bienestar. “Ningún adoptante o individuo quiere los datos sin procesar”, dijo. “Queremos las percepciones”. Si se analizan adecuadamente, los datos de dispositivos dispares se pueden usar para crear una especie de puntaje de crédito o “luz de control del motor” para el cuerpo, dijo.
Los nuevos flujos de datos también pueden desempeñar un papel en la investigación, dijo Kraft. “Todos nosotros podemos desempeñar un papel en el crowdsourcing de atención médica, al igual que hacemos crowdsourcing de nuestra conducción con Google Maps o Waze y agrupamos nuestra información, no solo como donantes de sangre sino también como donantes de datos”.


De hecho, los nuevos datos pueden ser útiles para los médicos, dijo Ami Bhatt, profesora asociada de medicina en la Escuela de Medicina de Harvard y directora de innovación del Colegio Americano de Cardiología. “El monitoreo continuo de la presión arterial, si es fácil, accesible y confiable, va a ser muy importante porque la hipertensión sigue siendo una epidemia en nuestro país y en todo el mundo”, dijo.
Dicho esto, también señala los peligros potenciales de bombardearnos a nosotros mismos con datos sin procesar de los dispositivos de monitoreo del hogar. La sobremedida puede conducir a la ansiedad. Ofrece el ejemplo de un paciente propenso a la ansiedad que tiene un bajo riesgo de fibrilación auricular. “No quiero que midan necesariamente su frecuencia cardíaca”, dijo, “porque la ansiedad solo hará que tu frecuencia cardíaca aumente”.

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Por esa razón, dice, los pacientes siempre deben consultar a sus médicos sobre lo que están monitoreando y por qué. “Es importante tener una discusión”, dijo.
Kraft es fundador de Salud Digital. Serval es cofundador, presidente y director general de Grupo Baracoda. Bhatt no reportó intereses financieros relevantes.


Reunión anual de Consumer Electronics Show (CES) 2022.
Laird Harrison escribe sobre ciencia, salud y cultura. Su trabajo ha aparecido en revistas, periódicos, en la radio pública y en sitios web. Está trabajando en una novela sobre realidades alternativas en la física. Harrison enseña escritura en Writers Grotto. Visítelo en lairdharrison.com o sígalo en Twitter: @LairdH.


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COVID-19 asociado con un mayor riesgo de diabetes en los jóvenes

La infección por SARS-CoV-2 se asoció con un mayor riesgo de diabetes entre los jóvenes, mientras que otras infecciones respiratorias agudas no, según indican nuevos datos de Centers for Disease Control and Prevention (CDC) de Estados Unidos.

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Los resultados de dos grandes bases de datos de reclamos de salud de Estados Unidos se publicaron el 7 de enero en un comunicado anticipado en el Morbidity and Mortality Weekly Report de CDC por Catherine E. Barrett, Ph. D., y sus colaboradores del equipo de respuesta de emergencia COVID-19 de CDC y la Division of Diabetes Translation.

Los médicos deben dar seguimiento a las personas menores de 18 años en los meses posteriores a una infección por SARS-CoV-2 para detectar una nueva aparición de diabetes, aconsejaron.

Los hallazgos, que están respaldados por estudios independientes en adultos, “subrayan la importancia de la prevención de la COVID-19 en todos los grupos de edad, incluida la vacunación para todos los niños y adolescentes elegibles, y la prevención y el tratamiento de enfermedades crónicas”, enfatizaron Barrett y sus colaboradores.

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El tipo de diabetes no pudo distinguirse de forma fiable de las bases de datos, lo que se señala como una limitación importante del estudio.

“La infección por SARS-CoV-2 podría provocar diabetes de tipo 1 o de tipo 2 a través de mecanismos complejos y diferentes”, escribieron Barrett y sus colaboradores.

La evidencia emergente comenzó a sugerir, a mediados de 2020, que COVID-19 puede desencadenar la aparición de diabetes en personas sanas, según lo informado por Medscape. Posteriormente, se estableció un nuevo registro mundial para recopilar datos sobre pacientes con diabetes relacionada con COVID-19, denominado CoviDiab.

No está claro si la diabetes después de COVID-19 es transitoria o permanente

De una de las bases de datos utilizadas en el nuevo estudio, IQVIA, 80.893 personas menores de 18 años diagnosticadas con COVID-19 entre marzo de 2020 y el 26 de febrero de 2021 se compararon con personas de la misma edad y sexo durante ese periodo sin COVID-19 y a grupos prepandemia con y sin diagnóstico de enfermedad respiratoria aguda durante el 1 de marzo de 2017 al 26 de febrero de 2018.

De la segunda base de datos, HealthVerity, 439.439 jóvenes diagnosticados con COVID-19 entre el 1 de marzo de 2020 y el 28 de junio de 2021 se compararon con jóvenes de la misma edad y sexo sin COVID-19. Aquí no había un grupo de comparación prepandémico.

Los diagnósticos de diabetes se codificaron en 0,08% con COVID-19 frente a 0,03% sin COVID-19 en IQVIA y en 0,25% frente a 0,19% en HealthVerity.

Por lo tanto, los nuevos diagnósticos de diabetes tenían 166% y 31% más de probabilidades de ocurrir en personas con COVID-19 en IQVIA y HealthVerity, respectivamente. Y en IQVIA, las personas con COVID-19 tenían 116% más de probabilidades de desarrollar diabetes que las personas con enfermedades respiratorias agudas prepandémicas. Esas diferencias fueron todas significativas, mientras que las infecciones respiratorias no relacionadas con el SARS-CoV-2 no se asociaron con la diabetes, expusieron Barrett y sus colaboradores.

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En ambas bases de datos, la cetoacidosis diabética fue más común al inicio de la diabetes entre aquellos con y sin COVID-19: 48,5% frente a 13,6% en IQVIA y 40,2% frente a 29,7% en HealthVerity. En IQVIA, 22,0% con enfermedad respiratoria aguda prepandémica presentó cetoacidosis diabética.

Barrett y sus colaboradores ofrecieron varias explicaciones potenciales para la asociación observada entre COVID-19 y la diabetes, incluido un ataque directo a las células beta pancreáticas que expresan receptores de la enzima convertidora de angiotensina 2, o a través de hiperglucemia de estrés resultante de la tormenta de citoquinas y alteraciones en el metabolismo de la glucosa.

Otra posibilidad es la precipitación a la diabetes por prediabetes; esta última es un trastorno presente en 1 de cada 5 adolescentes estadounidenses.

El tratamiento con esteroides durante la hospitalización podría haber provocado una hiperglucemia transitoria, pero solo entre 1,5% y 2,2% de los códigos de diabetes correspondían a diabetes inducida por fármacos o sustancias químicas. La mayoría eran para el tipo 1 o 2.

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Alternativamente, el aumento de peso asociado con la pandemia también podría haber contribuido a los riesgos tanto de COVID-19 grave como de diabetes tipo 2.

“Aunque este estudio puede proporcionar información sobre el riesgo de diabetes después de la infección por SARS-CoV-2, se necesitan datos adicionales para comprender los mecanismos patogénicos subyacentes, ya sea los causados por la infección por SARS-CoV-2 en sí misma o como resultado de los tratamientos, y si un diagnóstico de diabetes asociado a COVID-19 es transitorio o lleva a una condición crónica”, concluyeron Barrett y sus colaboradores.

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La falta de educación secundaria es un predictor de si una persona será resistente a recibir la vacuna COVID-19

La falta de educación secundaria es un predictor de si una persona será resistente a recibir la vacuna COVID-19, muestra un nuevo estudio.

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Investigadores de la Universidad de Carolina del Norte observaron las tasas de vacunación en 3142 condados de EE. UU. y las compararon con las características de la población según el Índice de vulnerabilidad social de los CDC.
Descubrieron que más de la mitad de los adultos no vacunados en los EE. UU. con fuertes reticencias a las vacunas tenían una educación secundaria o menos. La vacilación de la vacuna se definió como la negativa a vacunarse incluso si la vacuna COVID-19 estaba disponible.
El otro predictor principal de la vacilación de la vacuna fue la preocupación por la disponibilidad y distribución de la vacuna, dijeron los investigadores.
“Nuestro estudio sugiere que los bajos niveles de educación son un importante contribuyente a la vacilación de la vacuna y, en última instancia, a los niveles de vacunación”, escribieron los autores en el estudio publicado en el American Journal of Infection Control. “Específicamente, se encontraron niveles bajos de vacunación en comunidades con una población menos educada y más preocupadas por la capacidad de absorción de la vacuna, lo que sugiere que la educación es un desafío continuo”.
“Nuestros hallazgos sugieren que los formuladores de políticas y los líderes comunitarios deberían adaptar la información y los esfuerzos sobre vacunas a aquellos con educación limitada y abordar específicamente las preocupaciones de conocimiento que prevalecen y probablemente más modificables”.

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El estudio se basó en datos recopilados hace meses. Dice que al 9 de mayo de 2021, el 34,7 % de la población de los EE. UU. estaba completamente vacunada y que el 8 % informó una gran falta de voluntad para vacunarse. El jueves, los CDC informaron que el 62,3% de la población de EE. UU. está completamente vacunada.
Según el estudio, otras características consistentes de las personas que dudan en vacunarse son que:
pertenecer a una minoría racial
tiene 65 años o más
vivir en un hogar con niños de 18 años o menos
están desempleados
Cuando se les preguntó por qué dudaban en vacunarse, las personas dieron estas razones:
falta de confianza en las vacunas COVID-19 (55%)
preocupaciones sobre los efectos secundarios (48%)
falta de confianza en el gobierno (46%)
La falta de acceso a las vacunas, a menudo citada en estudios previos sobre la resistencia a otras vacunas, no se citó como razón para no vacunarse contra el COVID.
El estudio establece esta conclusión: “La vacilación de la vacuna COVID-19 es una amenaza para la salud pública. Nuestros hallazgos sugieren que los bajos niveles de educación son un importante contribuyente a la vacilación de la vacuna y, en última instancia, a los niveles de vacunación. Dado que los niveles de educación no son fácilmente modificables, nuestros resultados sugieren que los formuladores de políticas Lo mejor sería cerrar las brechas de conocimiento para superar las percepciones negativas de la vacuna a través de intervenciones personalizadas”.
Fuentes

American Journal of Infection Control: “Factores y razones asociadas con la baja aceptación de la vacuna COVID-19 entre las comunidades altamente indecisas en los EE. UU.”.
CDC: “Rastreador de datos COVID”.

AHORA! Quiénes deben realizarse la prueba de detección de COVID-19 son aquellos que:

Tengan síntomas de COVID-19: fiebre, tos, cansancio, pérdida del gusto o del olfato, dolor de garganta, dolor de cabeza, molestias y dolores, diarrea, erupción cutánea o pérdida del color de los dedos de las manos o los pies, ojos rojos o irritados, dificultad para respirar o disnea, pérdida de movilidad o del habla o sensación de confusión, o dolor en el pecho,

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Si tuvo un contacto cercano con una persona positiva a COVID-19. Contacto cercano es estar a menos de 6 pies por más de 15 minutos con una persona que tiene COVID-19. La prueba de detección debe realizarse en el día 5 del contacto. (Si está vacunado debe aislarse por 7 días y si no está vacunado, debe aislarse por 14 días. Ambos deben monitorear los síntomas por 14 días). QUIENES NO DEBEN REALIZARSE LA PRUEBA; Si tiene un resultado positivo de COVID-19, no tiene que repetirse la prueba. La recomendación es aislarse por 10 días en caso de síntomas leves o 20 días en caso de síntomas más severos. Luego de cumplir con el aislamiento no tiene que hacerse la prueba nuevamente.
Si no presenta síntomas, no tiene que hacerse la prueba de detección de COVID-19.
Si no ha tenido un contacto cercano con una persona con COVID-19: Contacto cercano es estar a menos de 6 pies por más de 15 minutos con una persona que tiene COVID-19.

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Si tuvo COVID-19 hace 3 meses o menos: Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades indican que las personas que tuvieron COVID-19, se recuperaron y completaron los 10 días de aislamiento, no tienen que hacerse una prueba de detección si no tienen síntomas.
Si se recuperó de COVID-19 hace menos de tres meses y, en los 90 días posteriores al final del aislamiento, tiene contacto cercano con una persona con COVID-19 no necesita hacer cuarentena ni hacerse una prueba de detección si no tienen síntomas.

Los iPhones más nuevos desactivan los desfibriladores implantados

Se debe advertir a los pacientes con un desfibrilador cardioversor implantable (ICD) que algunos modelos más nuevos de teléfonos inteligentes equipados con imanes, como el iPhone 12, pueden desactivar su dispositivo, inhibiendo sus funciones de salvamento, según los investigadores que probaron y confirmaron este efecto.

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“Una vez que el iPhone se acercó al ICD sobre el área del pecho izquierdo, se observó la suspensión inmediata de las terapias con ICD que persistieron durante la prueba”, informó el equipo de investigación dirigido por Joshua C. Greenberg, MD, quien es un especialista en electrofisiología becario en el Hospital Henry Ford, Detroit. Los resultados se publicaron en Heart Rhythm.


La Asociación Estadounidense del Corazón ya advirtió que los campos magnéticos pueden inhibir los generadores de pulsos de los ICD y marcapasos. En el sitio web de la AHA, hay una lista de dispositivos y su potencial de interferencia funcional, pero los teléfonos celulares y otros dispositivos comunes se identifican como de bajo riesgo.
El iPhone más reciente y quizás otros teléfonos inteligentes avanzados parecen ser diferentes. Según los autores de un estudio que probó el iPhone 12, este modelo tiene una matriz circular de imanes alrededor de una bobina de carga central. Esta matriz interactúa con la tecnología MagSafe patentada de Apple, que acelera la carga. Los imanes también sirven para orientar el teléfono sobre el cargador y habilitar otros accesorios MagSafe.


A los autores del nuevo estudio les preocupaba que este conjunto de imanes pudiera ser lo suficientemente fuerte como para interferir con los ICD u otros dispositivos en riesgo. En un estudio publicado anteriormente, se estimó que la fuerza de un campo magnético suficiente para interferir con los dispositivos cardíacos implantables era de al menos 10 gauss.
Las pruebas se realizaron en un paciente que llevaba un ICD de Medtronic.
“Una vez que el iPhone se acercó al ICD sobre el área del pecho izquierdo, se observó la suspensión inmediata de las terapias con ICD”, según los autores del estudio. La pérdida funcional del ICS persistió durante la duración de la proximidad. Fue reproducido varias veces y con múltiples posiciones de teléfono.


Estudios anteriores han proporcionado evidencia de que los modelos anteriores no comparten este riesgo. En un estudio que probó el iPhone 6 y un Apple Watch en 148 pacientes con varios tipos de dispositivos electrónicos implantables, incluidos marcapasos, desfibriladores cardioversores, desfibriladores de resincronización y marcapasos de resincronización, solo se observó un caso de interferencia en 1352 pruebas.


Con la telemetría de varita, las interferencias inducidas por el iPhone podrían detectarse con el iPhone 6 en el 14% de los pacientes, pero no parecieron ser clínicamente significativas y este tipo de interferencia no pudo detectarse con el Apple Watch, según el informe. . La única interacción observada, que fue entre un iPhone 6 y un marcapasos bicameral, sugirió que las interacciones dispositivo-dispositivo son poco comunes.

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Más recientemente, una mujer con un ICD Medtronic de cámara única que se fue a dormir con un Apple Watch se despertó con pitidos de advertencia de su dispositivo cardíaco, según un informe de caso publicado en línea. El reloj de Apple se convirtió en el principal sospechoso de causar la advertencia del ICD cuando la proximidad del reloj reprodujo la advertencia durante el examen clínico. Sin embargo, finalmente se descubrió que la interferencia magnética emanaba de la pulsera, no del reloj.

Este caso motivó estudios adicionales con Fitbit y otras pulseras de Apple Watch. Ambas pulseras contienen imanes que se utilizan para realizar un seguimiento de la frecuencia cardíaca. Ambos resultaron capaces de desactivar los DAI a distancias de aproximadamente 2 cm. Sobre la base de estos resultados, los autores concluyeron que se debe informar a los pacientes sobre el riesgo que representan las pulseras utilizadas en el seguimiento del estado físico, concluyendo que deben mantenerse al menos a 6 pulgadas de distancia de los ICD y no deben usarse mientras duermen.
En su sitio web, Apple mantiene una página que advierte específicamente sobre la posibilidad de interacciones entre el iPhone 12 y los dispositivos médicos. Aunque se reconoce que el iPhone 12 contiene más imanes que los modelos de iPhone anteriores, se afirma que “no se espera que los modelos de iPhone 12 presenten un mayor riesgo de interferencia magnética a los dispositivos médicos que los modelos de iPhone anteriores”. Sin embargo, las instrucciones de Apple recomiendan mantener el iPhone y los accesorios MagSafe a más de 6 pulgadas de distancia de los dispositivos médicos.

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Greenberg y los coinvestigadores concluyeron que el iPhone 12 presenta un mayor riesgo de disfunción de los ICD y otros dispositivos médicos debido a los imanes más potentes. Como resultado, el estudio presenta “un importante problema de salud pública relacionado con la nueva generación del iPhone 12”.
Muy consciente de este problema y de este estudio, Bruce L. Wilkoff, MD, director de dispositivos de taquiarritmia y estimulación cardíaca de la Clínica Cleveland, estuvo de acuerdo. Dijo que el enfoque no debería limitarse a la serie iPhone 12, sino a otros dispositivos portátiles como se menciona en el estudio.
“Los marcapasos y los desfibriladores implantables están diseñados para responder a los imanes por razones importantes, pero los imanes tienen muchos usos comunes”, dijo. Estos pueden cambiar la función del dispositivo cardíaco implantable, pero “es temporal y solo cuando se coloca muy cerca”.
La solucion es simple. “Los pacientes deben tener cuidado de no ubicar estos objetos cerca de estos dispositivos”, dijo Wilkoff.
Sin embargo, el primer paso es la conciencia. Según los autores del estudio, los dispositivos con imanes lo suficientemente potentes como para afectar el funcionamiento de los dispositivos implantables, como el iPhone 12, “pueden inhibir potencialmente la terapia que salva vidas”.
Se debe asesorar a los pacientes y proporcionarles pasos prácticos, según los autores. Esto incluye mantener estos dispositivos fuera de los bolsillos cerca de dispositivos implantables. Pidieron más ruido a los fabricantes de teléfonos inteligentes y otros dispositivos con imanes lo suficientemente fuertes como para alterar la función del marcapasos y el ICD, y aconsejaron a los médicos que concienciaran sobre este problema.


Greenberg no informó de posibles conflictos de intereses.


Este artículo apareció originalmente en MDEdge.com.

La OMS confirma que los vacunados y curados de COVID-19 pueden infectarse por Ómicron

La Organización Mundial de la Salud confirmó ayer que hay evidencia robusta de que las personas que han sido vacunadas contra la covid-19 o aquellas que se infectaron en el pasado pueden contraer la variante ómicron, cuya propagación se acelera día a día alrededor del mundo.

En una conferencia de prensa en Ginebra, el director general Tedros Adhanom Ghebreyesus dijo que la información que se está analizando sobre ómicron indica que esta variante circula de forma más rápida que las anteriores y que “es probable que los vacunados y los que se han curado de Covid-19 se infecten o reinfecten”.

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“Esta variante circula de forma más rápida que las anteriores y es probable que los vacunados y los que se han curado de Covid-19 se infecten o reinfecten” Tedros Adhanom Ghebreyesus (OMS)

El responsable llamó a todos a una toma de conciencia frente a esta situación a escasos días de las festividades de fin de año, señalando que es mejor cancelar las celebraciones ahora “y celebrar la vida mañana”, que “celebrar hoy y estar de luto mañana”.

“Esto es muy serio y estamos muy preocupados (por ómicron)”, recalcó Tedros, quien agregó que los reportes que indicarían que esta variante causa una enfermedad más moderada que delta (la variante predominante en todo el mundo) podrían no ser representativos.

Por ello, pidió a los gobierno ejercer máxima precaución en las próximas semanas y evitar eventos con presencia de mucha gente y que se podrían convertir en superpropagadores del virus.

Dos años de un virus impredecible

El próximo 31 de diciembre se cumplirán dos años desde que la OMS recibió la primera notificación sobre casos de una neumonía de tipo desconocido detectados en China, que resultaron causados por un nuevo coronavirus que ha provocado hasta ahora 5,5 millones de muertes y 272 millones de casos alrededor del mundo.

En términos de infecciones y decesos, el segundo año de la pandemia fue peor que el primero, puesto que en los últimos doce meses las muertes se elevaron a 3,3 millones, lo que supera las muertes acumuladas por malaria, tuberculosis y sida en el mundo.

Tedros sostuvo que si el mundo quiere acabar con la fase aguda de la pandemia en 2022 debe resolverse el problema de la desigualdad entre los países en cuanto al acceso a las herramientas que existen para frenar la Covid-19, incluidas vacunas, test de diagnóstico y tratamientos.

Planteó que el objetivo común debe ser que para mediados del próximo año se haya vacunado al 70 % de la población de cada país (un objetivo que se había planteado para este fin de año).

Reducir la desigualdad entre países

Los expertos de la OMS dijeron que no están en contra de las dosis de refuerzo contra la Covid-19 ni niegan el rol que tienen, pero recordaron que la decisión de los países ricos de ofrecerlas a toda su población adulta juega en contra de que los grupos de riesgo en los países pobres puedan tener acceso a las vacunas para una primera o segunda dosis.

El 80 % de los enfermos hospitalizados por Covid-19 son personas que han sido vacunadas, según los datos recopilados por la organización en el ámbito internacional.

Con qué periodicidad se tendrá que recibir una vacuna contra la Covid-19 constituye una de las grandes interrogantes en esta etapa de la pandemia, a la que la OMS todavía no puede responder, aunque ha adelantado que ello dependerá de una serie de factores, como el tipo de vacuna, ya que su efectividad difiere ligeramente de un producto a otro.

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Otros factores serán las futuras variantes que aparezcan y la propia biología del individuo (edad, problemas de salud subyacedentes y estado de su sistema inmune). Los estudios siguen mostrando que hay una reducción de la inmunidad entre las personas vacunadas alrededor de seis meses.

“Por el momento, pensamos que la vacuna de refuerzo debe ser para las personas con sistemas inmunológicos débiles, para las personas mayores”, sostuvo la científica en jefe de la OMS, Soumya Swaminathan.

Ómicron ha sorprendido a los científicos entre otras cosas porque no se pensaba que podía aparecer una variante más transmisible que delta y porque no proviene de una mutación de esta última, sino de otro linaje, lo que demuestra que “este virus es impredecible”.

“No podemos predecir la próxima variante, pero seguro el virus seguirá evolucionando y frente a esto lo único que podemos hacer es detener la transmisión”, recalcó Swaminathan.

Fuente: SINC y agencia EFE.

La contaminación del aire parece aumentar el riesgo de COVID-19 grave

Un nuevo estudio del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), centro impulsado por la Fundación “la Caixa”, coliderado por el proyecto GCAT-Genomes for Life del Instituto de Investigación Germans Trias i Pujol (IGTP) de Badalona, examinó la asociación entre anticuerpos antivirales, síntomas de la COVID-19 y exposición prolongada a la contaminación atmosférica en una cohorte de Cataluña.

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“Nuestro estudio, que proporciona claramente la evidencia científica más sólida sobre este tema, muestra que la contaminación crónica del aire no aumenta la incidencia de la enfermedad por la COVID-19 pero, en caso de infectarse, el riesgo de COVID-19 grave es mayor si la persona ha estado expuesta a la contaminación del aire”, explicó a Univadis España el Dr. Manolis Kogevinas, primer autor del estudio publicado en Environment Health Perspectives.

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Estudios previos sobre contaminación del aire y COVID-19 se han basado en casos confirmados, que fueron diagnosticados, pero no tuvieron en cuenta casos asintomáticos o que no se diagnosticaron. “Nuestro estudio marca una gran diferencia en comparación con otros estudios porque se ha visto que entre un 30 y un 40% de las personas infectadas por el SARS-CoV-2 eran asintomáticas. Pudimos identificarlos porque nuestra prueba inmunológica basada en una detección avanzada de laboratorio de anticuerpos IgM, IgA e IgG se realizó en casi 5.000 personas”, añadió el Dr. Kogevinas.

De esta manera, el equipo investigador decidió combinar la tecnología Luminex, desarrollada por otro grupo, liderado por la investigadora del ISGlobal Carlota Dobaño, para medir una serie de anticuerpos frente a la COVID-19 en una cohorte de individuos residentes en Cataluña (la cohorte COVICAT), con información sobre la exposición residencial de estos individuos a contaminantes atmosféricos como: dióxido de nitrógeno (NO2), partículas finas (PM2,5), hollín y ozono. La tecnología Luminex se ha utilizado para medir el nivel y tipo de anticuerpos IgA, IgM o IgG frente a seis antígenos diferentes del SARS-CoV-2 a partir de la misma muestra, así como la presencia de anticuerpos contra los cuatro coronavirus que causan el resfriado común.

“Nuestra hipótesis fue que la contaminación del aire se asociaba con la COVID-19 clínica y con una enfermedad más grave. Si estuviéramos en lo cierto, también deberíamos encontrar una mayor respuesta de anticuerpos a IgG que se asocia con una mayor gravedad. Por lo tanto, nuestros resultados sobre respuesta inmunológica realmente refuerzan los hallazgos clínicos sobre hospitalizaciones y COVID-19 grave”. Respecto a las limitaciones del estudio, el Dr. Manolis Kogevinas, explicó que les hubiera gustado medir la contaminación del aire también en las casas (contaminación del aire interior). “De hecho, comenzamos un estudio en Barcelona con sensores de la contaminación dentro de las casas, pero tuvimos que detenernos debido a las medidas de confinamiento”.

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Contaminación de aire y salud

Los efectos de la contaminación del aire en la salud se conocen desde hace años. Pero ¿cuáles son los mecanismos implicados en el impacto de la exposición a la contaminación en las enfermedades?

“Los mecanismos son múltiples según el tipo de enfermedad. La contaminación del aire causa muchas enfermedades. Los mecanismos incluyen el estrés oxidativo y la inflamación, alteraciones y mutaciones genómicas, vías biológicas relacionadas con el envejecimiento y muchos más”, indicó el Dr. Kogevinas.

La evidencia científica “vincula la exposición a la contaminación del aire con el ingreso en hospitales por otras infecciones respiratorias virales, como la gripe y la neumonía”, señaló el Dr. Kogevinas. La contaminación del aire además podría contribuir favoreciendo condiciones crónicas, como las cardiovasculares o respiratorias, que aumentan el riesgo de enfermar gravemente por la COVID-19.

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Respecto a las regiones con mayores niveles prepandémicos de contaminación atmosférica que tuvieron una mayor incidencia de casos y muertes por COVID-19, se ha comprobado que “en la mayoría de los países, la pandemia de la COVID-19 comenzó en áreas urbanas que también tienen niveles más altos de contaminación del aire ambiental. Esto se observó en Europa, América del Norte y Asia. Sin embargo, las ciudades también tienen una población mucho más densa, por lo que no estaba claro si el aumento en las ciudades con una alta exposición a la contaminación del aire se debía a la contaminación del aire o a contactos más altos o a un estatus socioeconómico más pobre. Nuestro estudio, que tiene información individual supera este problema”. Sobre las principales fuentes de contaminación atmosférica, el investigador especificó que “en el entorno del estudio, que son principalmente ciudades de Cataluña, la principal fuente de contaminación atmosférica es el transporte. En áreas específicas, también lo son las emisiones industriales y, en partes del mundo que usan biomasa (como la madera, por ejemplo) también sería la calefacción, como ocurrió en Atenas (mi ciudad natal) durante el invierno de 2020”. Sin duda, este trabajo del ISGlobal proporciona un argumento adicional a favor de los beneficios para la salud de reducir la polución atmosférica e insta a la urgencia en la adopción de políticas que puedan reducir simultáneamente la contaminación del aire a nivel local y regional, y reducir las emisiones que contribuyen al cambio climático a nivel global. “El número estimado más válido de muertes debido a la contaminación del aire es de alrededor de ocho millones de muertes por año en todo el mundo.

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La contaminación del aire se encuentra entre las tres principales causas de muerte en el mundo. La urgencia es un reflejo del número de muertes. Las acciones deben tomarse a nivel local, regional y global, no hay otra manera. Tenemos que actuar como individuos, pero también tenemos que actuar como una comunidad global para reducir las emisiones de carbono, por ejemplo, que es esencialmente una decisión política que depende de los gobiernos. Así, pues, las medidas y las acciones están interconectadas”, concluyó el Dr. Manolis Kogevinas.